31 de mayo de 2016

Sesión académica a cargo de Ricardo Lagorio, continuación del proyecto "Revisando la historia bilateral: ¿Ha sido una constante el conflicto entre la Argentina y los Estados Unidos?", organizada por el Comité Estados Unidos con el auspicio de la Embajada de los Estados Unidos

Por Julieta Altieri

El martes 31 de mayo de 2016 tuvo lugar en el CARI la continuación del ciclo "Revisando la historia bilateral: ¿Ha sido una constante el conflicto entre la Argentina y los Estados Unidos?". En esta oportunidad, el Embajador Ricardo Lagorio se refirió a Juan Bautista Alberdi y a la influencia que tuvo de los Estados Unidos para pensar nuestra Constitución pero, a gran escala, el país.

En primer lugar, Lagorio señaló brevemente la contribución de Alberdi en la dimensión jurídica. Esta dimensión es la más conocida y, por lo tanto, es incuestionable que la Constitución Nacional argentina está inspirada en la de los Estados Unidos y, sobre todo, en la de California.

Alberdi veía en la Constitución Nacional no solo un instrumento rígido, sino un instrumento dinámico de Constitución Nacional en el sentido etimológico de la palabra. Además de ser un instrumento jurídico, era un instrumento político y social.

No obstante, la mayor diferencia entre ambas cartas radica en el artículo 76 inciso 31 de la Constitución argentina, que permite la intervención del poder federal en las provincias. Es por esto que tras este artículo, concluye la analogía de ambas constituciones, pues esta diferencia sustancial es muy propia de la Argentina y lejana a la ingeniería social de los Estados Unidos, donde el individuo no le cede al Estado ciertas competencias.

En segundo lugar, Lagorio reflexionó sobre el aporte de Juan Bautista Alberdi en materia de política exterior. El libro "El crimen de la guerra", escrito por Alberdi en 1870 no es una condena directa a la guerra, sino es una separación de la guerra justa y la guerra injusta y el papel del soldado. Aquí Alberdi realizó una diferencia entre el guerrero y el soldado de la paz. Aparece por primera vez la idea de las misiones de mantenimiento de la paz, porque eran soldados puestos al servicio de la paz universal.

Alberdi siempre estuvo buscando la ingeniería política e institucional

"Alberdi siempre estuvo buscando la ingeniería política e institucional", afirmó el Embajador. Cuando fue enviado en 1855 a Europa como Embajador plenipotenciario de la Confederación, hizo una escala en los Estados Unidos, "donde se quedó un mes para indagar sobre algunas cuestiones y cumplir con su objetivo que era el mismo que tenía en Europa, el no reconocimiento, por parte de los americanos, de la provincia de Buenos Aires", señaló.

Pero ¿qué buscaba Alberdi en los Estados Unidos? Leyendo sus memorias, se puede vislumbrar que, en primer lugar, quería saber qué sistema usaban para fomentar las inmigraciones europeas. Segundo, preguntar a hombres notables si eso generaba un daño sobre su propio país, o sea, si la inmigración los perjudicaba. "Este punto es uno de los debates que enfrentamos en este siglo, el impacto de los flujos migratorios", remarcó el Embajador. Tercero, indagar con ministros extranjeros cuáles eran las intenciones de Washington sobre América del Sur. Cuarto, conseguir que apoyen la propuesta de la Confederación sobre la libre navegación de los ríos argentinos. Quinto, consultar cómo se cedían terrenos públicos a los migrantes en América del Norte. Sexto, cuál era su régimen de aduanas, qué sistema impositivo implementaban. Por último, qué criterios tenían para otorgar créditos.

Alberdi no solo hizo una parada en los Estados Unidos para buscar datos, sino también quería difundir allí algunas ideas. En primer lugar, instaurar la idea de que a los Estados Unidos le convenía el comercio con la Confederación. En segundo lugar, la necesidad de que no se anulara la libertad de navegación y que se la fomentara. En tercer lugar, que se tradujera la Constitución argentina y que se difundiera por todo el territorio de los Estados Unidos. Cuarto, en relación a las compañías empresarias de migraciones, realizar un sondeo para conocer su disposición a celebrar contratos con el gobierno argentino. Por último, difundir las ideas argentinas entre periodistas notables de los Estados Unidos y quedar en contacto con ellos. Esto, para Lagorio, "es lo más destacable y sobre todo moderno pues, ya en esa época, Alberdi pudo darse cuenta de la importancia del periodismo y de la opinión pública, de la importancia de llegar a los poderes informales".

Alberdi fue un constante opositor a la Doctrina Monroe

En cuanto a las relaciones exteriores, el Embajador recordó que Alberdi fue un constante opositor a la Doctrina Monroe. La calificaba como una muestra del egoísmo norteamericano, ya que ésta no era comprensible dado que el peligro inminente de una intervención de la Santa Alianza o de las metrópolis europeas en alguna de sus ex colonias había desaparecido. Además, justamente, como lo que buscaba Alberdi en Europa era la injerencia europea en América -no militar pero si económica, financiera y migratoria- creía que la Doctrina Monroe no le convenía a la Argentina, sino que solo servía a los intereses estadounidenses.

Para Lagorio, otro punto que reconoció Alberdi es el modelo de hombre que tenían en los Estados Unidos, con un perfil laborioso, consecuente con la búsqueda del progreso material. Es notable que, ya en esa época, Alberdi viera que Estados Unidos había registrado la importancia del soft power, la relevancia de la ciencia y la tecnología.

Para concluir, Lagorio retomó la vigencia de Juan Bautista Alberdi y su aporte a la diplomacia argentina, destacando tres dimensiones: inauguró la relación bilateral de alto nivel, reconoció que la diplomacia es siempre diálogo, conversación y negociación y, por último, aseguró que para ser un buen diplomático hay que ser confiable, franco, honesto y sincero.

Ricardo E. LagorioEmbajador. Diplomático de Carrera. Estuvo destinado en la Misión Permanente de la República Argentina ante la ONU y en la Embajada Argentina ante la ONU. Licenciado en Ciencias Políticas y Ph.D Candidate, City University of New York. Fue Subsecretario de Política y Estrategia del Ministerio de Defensa. Profesor en la UCA y UBA. En 2002-2003 fue "Scholar-in-Residence", American University, Washington, DC. Miembro del CARI y de American Political Science Association