Boletín de Noticias de Análisis Internacional

Semana del 24 de julio al 31 de julio de 2021

 

INDICE

1. Las relaciones entre Estados Unidos y China: ¿hacia una competencia estratégica?

2. Nuevo acuerdo entre Estados Unidos e Irak

3. El proceso de paz palestino: dónde se encuentra y hacia dónde va

4. Las relaciones entre Afganistán, Pakistán y la India

5. La comunidad internacional frente a la situación en Túnez

6. Inundaciones: un llamado de alerta a los líderes del mundo

7. Pedro Castillo asume la Presidencia de Perú

8. Nuevo Primer Ministro en Haití

 

 

1. Las relaciones entre Estados Unidos y China: ¿hacia una competencia estratégica?

En un artículo publicado en Foreign Policy, Kevin Rudd sostiene que múltiples directivos en Beijing tenían la esperanza de que, frente a la asunción de Joe Biden, Estados Unidos cambie el curso de las relaciones con China. Sin embargo, esto no sucedió. Al asumir la presidencia, Biden continuó con las restricciones impuestas durante la era Trump y, a su vez, mantuvo en vilo la concepción de relaciones estratégicas: "Ser competitivos cuando debamos serlo, colaborar cuando se pueda y competir cuando tengamos que hacerlo", según resume Antony Blinken. A pesar de esto, Rudd asegura que China no tiene una posición pasiva, sino que estaría analizando alejarse de los Estados Unidos para volverse menos vulnerables a las medidas impuestas por este último. Esto deja en claro que el curso de las relaciones no está determinado exclusivamente por la potencia occidental. Siguiendo esta línea, Daron Acemoglu (Project Syndicate) sostiene que las relaciones sino-americanas están en continuo deterioro, lo cual podría generar un nuevo y diferente equilibrio en el escenario mundial, similar al de la Guerra Fría. De acuerdo con Acemoglu, hay tres frentes en los que se puede observar la competencia entre ambos países: ideológico, militar y económico-tecnológico (principalmente en relación con el desarrollo de la Inteligencia Artificial). Frente a esto, el autor advierte que es un grave error pensar que este escenario podría generar estabilidad.

 

2. Nuevo acuerdo entre Estados Unidos e Irak

El lunes 26 de julio se reunieron en la Casa Blanca Joe Biden y el primer ministro iraquí, Mustafa Al-Kadhimi, para sellar un acuerdo que pone fin —tras 18 años— a la misión de combate estadounidense en Irak para fines de 2021. Acerca de la situación iraquí, Mina Al-Oraibi (Foreign Policy), establece que Al-Kadhimi, al igual que sus predecesores, intenta mantener un equilibrio entre Estados Unidos e Irán, sus dos principales patrocinadores desde 2003. Sin embargo, analiza que sus objetivos son opuestos: Irán quiere que Irak se convierta en un Estado teocrático ligado al liderazgo chií; mientras que Estados Unidos quiere que emerja como un Estado cívico y federal. Entretanto, la autora explica que el gobierno iraquí se tambalea en la búsqueda de mantener el apoyo de ambos países. En lo que respecta a Estados Unidos, The Guardian argumenta que, junto a la retirada de Afganistán, Biden está completando misiones de combate en las dos guerras que inició George W. Bush. Expone que el acuerdo con Irak limita el papel estadounidense a entrenar y asesorar al ejército iraquí para su defensa, pero que no representa un gran cambio debido a que esto ya sucede. Por otra parte, afirma que se espera que la declaración conjunta detalle una serie de acuerdos no militares relacionados con la salud, la energía y otros asuntos de cara a las elecciones iraquíes de octubre. Señalan Jane Arraf y Eric Schmitt (New York Times), que este acuerdo le brinda a Al-Kadhimi un trofeo político para satisfacer a las facciones antiestadounidenses en Irak, mientras la presencia militar estadounidense permanecerá. Esto representa, según los autores, el último esfuerzo del primer ministro para caminar entre las necesidades y demandas de los dos aliados más cercanos.

 

