31 de marzo de 2014

Presentación del libro de los ex Secretarios de Energía de la Nación Emilio Apud, Julio César Aráoz, Enrique Devoto, Roberto Echarte, Alieto Guadagni, Jorge Lapeña, Daniel Montamat y Raúl Olocco

Por Florencia Soria

El 31 de marzo de 2014 en la sede del CARI se presentó en sociedad el libro electrónico "La política energética como política del Estado: Consensos para una nueva política energética" que recopila los documentos generados por ocho ex Secretarios de Energía de la Nación.

La edición de este libro electrónico reúne los artículos presentados oportunamente por los ex Secretarios de Energía de la Nación, con propuestas para la normalización y transformación del sector energético argentino de proyección a mediano y largo plazo, para delinear una política de Estado consensuada y permanente que se sostenga en el tiempo y no sufra los vaivenes políticos de la natural sucesión de gobiernos que impone la vida democrática; propendiendo de ese modo asegurar la continuidad del abastecimiento energético en Argentina.

Al proponer la discusión de políticas de Estado, los ex Secretarios de Energía abren la puerta a un cambio de calidad del debate político, al ser un área cuya trascendencia traspasa los plazos electorales y forma parte de un proyecto de país.

El Dr. Alieto Guadagni realizó una evaluación de los diez años comprendidos entre 2003 y 2013, los hechos positivos que pueden reconocerse y lo que debió hacerse y no se hizo. Puntualizó que "desde el descubrimiento de petróleo en el año 1907 en Comodoro Rivadavia, en ninguna década en la Argentina cayó la producción de gas ni de petróleo. No hubo autoabastecimiento, hasta entrada la década del 90, pero la producción seguía año a año". Y continuó: "Estamos ante la presencia de un hecho nuevo que yo denomino la "triple tenaza energética", que es el tránsito de un estadio caracterizado por energía abundante y barata a otro de energía cara, importada y escasa", cuyo fundamento no es geológico, sino de origen político. Según su afirmación, la raíz de esta decadencia argentina y la caída de la producción y del esfuerzo exploratorio es el resultado de la vigencia del peor modelo en el área de hidrocarburos.

En esta área, afirmo el ex Secretario, hay 3 modelos posibles:

El capitalismo de Estado, que ejercitan sensatamente todos los países petroleros del mundo porque no necesitan de la inversión privada.

El capitalismo competitivo, que desarrollan los países que pueden tener recursos pero no son productores natos, como el caso de Brasil, y por eso tienen instituciones para atraer capitales privados en un marco competitivo.

El "modelo argentino", es el "capitalismo de amigos" que convoca a quienes puedan apropiarse de la renta petrolera y no a quienes puedan generar renta petrolera.

Lo que se requiere es cambiar el modelo; "el problema argentino no es geológico, es político y tiene una solución de tipo político", señaló el Dr. Alieto Guadagni.

Juega aquí un papel relevante la transparencia en el sector, punto abordado por Emilio Apud, quien sostuvo en este sentido, que las instituciones han sido reemplazadas por personas y las leyes por decretos, generando campo fértil para que algunas personas sin escrúpulos hagan negocios. En el sector energético deben concretarse grandes inversiones y la falta de transparencia incide en el desarrollo de obras fundamentales para la producción nacional; sin energía no hay producción.

Es preciso volver a las instituciones y a la seguridad jurídica

Por otro lado, se debería cambiar la metodología: volver al sistema de licitaciones y exposición pública de todos los actos de gobierno para evitar el deterioro del sector energético marcado en los últimos años, y trabajar por un Estado de Derecho, con reglas de juego claras, perdurables y seguridad jurídica consensuadas en el sector político para que garanticen su continuidad mas allá del gobierno de turno.

"Yacyretá, es ejemplo de millones tirados al río por falta de criterio, de financiamiento genuino, pero era preciso terminarla", afirmó el Dr. Raúl Olocco. Las obras son necesarias pues la energía es un servicio vital, básico a satisfacer, por lo que Atucha II es preciso que se termine.

La necesidad y el hincapié sobre la generación de energía renovable a través del desarrollo de modelos no convencionales o alternativos de generación de energía son de suma relevancia, y deberían ser financiados con la renta de los hidrocarburos de modo que se garantice un desarrollo adecuado. Si sólo el enfoque para el desarrollo de energías no convencionales se pone en lo financiero y económico, es posible que se dilate su crecimiento; el sentido de una regalía en petróleo es el desarrollo de energía que lo sustituya cuando se extinga, por lo que es preciso, según Apud, "en vez de acaparar la renta y derivarla a gasto corriente, destinar una parte a lo que no es financiable directamente por el mercado", aportando, además, a la conservación del ambiente.

Los subsidios sirven para hacer política a corto plazo y no puede abordarse lo energético a corto plazo

Con respecto a los subsidios, según Daniel Montamat, "reducirlos es aumentar tarifas". Aquí se hizo especial hincapié en las inequidades regionales. De acuerdo al ex Secretario, "se benefician más en la capital y en el área metropolitana que en el interior del país. Y otra inequidad, tal vez la más grave, es la inequidad social, pues favoreció más a los ricos que a los pobres: el 20% más rico se llevó el 40% más de subsidios". Los montos de subsidios van a aumentar del mismo modo que la importación energética, por razones conocidas tales como la inflación y la devaluación.

Montamat terminó su exposición afirmando: "Los subsidios sirven para hacer política a corto plazo y no puede abordarse lo energético a corto plazo"; en este sentido el grupo de ex Secretarios sostiene que los subsidios innecesarios deben ser eliminados de modo gradual.

Estos temas puntuales explicitados en la presentación del libro "La política energética como política del Estado: Consensos para una nueva política energética", ponen de manifiesto la necesidad ineludible de abordar y resolver el futuro energético argentino en "consenso democrático", afirmó Herrera Vegas.