12 de noviembre de 2015

Sesión académica a cargo del Embajador Itamar Rabinovich, organizada por el Comité de Asuntos Africanos, de los Países Árabes y Oriente Medio

Por Andrés Saravia

El 12 de noviembre de 2015 se realizó la sesión académica "El conflicto en los países árabes y el repliegue americano", a cargo de Itamar Rabinovich, ex Embajador israelí en Washington y Presidente del Israel Institute. Rabinovich evaluó la situación de los países árabes en un contexto histórico y analizó las políticas de los Estados Unidos hacia Medio Oriente, enfocándose en el conflicto de Siria y discutiendo el rol de otros poderes externos involucrados en la región como Rusia y los países europeos.

A partir del siglo XVIII, los árabes han tenido dificultades, juntos con otros musulmanes, de conciliar su identidad y autenticidad con la apropiación de elementos de la cultura occidental

El Embajador inició su presentación con un breve resumen de la historia árabe, desde la extensión del Islam en el siglo VII hasta su estado actual. Según Rabinovich, después de haber caído bajo hegemonía europea y haber perdido tanto en el control territorial como la difusión de su cultura y sus valores, los pueblos del Medio Oriente no fueron capaces de conciliar su propio patrimonio cultural con la influencia de Occidente y, por miedo a perder su identidad, muchos se volvieron hacia el fundamentalismo religioso. En este sentido afirmó que "a partir del siglo XVIII, los árabes han tenido dificultades, juntos con otros musulmanes, de conciliar su identidad y autenticidad con la apropiación de elementos de la cultura occidental".

Rabinovich destacó que, después de la descolonización de los países árabes, la región se volvió una arena de competencia importante durante la Guerra Fría. A partir de los años 90, Estados Unidos como única superpotencia adaptó bajo George Bush y Bill Clinton la política de doble contención de Irak e Irán e intentó actuar como mediador en el conflicto árabe-israelí, para estabilizar de esta manera el área-núcleo de Medio Oriente. Luego de las fallidas negociaciones entre Barak y Arafat, el inicio de la Segunda Intifada y la ideología neo-conservadora del gobierno de G.W. Bush, las relaciones entre Estados Unidos y el mundo árabe se deterioran a partir de los años 2000.

El expositor criticó el intento de implantar la democracia en su concepción occidental en Medio Oriente. La democracia no es algo que se puede simplemente "exportar" implementando elecciones en un país, sino que necesita el apoyo de la clase media, la formación de una sociedad civil y el respeto a los derechos humanos para prosperar. Enfatizó que las elecciones en los países árabes muchas veces allanaron el camino a partidos islamistas que después de haber tomado el poder ya no querían estar sujetos a principios democráticos y dio como ejemplo a Egipto con la Hermandad Musulmana. En el caso de Iraq, afirmó que las políticas defectuosas estadounidenses contribuyeron al reciente ascenso del Estado Islámico.

Rabinovich continuó su presentación evaluando la situación actual. La esperanza que con la renovación de las relaciones entre los Estados Unidos y el Medio Oriente bajo Obama y los eventos de la primavera árabe en 2011 surgiera una democratización de la región se acabó cuando los líderes autoritarios en varios países reaccionaron a las protestas con alta represión y violencia, más rígidamente Bashar al-Assad en Siria. Después que la oposición tomó armas y recibió apoyo exterior, Siria se volvió un escenario de competencia entre poderes domésticos e internacionales, por lo cual Rabinovich comparó el conflicto con la Guerra Civil española. El Embajador planteó dos razones por las cuales Estados Unidos no está interesado en involucrarse demasiado en Siria. Primero, por la menor dependencia de petróleo y un cambio del "punto de gravedad" geopolítico hacia el Pacífico, Medio Oriente perdió importancia relativa. Segundo, porque Obama, en general, terminó con la actitud intervencionista de su predecesor y sigue una política de "no boots on the ground".

Hubo un mensaje claro, no solamente a los sirios, sino también a otros en el Medio Oriente: ustedes no pueden contar con los Estados Unidos de intervenir en su nombre

Cuando después del uso de armas químicas por Assad -lo que Obama había declarado como la "línea roja" que no se debía traspasar– no hubo una reacción significativa por parte de Estados Unidos, fue "un mensaje claro, no solamente a los sirios, sino también a otros en el Medio Oriente: ustedes no pueden contar con los Estados Unidos de intervenir en su nombre". Según Rabinovich, de esta manera se creó un vacío de poder en la región en el cual entró Rusia. Dicha entrada se debe por un lado a la amenaza que el Estado Islámico se expanda hacia su territorio y, por otro lado, como un intento de restaurar la "gloria rusa" y restablecerse como una potencia global.

Rabinovich también hizo referencia a la perspectiva de los países europeos. Destacó que una cantidad significativa de jóvenes europeos se sumó a las organizaciones islamistas y una vez que regresen a Europa presentarían una amenaza de terrorismo. A la vez Europa siente las consecuencias del conflicto directamente por la llegada de millones de refugiados.

Al finalizar, Rabinovich señaló que la crisis del mundo árabe no terminará pronto y seguirá afectando a Occidente, por lo cual Estados Unidos tendrá que volver a poner un mayor énfasis en la región si no quieren dejarla bajo la influencia de Rusia.

Itamar RabinovichPresidente fundador del Israel Institute (Washington y Jerusalén). Fue Embajador israelí ante los Estados Unidos (1992-1996) y Jefe de las negociaciones de paz con Siria (1992-1995). Ex Presidente de la Universidad de Tel Aviv (1999-2007). Actualmente es Profesor Global Distinguido en la Universidad de Nueva York, Profesor Emérito en la Universidad de Tel Aviv, e Investigador Principal No-Residente en el Brookings Center for Middle East Policy. Es miembro de la Sociedad Filosófica Americana, de la Academia Americana de Arte y Ciencia y de la Comision Trilateral. Estudió en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Realizó su maestría en la Universidad de Tel Aviv y obtuvo un doctorado por la Universidad de California, Los Ángeles. Ha publicado numerosos libros y artículos