3. El proceso de paz palestino: dónde se encuentra y hacia dónde va

A raíz del reciente conflicto de diez días entre Israel y Hamas, un informe del Centro Palestino de Investigación de Políticas y Encuestas (PCPSR) afirmó que se produjo un "cambio de paradigma" en la opinión pública palestina: parece haber un creciente apoyo hacia Hamas y los enfrentamientos armados (The Washington Institute). Los autores señalan que si bien la actual administración estadounidense ha enfatizado su compromiso con la solución de dos estados, esta ya no es una posición popular entre los palestinos: el apoyo a esta solución ha disminuido constantemente desde 2018, y la mayoría de los palestinos cree que este sería un desenlace poco probable. En cambio, la mayoría de ellos parece preferir recuperar toda la Palestina histórica, incluido el Israel anterior a 1967. Ramon Marks (The National Interest) asegura que hoy en día la capacidad estadounidense para desempeñar el papel de guía se ha desplomado: Estados Unidos no tiene nada que ver con Hamas, y el desafío de trabajar a través de diferentes relaciones diplomáticas se ve agravado por la realidad de que los diplomáticos estadounidenses no tienen una conexión cultural, histórica ni lingüística real con el pueblo palestino. Pollock y Cleveland (The Washington Institute) advierten que mientras no haya una mayoría popular palestina que apoye la paz permanente con Israel, la reconciliación real sigue siendo un sueño lejano. Los esfuerzos de Estados Unidos por promover el progreso sobre el terreno y alentar al nuevo gobierno israelí a hacer propuestas a sus vecinos podrían lograr extender el tiempo de paz, pero solo si logran planificar pasos prácticos que puedan fomentar la buena voluntad, o al menos la coexistencia no violenta, hasta que las partes se acerquen a un compromiso.

 

4. Las relaciones entre Afganistán, Pakistán y la India

Con Estados Unidos en el proceso de retirar las últimas de sus tropas de Afganistán, los enfrentamientos armados en varias partes del país han tomado renovadas fuerzas (The Interpreter). Los talibanes buscan arrebatar el control del gobierno electo y ya han invadido grandes extensiones de territorio, acercándose a la capital. Mientras que se considera probable que el país se encamine hacia otra guerra civil, esta vez existe la posibilidad de que el conflicto tome una cualidad nuclear con la participación de India y Pakistán. Long Xingchun (Global Times) señala que, individualmente, las tropas del gobierno afgano no tienen influencia moral o cohesiva sobre los talibanes, por lo que el apoyo económico y militar que India ha ofrecido hasta ahora debe continuar. La razón detrás del apoyo indio es que se espera que Afganistán sea un país amigo de India y no demasiado cercano a Pakistán: Nueva Delhi no quiere a Kabul del lado del Islamabad en los conflictos Indo-Pakistaníes. Husain Haqqani (Foreign Affairs), por su parte, explica que la victoria de los talibanes tendría un efecto desastroso en la paz y la seguridad internas de Pakistán. El extremismo islamista ya ha dividido a la sociedad paquistaní en líneas sectarias, y el ascenso de los islamistas afganos solo reanimará a los radicales locales. Pakistán tendrá que lidiar, posiblemente, con un nuevo flujo de refugiados y con una economía fracturada. El autor advierte que, durante décadas, Pakistán ha jugado un juego arriesgado al apoyar o tolerar a los talibanes y también al tratar de mantenerse en la buena disposición de Washington. Funcionó durante más tiempo de lo que muchos esperaban, pero nunca iba a resultar sostenible a largo plazo. Las tensiones regionales obligarán a los actores a cambiar de estrategia, o deberán enfrentarse a la posibilidad de un conflicto armado de consecuencias irreversibles.

 

5. La comunidad internacional frente a la situación en Túnez

El pasado 25 de julio, el presidente tunecino Kais Saied disolvió el parlamento, destituyó al primer ministro y se declaró a sí mismo presidente ejecutivo de la (hasta entonces) única democracia del mundo árabe. Como señala Sarah Yerkes (Foreign Policy), Saied ha tratado de plasmar su accionar en un artículo constitucional que permite al presidente tomar medidas excepcionales cuando el Estado se encuentra "en peligro inminente". Sin embargo, afirma Steven A. Cook (Foreign Policy), existe una diferencia de opinión en cuanto a si los graves problemas actuales del país, la deriva del parlamento y una ola debilitante de COVID-19 en realidad representan tal peligro. En este sentido, el autor señala que la cuestión podría llevarse a la Corte Constitucional. Sin embargo, hoy en Túnez no existe tal Corte, dado que no hubo consenso acerca del nombramiento de los jueces, o los mismos fueron bloqueados por el presidente. Amnistía Internacional se expidió respecto al asunto y sostuvo que el presidente Saied debe comprometerse públicamente a respetar y proteger los derechos humanos. Por último, Yerkes afirma que Estados Unidos y Europa, que hasta el momento han permanecido en silencio, deberían condenar la toma de poder de Saied y apoyar la democracia.

