África y la expansión del Covid-19: factores endógenos y desafíos que enfrenta el continente

Por José Néstor Ureta, 15 de abril de 2020
Comité de Asuntos Africanos

Al 14 de abril el continente africano registra casi 15.000 casos positivos de Covid-19 en 53 de sus países y 835 muertos. Una cifra actual que es reducida si la comparamos con otras regiones del planeta.

Aún cuando existen dudas en cuanto a las reales posibilidades en algunos países y regiones de comprobar fehacientemente la cantidad de afectados por el Covid-19, la relativa expansión de la pandemia debe atribuirse a numerosas medidas de aislamiento, cierres de aeropuertos y fronteras y diversas prohibiciones adoptadas por los estados africanos luego de la Reunión de sus Ministros de Salud celebrada en febrero pasado y el fuerte llamamiento para "prepararse para lo peor" realizado por el Director General de la OMC, el etíope Tedros Adhanom (1). Se especula con cierto fundamento que también ha influido el clima cálido, la pirámide invertida de su población con una gran mayoría de gente joven y la experiencia adquirida en la contención del Ébola y otras infecciones que aquejan al Continente.

No obstante estas cifras existen una serie de factores endógenos que complicarán al Continente, particularmente al África Subsahariana, de agravarse la pandemia. Entre ellos, la deficiencia de sistemas sanitarios débiles, las diversas infecciones que aquejan a numerosos países como el HIV, la tuberculosis y la malaria, los desplazamientos poblacionales, los campos de refugiados y los conflictos armados en países y diversas regiones.

Más países pueden caer en el hambre, es por ello que el Programa Mundial de Alimentos ha negociado un corredor humanitario para mantener la ayuda alimentaria en el Sur del Continente, luego de que muchos estados han cerrado sus fronteras.

También Médicos Sin Fronteras, Médicos del Mundo, la Cruz Roja y otras organizaciones humanitarias expertas en epidemias se hallan asesorando y actuando en las zonas más carenciadas y desprotegidas.

Niños y familias vulnerables en asentamientos informales en campos de refugiados están expuestos a la expansión del Covid-19. África Subsahariana alberga a una cuarta parte de la población refugiada del mundo siendo el continente que menos cuenta con profesionales de la salud.

Conforme al ACNUR más de 80 por ciento de las personas refugiadas viven en países con sistemas de salud débiles, en asentamiento densamente poblados en ocasiones sin acceso al agua potable y condiciones insalubres. Se agrega a estos datos la enorme dificultad de realizar pruebas fehacientes de detección del virus. Ello no obstante, en algunos de los campos de refugiados más poblados se ha aumentado la distribución de jabón y la formación de trabajadores sanitarios y humanitarios. Se han habilitado instalaciones de aislamientos y realizado campañas de difusión e información.

Otro factor a tener en cuenta es que, a pesar de la expansión de la pandemia, las guerras continúan en varios países cuyos hospitales han sido dañados. Para ilustrar estos casos, se pueden mencionar los conflictos del Sahel -franja de 5000 kilómetros desde el Atlántico al Mar Rojo- que afecta a varios países en los cuales como consecuencia de la inestabilidad política, atentados y contínuas oleadas de violencia dejan a 200.000 personas desplazadas. La región del Lago Chad, en donde el terror de Boko Haram desde 2013 y la creciente evaporación del Lago donde habitan 40 millones de personas, afecta a 4 países: el extremo norte de Camerún, el oeste de Chad, Niger y el Noreste de Nigeria, con 2 millones de personas desplazadas.

En el centro del continente, la República Centroafricana padece de la lucha armada entre Seleka y Anti-balaka afectan a 1 de 4 personas. Los menores constituyen el 60 por ciento de su población y son capturados como niños soldados o esclavos sexuales y en la República Democrática del Congo, desde la guerra del Coltan en 1998 oleadas de violencia azotan el país. A su vez, el repunte de violencia en Burundi desde 2015.

En el cuerno de África, Somalia presenta una de las crisis más prolongadas del mundo, en la que la violencia de Al Shabadd deja a más de 2 millones de personas desplazadas y el serio conflicto en Sudan del Sur.

Académicos sostienen que la pandemia afectará la capacidad para prevenir y actuar de la UA a través de la "African Union's Peace and Security". En el Summit de la UA celebrado en febrero se estaba trabajando en una iniciativa para desplegar 3000 hombres en el Sahel y así como también se analizaron otras operaciones en Somalia y Sudán del Sur. (2)

Consecuencias económicas

Por primera vez en más de una década África Subsahariana entrará en recesión debido al impacto económico del Covid-19. Y no serán suficientes los 20.000 millones de euros anunciados por la UE el 8 de abril para ayudar a los países más vulnerables.

Debería tenerse en cuenta al respecto de la ayuda económica y eventuales inversiones que puedan llegar a darse, la posible diferenciación entre aquellos países que tienen grandes recursos de hidrocarburos y minerales y aquellos que no los tienen, con relación a la intervención de potencias regionales y globales.

Uno de los impactos muy negativos se da con el precio del petróleo en aquellos países en los cuales la participación de este producto es fundamental en sus exportaciones globales, los que afrontarán un período económico incierto y difícil (Vg. Argelia, Libia, Nigeria, Angola, Gabón, Guinea Ecuatorial). Para estos países, según la Comisión Económica de las Naciones Unidas (CEPA), podría significar una pérdida de 65.000 millones de dólares.

A este complicado panorama se suman, entre otros factores, la pérdida de 20 millones de empleos -que estima la UA-, la alteración de las cadenas de suministros mundiales, las dificultades de la interconexión con las economías europeas, china y de Estados Unidos, el envío de remesas y el turismo afectado por los cierres de aeropuertos y fronteras (África recibió 70 millones de turistas en 2019).

La OMC, el FMI y el Banco Mundial han pedido un alivio de deuda para que los países en desarrollo puedan responder a las consecuencias de la pandemia. Recientemente en un comunicado conjunto el FMI y el Banco Mundial expresaron que es imperativo que congelen el reembolso de deudas de 76 países y solicitaron al G20 ser puestos a cargo de la evaluación para hacer la lista de países con deudas insostenible y trabajar para una reestructuración. La propuesta será presentada para la evaluación de ambos organismos en la reunión prevista para los días 16 y 17 de abril que se realizará de manera virtual. (3)

Según explica el FMI, el criterio para integrar la lista depende de la pobreza relativa definida como un ingreso nacional bruto per cápita inferior a un umbral establecido y actualizado anualmente (1,175 dólares en el ejercicio económico 2020). Dentro de esta lista, que no incluye a Sudáfrica, se encuentran una gran cantidad de países del África Subsahariana. De los 54 países africanos, 33 se encuentran entre los menos desarrollados.

Además, según el Informe de grupos de expertos de la RAND Corporativa sobre los 25 países más vulnerables a los brotes de infección en el mundo, 22 son africanos.

(1) https://www.unotv.com. Declaración del Director General de la OMS del 18/03/2020

(2) https://www.africaportal.org. "How Covid-19 is impacting the African Union's Operation".

(3) https://www.bancomundial.org. Declaración Conjunta del Grupo Mundial y del FMI del 25/03/2020