17 de marzo de 2015

Sesión académica a cargo de José Octavio Bordón, miembro del Comité Estados Unidos del CARI

Por Agustina Sforza

"Venezuela constituye una amenaza inusual y extraordinaria a nuestra seguridad nacional y política exterior". El Embajador Bordón comenzó su exposición aludiendo a tal declaración, pronunciada por Obama a raíz de los últimos sucesos acaecidos en Venezuela. Dicha situación modifica el panorama de cara a la próxima Cumbre de las Américas, a celebrarse en Panamá el viernes 10 de abril. A la cuestión del acuerdo Estados Unidos-Cuba, se suma la situación en Venezuela y las tensiones que de ella se derivan.

El expositor destacó tres situaciones que explican, y a su vez condicionan, la reunión en Panamá, así como también los patrones de interacción y relación entre los Estados Unidos y América Latina.

En un primer lugar, cabe hacer referencia a Cuba, en donde el deterioro progresivo de Venezuela y cierta voluntad de Raúl Castro de flexibilizar el funcionamiento económico, y por ende, el funcionamiento político también, llevaron al país a considerar importante la interrelación con la región en forma más permanente. Tal "deshielo" se vio anticipado en una reunión de la OEA celebrada en Colombia, en la que se afirmó la idea de que la sanción a Cuba estaba vinculada a un estado de situación que hoy ya no existe: la Guerra Fría. Así, se dio un claro paso hacia adelante en cuanto a la participación cubana en este Organismo Internacional.

Cuando en la región hablamos, sobrellevamos mejor las cosas; hay que hablar y escucharse

Por otro lado, en lo que respecta a los Estados Unidos, el Embajador aludió a cierta desatención del soft power en la política exterior, así como también a la intención de la administración estadounidense de dialogar con Irán en el marco de la No Proliferación Nuclear. Esto, junto con el triunfo republicano en las elecciones de medio término, impulsó a Obama a implementar nuevas ideas en busca de consenso ante las presiones y críticas internas por la debilidad con la que venía abordando las relaciones tanto con Cuba como con Irán.

En último lugar, la región se encuentra inmersa en una tensión entre los Derechos Humanos y Soberanía, en virtud de las múltiples y diversas fuerzas legales e ilegales que trascienden a los Estados. Si bien no pueden admitirse acciones en desmedro de los derechos en pleno siglo XXI, tampoco es admisible la destrucción del concepto de soberanía. Más allá de la globalización y la proliferación de actores no estatales, la capacidad de asumir y enfrentar dicha situación sigue recayendo en los Estados mismos. Además, el expositor hizo referencia a otro foco de tensión en la región, en torno a los conceptos de soberanía y democracia. Si bien destacó la adopción de la Carta Democrática de la OEA, consideró de vital importancia impulsar el diálogo entre los dirigentes latinoamericanos ante la necesidad de armonizar ambos valores.

Desconocer los temas globales garantiza el fracaso de la política nacional

Se necesitan nuevos instrumentos para defender y construir la democracia en la región y, tal como destacara el Embajador, los resultados no sólo dependen del accionar de Estados Unidos, sino que todos los países de América Latina deben adoptar una postura más activa ante el panorama ya descripto. La región cuenta con líderes para trabajar en forma conjunta, dialogar y encontrar así una salida sabia a las tensiones existentes. La situación en Venezuela representa una clara oportunidad para ponerlo en práctica.

José Octavio BordónEx embajador de la República Argentina en los Estados Unidos de América. Fue gobernador de la provincia de Mendoza y legislador nacional. Actualmente es miembro del Comité Estados Unidos del CARI