8 de abril de 2010

Presentación de las conclusiones del primer encuentro del Diálogo Argentina-Brasil, organizado por la Universidad de San Andrés, de la Argentina y el Centro de Estudios de Integração e Desenvolvimento (CINDES), de Brasil

Por Lucía Fernández Núñez

"Déficit de discusión"

Para Pedro da Motta Veiga, director del Centro de Estudos de Integração e Desenvolvimento (CINDES), de Brasil, éste fue el motivo principal por el cual un grupo de académicos argentinos y brasileros decidieron intercambiar opiniones sobre las relaciones comerciales entre Brasil y Argentina. En la sesión académica organizada por el CARI, el día jueves 8 de abril de este año, explicó brevemente que el encuentro entre ellos tenía como objetivo caracterizar a los dos países participantes y pensar una agenda bilateral que responda a intereses regionales. Junto con Sandra Polonia Ríos, también parte del directorio de la misma organización y Roberto Bouzas, director de la Maestría de Relaciones y Negociaciones Internacionales de la Universidad de San Andrés, coordinaron las actividades y redacción del documento que "sintetiza las distintas posiciones mirando hacia el futuro y valorando la relación bilateral", según da Motta Veiga.

Bouzas aclaró que el documento intenta plasmar opiniones compartidas. "La premisa es que el escenario internacional y los vínculos entre la Argentina y Brasil han cambiado radicalmente en relación a lo que era hace 20 años". El documento llega a ciertas conclusiones acerca de la relación bilateral, algunas de las cuales fueron presentadas por el expositor. La primera de ellas es que "la situación actual de la relación entre la Argentina y Brasil se caracteriza por un equilibrio bajo en lo que se refiere al tratamiento de la agenda económica", como señala el documento. "No hay nada que ‘obligue' a que la relación bilateral se mueva hacia un nivel de mayor intensidad y profundidad" agrega el mismo, y según Bouzas, se precisa de un ejercicio permanente para poder mantener un vínculo activo entre las partes. A su vez, remarcó la necesidad de construir una agenda que permita identificar intereses comunes. Respecto a esta cuestión, afirmó que "es necesario retomar viejos temas" de la década del '90: "No viejos porque estén obsoletos sino porque hace mucho que están sobre la mesa y no se han resuelto", explicó. Por ejemplo, sobre la agenda de comercio e inversiones destacó los puntos relativos a la estabilidad de las reglas y la transparencia. La lista de temas creada por el grupo enuncia: seguridad alimentaria y el papel de los países en esta área, desarrollo de normas de energías renovables y biocombustibles, mecanismos comunes de desarrollo y cambio climático, integración y seguridad energética, integración del mercado de capitales, y cooperación en foros económicos internacionales.

Los comentaristas

Es necesario volver a la agenda tradicional fomentando grupos binacionales, encarar el desafío de China como región y generar competencia con este país

Martín Berardi

Diego Guelar, jefe de Relaciones Internacionales del PRO y primer comentarista del panel, reconoció que se sentía obligado a ser algo provocativo. "El equilibrio es o no es". Según Guelar, "En el original Mercosur, el escenario era distinto del actual: la Argentina tenía una mejor consolidación política que la de Brasil". También destacó que durante las décadas del '80 y '90 hubo una igualdad económica relativa. "Pero eso desapareció", afirma, "por eso, hay un nuevo escenario en el cual pensar una relación bilateral es cada vez más difícil".

El comentario de José Luis Fanelli, investigador y profesor de la Universidad de San Andrés, apuntó a las diferencias en la capacidad de crecimiento entre una y otra economía y la presencia de una paciencia estratégica. El documento explica que "los gobiernos parecen bastante cómodos con sus respectivas posiciones actuales frente a la relación bilateral: el gobierno brasileño postula la necesidad de tener "paciencia estratégica" en relación con las posiciones económicas de la Argentina (…)". Frente a este concepto, Fanelli sostuvo que "la paciencia es poco estratégica y que lo que el documento señala es que la Argentina está concentrada sólo en su agenda doméstica". Por otro lado, "cuando uno mira la capacidad de crecimiento, en los '90, la Argentina creció muy rápidamente y se chocó contra un techo y ahora está pasando lo mismo. Pero rescato la capacidad del país para crecer, "Brasil no tiene tanta capacidad", señaló. Hay que tener en cuenta que en el contexto de la crisis financiera desatada en 2008, mientras el PBI de Brasil creció -0,2 por ciento en 2009, el de la Argentina fue de -2,5 por ciento según datos de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés).

El escenario internacional y los vínculos entre la Argentina y Brasil han cambiado radicalmente en los últimos 20 años

Roberto Bouzas

Sin embargo, un oyente cuestionó el comentario de Fanelli al preguntarse si no sería conveniente evaluar la calidad más allá de la cantidad del crecimiento. Fanelli afirmó que "no hay nada que diga que Brasil es líder de América Latina en términos de utilidad" refiriéndose a la competencia entre Brasil y Argentina por la venta de soja y, una vez más, al lento crecimiento económico del país en los últimos años. Recordó a su vez que el origen del Mercosur apuntaba al desarrollo industrial, "Nos vamos a integrar con un país que se está `primarizando´" y resaltó la inestabilidad económica de la Argentina y la "mediocridad económica" de Brasil desde la crisis de los años ‘80.

El académico propuso un enfoque sistémico considerando que nos encontramos en un mundo donde China surge como un actor relevante y donde se plantea un rediseño de la arquitectura financiera. En su opinión, "debemos buscar un driver para cambiar la situación, sobre todo en lo que ya hicimos. Por ejemplo, en el comercio, en el que ya hay algunas inversiones mutuas. Si en la integración no hay intereses mutuos, no va a funcionar". Por último, resaltó la necesidad de un sistema regional de innovación en el que se trabaje en conjunto en temáticas como energía nuclear y cuestiones climáticas.

"La integración es algo inevitable y necesario" afirmó Martín Berardi. El director de Ternium Siderar se remontó en la historia a los intentos de integración entre los países y explicó que en su momento Brasil y Argentina eran dos economías competitivas pero ciertas asimetrías comenzaron a surgir entre ellas. Por ejemplo, asimetrías de tamaño, de acceso a financiamiento, de reglas de juego, reglas de compra gubernamentales, etc. "El documento habla de una paciencia estratégica. Es así porque las diferencias se van agrandando, y cada vez más, grupos brasileros van comprando grupos argentinos".

"El desafío de la región está en la competencia con China, y cada vez menos con los Estados Unidos y Europa. Creo que es necesario volver a la agenda tradicional fomentando grupos binacionales, encarar el desafío de China como región y generar competencia con este país" explicó el industrial. Por último, señaló la importancia de Brasil como líder de la región: "tiene que dar un paso y fomentar las inversiones argentinas en su país, la formación de grupos binacionales cada vez más fuertes, y mayor voluntad para establecer reglas de juego más parejas". Sugirió también la necesidad de la participación del Banco Nacional de Desenvolvimiento (BNDES) brasilero y uno argentino que financie a empresas de uno u otro país a la hora de invertir.

Antes de dar por finalizada la presentación del documento, Adalberto Rodríguez Giavarini, Presidente del CARI, además de agradecer una vez más el aporte al diálogo bilateral, remarcó que "sobre el Mercosur original hay cuestionamientos que están apareciendo arriba de la mesa y que no podemos dejar de lado". Se refirió puntualmente a la estrategia nuclear. Expresó que es una realidad "que envuelve y a veces sobrepasa el nivel económico y debe analizarse en profundidad desde el Mercosur fundante".