29 de marzo de 2016

Sesión académica a cargo de Rosendo Fraga, Patricio Giusto y Felipe de la Balze, organizada por el Comité Estados Unidos, con el auspicio de la Embajada de los Estados Unidos

Por Andrés Matías Schelp

En la historiografía argentina siempre ha dominado la idea que la Argentina y los Estados Unidos han tenido una mala relación

Fraga

La sesión académica comenzó con una introducción del Consejero de Prensa y Asuntos Públicos de la Embajada de Estados Unidos, Thomas Mesa, quién indicó que el objetivo de la misma sería resaltar los puntos en común entre Argentina y Estados Unidos a través de la historia, y no sus desencuentros.

A continuación, Rosendo Fraga, Director del Comité Estados Unidos del CARI, inició su disertación sosteniendo que, "en la historiografía argentina siempre ha dominado la idea que la Argentina y los Estados Unidos han tenido una mala relación". Sin embargo, según el analista político, esta conceptualización parte de poner el foco en tres momentos puntuales, por lo que la idea de que el conflicto entre las dos partes es inevitable debe ser problematizada.

En primer lugar, Fraga mencionó la Primera Conferencia Panamericana de 1889, en la cual Argentina, con Roca y Roque Sáenz Peña, frenó la propuesta de Estados Unidos de crear una Unión Panamericana. En segundo lugar, se refirió a la conocida oposición binaria utilizada por Perón en las elecciones de 1946: "Braden o Perón". Finalmente, el tercer momento consistió en el embargo cerealero que Estados Unidos efectuó contra la Unión Soviética, y del que la Argentina rechazó formar parte.

Cuando uno analiza estos momentos de convergencia, los momentos de conflicto no son lo permanente

Fraga

Fraga indicó que también es posible poner la atención en los puntos y personalidades a través de las cuales se dio una convergencia entre ambos países, lo que permite observar la historiografía desde otra perspectiva. Para ello, Fraga resaltó diversos hechos que apuntan a fortalecer esta posición. Comenzó indicando que el federalismo argentino se nutre del estadounidense, a través de las perspectivas de Artigas, Dorrego y Alberdi. Entre otros, también mencionó que el modelo educativo de Sarmiento se alimentó de perspectivas situadas en los Estados Unidos, que el presidente Roca promovió la intervención diplomática de Estados Unidos como árbitro y mediador ante dos conflictos limítrofes con Chile, se refirió a las "Cartas Norteamericanas" de Pellegrini –en las que propuso a Estados Unidos como modelo para Argentina–, la visita del presidente Roosevelt a la Argentina y, por último, el Plan Pinedo de los años 40 y la presidencia de Frondizi, momentos en los cuales se intentó generar alianzas con Washington.

Como conclusión, Fraga sostuvo que "cuando uno analiza estos momentos de convergencia, los momentos de conflicto no son lo permanente y la única forma posible en este relacionamiento –entre Argentina y Estados Unidos–, y esto nos permite ver hacia el futuro con otra libertad de acción". Antes de concluir, Fraga indicó que la historiografía no pone atención en la articulación de las coincidencias entre los dos países.

El siguiente orador, el politólogo Patricio Giusto, comenzó señalando la influencia del ideario federalista norteamericano en Artigas, quien a su entender fue el padre del Federalismo en América Latina y un personaje trascendente en los momentos fundacionales de la Argentina.

El federalismo encajó perfecto para justificar los antagonismos provinciales respecto al poder de Buenos Aires: una ideología que fue rápidamente adoptada por la mayoría de los caudillos y que tuvo fuerte arraigo popular

Giusto

Artigas, según Giusto, solo tuvo la capacidad de acceder a una escasa cantidad de libros. Sin embargo, entre ellos, se encontraban importantes obras del pensamiento político independentista y post-independentista, incluyendo dos obras del revolucionario inglés Thomas Paine –las cuales le permitieron acceder de forma directa a la Constitución Federal de los Estados Unidos de 1787 y a las de cuatro Constituciones Estaduales–, el libro "La historia concisa de los Estados Unidos" del historiador John McCulloch –que contaba con un minucioso estudio histórico de los EE.UU. hasta 1795– y la obra "El Contrato Social" de J.J. Rousseau.

