19 de junio de 2019

Seminario organizado por el Instituto de Seguridad Internacional y Asuntos Estratégicos (ISIAE)

Por Gabriel Roy y Alejandro Di Franco

En cuanto a la naturaleza de la tecnología en un nuevo orden internacional, el Embajador Alfredo Morelli trajo a colación una cita de Henry Kissinger, quien una vez se preguntó si el mundo se dirigía hacia un periodo de fuerza y agresión descontroladas. A propósito de esta pérdida efectiva de control en el ámbito cibernético, Morelli planteó que nos acercamos a un mundo de actores anónimos con valores desconocidos. Por eso, afirmó Morelli, el papel de las herramientas militares tradicionales disminuye en su relevancia dando lugar a una nueva clase de herramientas de ciberdefensa.

Más tarde, el Dr. Carlos Amaya, Profesor de Ciberseguridad y Ciberdefensa en la UBA, destacó el caso de la fibra óptica como una innovación clave en los canales de comunicación de la ciberdefensa que obedece exactamente a las mismas leyes que el espectro magnético. Así, explicó que "(…) lo que pasa en el fenómeno cibernético tanto como las matemáticas y el álgebra explican el mundo que nos rodea". Finalmente, avanzó sobre el gran peligro de los ataques a los sistemas de telemetría.

Luego, el Dr. Roberto Uzal, Director de la Maestría en Ciberdefensa y Ciberseguridad de la UBA, habló sobre las cuestiones de la singularidad tecnológica y las tecnologías exponenciales y destacó la relevancia de estos temas para las futuras propuestas en materia cibernética argentina. Además, destacó el caso de Estonia como referencia para pensar el caso argentino. En este sentido, destacó que en 20 años Estonia pasó de ser un humilde satélite de la Unión Soviética a un país que se encuentra en la cumbre de la alta tecnología.

Uzal sostuvo que la capacidad argentina de diseño no es suficiente para elaborar los proyectos de alta tecnología que el entorno requiere. En efecto, el cumplimiento de las exigencias del nuevo mundo tecnológico es cada vez más difícil a causa de las tecnologías exponenciales y la singularidad tecnológica. El Dr. Uzal que considerar la ciberdefensa, las tecnologías exponenciales, la singularidad tecnológica y la Cuarta Revolución de manera disjunta nos puede llevar a tener una ciberestrategia que entre en obsolescencia en muy poco tiempo. Así, señaló Uzal que "(…) de programar computadoras, pasaremos claramente a negociar con computadoras".

Más tarde tomó la palabra Alfredo Raúl Parodi, Subsecretario de Ciberdefensa del Ministerio de Defensa de la Nación, para disertar en materia de estrategia argentina de la ciberdefensa. Expuso que la nueva visión de la Directiva de Política de Defensa Nacional (DPDN) trata de anticipar y prevenir los ciberataques, particularmente los que pueden afectar las redes de los sistemas de defensa nacional. Esta visión también compromete la defensa de las infraestructuras y servicios críticos, como las redes eléctricas y nucleares. Ahí surge una distinción clave entre la infraestructura de la IT –que implica, por ejemplo, los servidores donde se guarda la información crítica– y de la OT, la tecnología estrictamente operacional. Resaltó el expositor que en la época de la guerra cibernética, los "universos" IT y OT están vinculados; por eso, hay que proteger los moderadores electrónicos de la fisión nuclear tanto como las plantas nucleares.

A continuación, el Subsecretario Parodi destacó cuatro líneas de acción en ciberdefensa definidas por la DPDN. En primer lugar se destaca la construcción de un centro nacional de ciberdefensa en Villa Martelli, al cual concurrirá un consejo asesor de ciberdefensa compuesto por académicos, representantes militares, prestadores y reguladores de los servicios esenciales. El segundo punto clave en la política de ciberdefensa argentina remite a la continuidad de la protección del ciberespacio como espacio soberano en el orden internacional. En tercer lugar, consiste en efectivizar una reingeniería de las Fuerzas Armadas y sus propias redes para otorgar un nivel más alto de seguridad. Finalmente, el cuarto punto se concentra en la coordinación entre unidades a través del fortalecimiento de capacidades de los departamentos de las Fuerzas Armadas.

Estos cuatro desarrollos clave forman parte de dos planes de acción: el Plan de Adaptación Organizacional Militar y el Plan Nacional de Defensa de Infraestructuras Críticas.

A continuación tomó la palabra el General Tomás Moyano quien abordó algunos lineamientos básicos sobre el Comando Conjunto de Ciberdefensa, para lo cual reparó primeramente en la estructura del sistema de ciberdefensa argentina. En materia jurídica, resaltó que por fuera de las buenas prácticas, no existen reglas explícitas en el ámbito internacional que regulen cómo operar en el ciberespacio. Asimismo, el general expresó la existencia de un excedente de capital humano pero una ausencia de coordinación. Haciendo alusión al accidente del Titanic, advirtió que la Argentina va derecho hacia un iceberg ciberespacial debajo del cual acecha la ‘deep web’ que está esperándonos pacientemente para destruir nuestro barco.

El Comandante Moyano destacó la razón de ser del Comando Conjunto de Ciberdefensa para evitar este "naufragio ciber" en 2014. Asimismo, Moyano enfatizó que el Comando ya está bien armado con el capital humano, la capacidad organizacional y la estrategia nacional de ciberseguridad, la cual constituye un documento "fundacional y vivo" que permite incorporar mejoras.

Dando otro ejemplo de los éxitos cumplidos por el Comando Conjunto, el General Moyano destacó el rol de la Argentina como sede del Foro Iberoamericano de Ciberdefensa en 2019 dado que el mismo permitió a la Argentina alcanzar mayores niveles de integración en la organización intercontinental. Finalmente, a modo de conclusión, afirmó que si bien las capacidades cibernéticas de la Argentina no son despreciables a nivel latinoamericano, requerirá realizar un gran esfuerzo para sentar al país en la mesa de negociación y lograr la sinergia.