 

6. Inundaciones: un llamado de alerta a los líderes del mundo

Jennifer Hassan (The Washington Post) asegura que las recientes inundaciones en China, Alemania, Estados Unidos, Bangladesh y otros países alrededor del mundo no son fenómenos aislados; por el contrario, todas responden a la crisis climática que atravesamos. A su vez, sostiene que estos fenómenos deberían ser considerados como una alerta a los líderes del mundo para tomar con seriedad el asunto y adoptar medidas eficaces para proteger al planeta y a las futuras generaciones. A su vez, Hassan sostuvo que la Conferencia de Cambio Climático de la ONU (COP 26), que se desarrollará en noviembre, debe ser considerada como una oportunidad para discutir y actuar efectivamente en pos de la reducción de las emisiones de carbono. Luca Bergamaschi (Project Syndicate) agrega que la Cumbre del G20 a realizarse en Roma en octubre de este año también tiene un rol fundamental en la lucha contra el cambio climático, ya que los países del G20 son responsables del 80% de las emisiones de gases de carbono. Por lo tanto, deberían ser ellos quienes capitalicen la acción. Por este motivo, los posibles acuerdos que tengan lugar en el marco de la Cumbre del G20 serán claves de cara a la COP 26. En este sentido, como presidente del G20, Italia ha presionado para que los gobiernos presenten planes más ambiciosos, alineados con la meta de emisión cero hacia el año 2050. A pesar de esto, Bergamaschi sostiene que el problema principal es que todas estas medidas representan una solución en lo inmediato, cuando en realidad la crisis climática es una amenaza a largo plazo. Por este motivo, recomienda que los países comiencen a pensar en una estrategia de diseño y construcción más verde y equitativa económicamente.

 

7. Pedro Castillo asume la Presidencia de Perú

El 28 de julio Pedro Castillo juró como nuevo presidente de Perú. Luego de cuatro presidentes en cuatro años, Colm Quinn (Foreign Policy) explica que, en un principio, nadie preveía su victoria y que, en la actualidad, la polarización y el enfrentamiento con la oposición hacen de la gobernabilidad un asunto a tomar en cuenta. Quinn señala que el primer freno a Castillo surgió este lunes, cuando una alianza de oposición ganó el control del Congreso peruano, forzando al nuevo mandatario —consciente de su falta de apoyo institucional— a intentar tranquilizar a sus oponentes en sus ambiciones. Afirma, también, que esta falta ha hecho que sus promesas electorales se diluyan con el paso del tiempo. Jonathan Castro (The Washington Post) agrega que esto deja al descubierto las dificultades que enfrentará el gobierno: el oficialismo de izquierda carece de experiencia y habilidad para formar coaliciones; la derecha cuenta con el poder de inclinar la balanza a su favor; y la centro-derecha se inclina hacia la oposición. El autor sostiene que, pese a las diferencias, los bloques estarían obligados a negociar, ya que por sí solos no alcanzan los votos requeridos para las decisiones importantes; caso contrario, se enfrentarán a costa del aplazo de los grandes pendientes. En este sentido, el editorial de El País afirma que recuperar la estabilidad de Perú debe ser el objetivo principal, ya que la pandemia lo ha convertido en el país con mayor número de muertos por habitante a nivel mundial, y con un saldo económico de 10% más de pobreza. Ante este escenario, establece que unir una nación profundamente dividida debe ser también un objetivo de Castillo, demostrando así que busca un acercamiento y que gobernará con la mirada puesta en todo el pueblo, incluidos quienes le dieron la espalda en las elecciones.

 

8. Nuevo Primer Ministro en Haití

Oliver Stuenkel (Carnegie Endowment For International Peace) afirma que el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, el 7 de julio, produjo una profunda crisis política en un país ya acosado por grandes desafíos. Esto marca el último giro en una agitación que ha envuelto al país caribeño desde 2018, cuando Haití se vio sacudido por las protestas contra el aumento del precio del combustible y las revelaciones de un enorme escándalo de corrupción gubernamental. Desde la salida de la misión de paz de la ONU en Haití en octubre de 2017, la situación tanto de la seguridad como de la economía del país ha empeorado. Según el editorial de The Washington Post, es comprensible que ni el gobierno de Biden ni el Consejo de Seguridad de la ONU quieran enviar tropas a Haití, ya que los logros que se han conseguido en intervenciones anteriores han sido de corta duración y han estado plagados de daños colaterales en un país que no podía permitírselo. Sin embargo, en la actualidad, parece poco probable que se pueda frenar el caos alimentado por las bandas que ha paralizado gran parte de la vida en Haití. La comunidad internacional, de acuerdo con el artículo, debería considerar la posibilidad de centrarse en un nuevo enfoque de tres vertientes. Esto incluiría hacer hincapié en las negociaciones para alcanzar un acuerdo nacional y crear un gobierno de unidad nacional; establecer un calendario para la celebración de elecciones libres y apoyar la implementación de una campaña de vacunación contra el COVID-19 lo antes posible, aprovechando la reciente decisión de la administración Biden de donar medio millón de vacunas a Haití a través de la iniciativa COVAX.

 

Edición: Analía Amarelle, Lucas Mertehikian y Julia Pérez Maldonado.

Equipo de Redacción: Camila Busso, Lucía Cobián, Tamara Cheroki, Julieta Larruy y Candela Leguizamón.

 

 

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