Posteriormente, Giusto recordó que las 20 instrucciones de Artigas enviadas a la Asamblea General Constituyente de 1813, permiten visualizar el modelo político del caudillo entrerriano para la nueva Nación. En las mismas, Artigas buscó un punto intermedio entre la postura sostenida en la Confederación de Estados Unidos en 1777 y la Constitución Federal de Estados Unidos de 1797. Artigas impulsaba una "liga de amistad de provincias soberanas", una referencia directa a la "unión perpetua de los Estados Unidos de América", propuesta en los artículos de la Confederación. Similarmente a los confederados estadounidenses como Jefferson y Madison, Artigas sostuvo la "paridad de los Estados Soberanos por sobre cualquier otra entidad política". Giusto recalcó luego que el político entrerriano también incorporó de la Constitución Federal de 1787 el establecimiento de un poder ejecutivo central fuerte, funcional, coercitivo y con una forma republicana. Por último, indicó que Artigas recomendó el establecimiento de un gobierno dividido en tres poderes –en consonancia con la Constitución Federal de 1787 y la estadual de Virginia–, la plena libertad civil y religiosa –influencia de Paine y de la experiencia de las colonias norteamericanas– y la una condena al despotismo militar –presente en la Constitución Federal y a las Estaduales a las que tuvo acceso.

Giusto concluyó recalcando que "esta puja entre el federalismo introducido por Artigas desde Estados Unidos y los centralistas y luego unitarios no porteños, tuvo algunas características particulares que tienen que ver con la geografía y la idiosincrasia de nuestras provincias argentinas. De alguna forma, el federalismo encajó perfecto para justificar los antagonismos provinciales respecto al poder de Buenos Aires: una ideología que fue rápidamente adoptada por la mayoría de los caudillos y que tuvo fuerte arraigo popular".

El último orador, el economista Felipe de la Balze, indicó que se iba a referir a un período específico de la historia, que transcurre entre los años 1890 y 1935, en el cual la relación entre Argentina y Estados Unidos fue particularmente próspera.

De la Balze señaló que, a partir del año 1890, el comercio de Argentina con Estados Unidos creció exponencialmente y prácticamente se multiplicó por diez, pasando a significar el 2% en 1890 al 20% en 1930 del comercio total de Argentina. Este cambio, se debió, principalmente, a la reducción de los aranceles a los productos argentinos en Estados Unidos en el año 1892 del 40% al 15%, un reclamo histórico de la Argentina.

Lo que podemos aprender de 1890-1935 es que una relación económica intensa es la base para una relación provechosa, fructífera y de largo plazo entre Argentina y los Estados Unidos

De la Balze

De la Balze recalcó que la relación durante este período era deficitaria (Argentina exportaba productos agroindustriales e importaba productos industriales) pero, al ser convertibles las monedas, Argentina utilizaba las divisas obtenidas de las exportaciones a Europa para cubrirlo, y al mismo tiempo, el déficit era compensado en la balanza de pagos por una inversión extranjera muy importante por parte de Estados Unidos.

El alto grado de relacionamiento entre ambos países se visibilizó, según el expositor, en el rearme argentino realizado en 1909, el cual se realizó mediante dos acorazados producidos por los Estados Unidos. Este afianzamiento de la relación se dio a pesar de la existencia de competencias en el ámbito diplomático entre ambos países.

De la Balze explicó esta paradoja en el contexto internacional imperante en el período, y en la consecuente política exterior de Estados Unidos. Esta situación se visibilizó con la famosa frase que dejó Roosevelt en su visita a la Argentina: "La política exterior de los Estados Unidos en América del Sur son los negocios". Ello se dio en contraste con la política intervencionista aplicada por Washington en América Central.

La relación próspera entre Argentina y Estados Unidos comenzó a deteriorarse desde el año 1935 y tuvo un punto clave: el rechazo por parte de nuestro país de la propuesta de Roosevelt de hacer un acuerdo comercial preferencial entre ambos países en su visita de 1936.

Analizando el período abarcado, el economista definió la política exterior de Argentina como "casi gaullista", refiriéndose por ello a que la política de confrontación argentina en reuniones bilaterales o panamericanas era una política de prestigio, intentando asimismo poner un freno a la entrada de Estados Unidos en la región. Sin embargo, el expositor recalcó que el problema fue que, una vez que Estados Unidos se convirtió en potencia mundial, con una agenda global, la aplicación de la misma política exterior por parte Argentina constituyó un "error estratégico" que tendría consecuencias muy negativas para el país.

De la Balze sintetizó lo antedicho en la siguiente frase: "Tuvimos períodos muy atractivos de la relación con Estados Unidos. Argentina, durante ese período -1890-1935-, mantuvo un alto margen de independencia diplomática. El problema fue que Argentina intentó tener ese margen de libertad diplomática cuando ese mundo cambió". Sin embargo, De la Balze recordó que Argentina no tiene ningún conflicto de fondo con Washington.

A continuación, el economista pasó a analizar el presente de la relación bilateral entre ambos países, resaltando el déficit comercial de nuestro país por 4 mil millones de dólares, los flujos muy bajos de la relación (12 mil millones sumando el flujo comercial entre ambos países) y lo poco atractivo de la concentración de productos.

A partir de este breve análisis y del período analizado posteriormente, De la Balze realizó dos conclusiones. Por un lado, consideró que "el tema más importante, y la debilidad más grande en la relación con Estados Unidos que necesita ser resuelta, es la falta de densidad económica en la relación". Finalmente, concluyó refiriéndose a que, debido a la inexistencia de intereses estratégicos importantes, es clave para el país mantener un flujo de negocios importante con Estados Unidos. Justamente, según el economista, "lo que podemos aprender de 1890-1935 es que una relación económica intensa es la base para una relación provechosa, fructífera y de largo plazo entre Argentina y los Estados Unidos".

Rosendo M. FragaAnalista político, periodista e historiador. Es colaborador de diversos medios periodísticos y consultor de distintas entidades. Presidente y Coordinador General de Nueva Mayoría. Es Miembro de Número de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas. Es Director del Comité Estados Unidos y Miembro del Comité Ejecutivo del Consejo Argentina para las Relaciones Internacionales (CARI). Lleva publicados más de treinta libros sobre temas políticos, históricos y militares. Ha recibido varias condecoraciones y obtuvo un Premio Konex de Periodismo

Patricio GiustoLicenciado en Ciencias Políticas (UCA) y Magíster en Políticas Públicas (FLACSO). En los últimos años se ha desempeñado como consultor político en el sector público y privado, siendo fundador y director del centro de estudios Diagnóstico Político desde 2007. Ha trabajado en periodismo gráfico, investigación social y docencia universitaria. En 2014 fue becado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos en el marco del International Visitors Leadership Program (IVLP). En 2012 fue distinguido con el premio TOYP a los "Jóvenes Sobresalientes de Gualeguaychú", otorgados por la Cámara Junior Internacional (JCI). Es colaborador del Centro de Estudios para la Nueva Mayoría desde 2009 y docente regular en la UCA desde 2007. Cuenta con numerosas publicaciones y entrevistas concedidas a medios nacionales e internacionales

Felipe de la BalzeFue economista del Banco Mundial, vicepresidente del Citibank y del First Boston Corporation y asesor senior para América Latina de Lazard Frères y del Latin American Enterprise Fund. Profesor de Economía Internacional en el Instituto del Servicio Exterior de la Nación, FLACSO, en la Universidad Torcuato Di Tella, en la Universidad de Belgrano y en el Instituto Argentino de Mercado de Capitales. Es autor de numerosos libros y de artículos publicados en destacadas revistas internacionales. Realizó sus estudios universitarios en la Universidad de Paris, la Universidad de Princeton y la London School of Economics (Gran Bretaña). Es Secretario General del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI)