11 de abril de 2013

Sesión académica a cargo de Sebastián Brugo Marcó, organizada por el Comité de Asuntos Africanos, de los Países Árabes y Oriente Medio

Por Rocío Valero Uría

Todas las miradas se dirigen a un solo país capaz de intervenir en la realidad de Medio Oriente. Un país donde su geografía, historia, cultura y política apuntan a tener un rol significativo dentro de la situación de inestabilidad que invade a esta zona y que sabe aprovechar esta posición. Turquía tiene un rol fundamental en la situación política y económica del Oriente Medio y la apertura al mundo implica un avance indiscutible para alcanzar el liderazgo que tanto busca frente a los países que lo rodean.

El Dr. Sebastián Brugo Marcó, abogado por la Universidad Católica Argentina y Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad del Salvador, Diplomático de carrera, que se ha desempeñado, entre otros destinos y funciones, como Embajador argentino en Turquía, realizó un análisis de la situación y el rol de Turquía en la política y desarrollo de los países que conforman el Oriente Medio.

Turquía es conocida como el estado bisagra por encontrarse entre dos grandes bloques con culturas e ideologías distintas. Dentro de su ubicación territorial muestra un lado europeo y otro asiático que imponen como consecuencia el flujo de ideologías, culturas y religiones dando a Turquía un matiz distinto del resto de los países del mundo.

El modo en que el país supo aprehender lo distintos componentes de las culturas que lo rodean puede apreciarse, especialmente, a lo largo de su historia. Luego de la II Guerra Mundial, Turquía logró rearmarse a partir de ruinas, valiéndose sobre todo de la corriente oriental para generar cambios en su escritura, vestimenta y organización política del estado sin dejar de lado para ello su esencia turca.

Por otro lado, la locación estratégica de la que goza no sólo implicó una riqueza cultural y política sino también convirtió a Turquía en un mediador y aliado para las grandes potencias que lo rodean. Todo acontecimiento importante lo afecta directa o indirectamente. Para bien o para mal, el rol de Turquía es elemental frente al conflicto de intereses que se lleguen a generar entre ambas zonas y el país sabe aprovechar eso. De allí la importancia de las relaciones internacionales de Turquía con el resto de Medio Oriente.

Turquía es un país en el que su geografía, historia, cultura y política apuntan a tener un rol significativo frente a la realidad conflictiva presente en el Medio Oriente

Con respecto a la política exterior hacia el Oriente Medio, Turquía se caracteriza por ser muy activa. Si bien siempre han buscado mantener un vínculo con respecto a los estados limítrofes, resalta en ella la protección y conservación de los valores turcos frente al mundo. Presenta una postura moderada, en la que, si bien se busca sacar provecho de las relaciones con distintos países, no pierde de vista la identidad que lo caracteriza.

No obstante la postura conservadora, los problemas internos del país se convirtieron en un obstáculo para el crecimiento de sus vínculos con el resto de la zona. Un aspecto que repercute en la comunicación y dinamismo con el exterior es la cuestión de la libertad religiosa. Turquía, siendo un país laico, mantuvo durante muchos años una postura escéptica frente a la libre profesión religiosa a pesar de encontrarse rodeada de naciones donde la religión tiene un gran rol llegando a intervenir incluso en la política. Una muestra de ello se refleja en la legislación imperante hace más de sesenta años que prohíbe a las mujeres, tanto estudiantes universitarias como empleadas públicas, usar la cabeza cubierta.

Esta actitud, sin embargo, se ha ido modificando gracias a la fuerte intervención del "Partido de la Justicia y el Desarrollo" (AKP). Con su asunción al gobierno, se instaló la búsqueda de un cambio y flexibilización de componentes que sólo implican una traba para el progreso del país. Este partido político alza valores musulmanes e islámicos a nivel de elite. Dentro de su rol en la política turca, se lo conoce como un trasgresor de una gran cantidad de normas pero sin embargo se convirtió en un gran factor de estabilidad en Turquía.

Luego de diez años del mismo partido político en el poder, se pueden apreciar grandes cambios como la permisión a las parlamentarias de usar pantalones. Recientemente se buscó modificar la legislación que prohíbe el uso de turbantes a las mujeres, a fin de flexibilizar la libertad de culto en el país, sin embargo recibió una gran oposición por parte de distintos sectores como el judicial, diplomático y empresario, principalmente de Estambul.

La inclusión de los Aremitas, grupo importante que profesa la religión judía, en la sociedad turca es otro de los cambios relacionados con la libertad religiosa. Igualmente se puede apreciar el apoyo de Turquía hacia los refugiados sirios entre los que se encuentran cristianos y siríacos. Esto implica un gran avance que lleva implícito aires de tolerancia y convivencia pacífica. Turquía empieza a dejar de lado una postura rígida para aproximarse a una pasividad que dará lugar a grandes beneficios.

Otro aspecto interno que se encuentra plenamente relacionado con la libertad de culto es la reforma constitucional iniciada hace dos años. Presenta como eje central aspectos de derechos humanos, derechos de la mujer y reconocimiento de la igualdad de los ciudadanos, aspectos que, si bien se contempla en la constitución actual, se busca darle una dimensión mucho más amplia. Otro aspecto que busca ser modificado por la Constitución es la integración de todos los sectores étnicos generando un ambiente más hospitalario para los extranjeros que buscan residir en este país y dando lugar, indirectamente, un gran avance en las relaciones internacionales y las posibles negociaciones que se lleven a cabo con el resto de los países. Es importante destacar que este cambio intrínseco que se busca generar a partir de una nueva Constitución tiene su razón de ser en la intención de Turquía de formar parte de la Unión Europea, adaptando su normativa interna a los requisitos establecidos en Copenhague. Está de más aclarar el gran efecto que traería para el trato internacional de Turquía dejar de gozar de trato preferencial con la Unión Europea y pasar a formar parte de ella.

La conclusión de los conflictos armados dentro del país a pedido del líder de la oposición turca y presidente del Partido Popular Republicano (CHP), Deniz Baykal es otro elemento que reviste una gran importancia para Turquía. A pesar de encontrarse cumpliendo la pena de prisión perpetua, aislado en prisión, el rol de Baykal como líder sigue intacto, con la misma influencia y poder sobre sus seguidores como en los inicios de su gestión. La estabilidad política y seguridad dentro del país que se generó a partir de esto se convirtió en el punto de partida para que Turquía reconozca su importante rol dentro de la situación que se sufre en su territorio y ordenó a las fuerzas armadas que se preparen para encarar la realidad incierta y contingente que presenta el Medio Oriente.

Haciendo un mapeo del escenario de inestabilidad se puede observar que Libia todavía no ha encontrado una forma de organizarse, Túnez ha sufrido el asesinato de un líder muy importante, en Egipto el poder ejecutivo preside una interna muy oscura, Yemen y Arabia Saudita se destacan por la incertidumbre. Jordania juega el equilibrio de la dinastía gracias a Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel. Irán se encuentra expectante a las elecciones próximas, donde se busca radicalizar la corriente idealista. Actualmente, la relación con Turquía no es buena a pesar de que Turquía fue el país que demostró más respeto ante la iniciativa del plan nuclear de Irán. Este programa afecta directamente a Turquía, debido a su cercanía territorial. Además, la oposición de Irán al enfoque de Turquía como líder de la OTAN, con control de movimiento aéreo fue considerada como una gran ofensa. Armenia acaba de otorgarle nuevamente el poder a Serzh Sargsyan, personaje que presenta una postura bastante curiosa buscando desligarse de Rusia y acercarse a Turquía. La situación de Siria puede afectarles mucho y Turquía se encuentra a la espera de una solución rápida. En la medida que el conflicto en Siria se prolongue, menor será la estabilidad de Medio Oriente.

La flexibilidad en la libertad religiosa significa un avance primordial en la política exterior de Turquía, imponiendo una imagen distinta en el mundo

En cuanto al vínculo con Israel, entre ambos países siempre primó el respeto y buenas relaciones, sin embargo ninguno de los dos tuvo embajadas en el otro país por un largo tiempo. Posteriormente, gracias a la influencia de Estados Unidos llegaron a convertirse en aliados estratégicos, especialmente en el campo militar. No obstante, las relaciones con Israel empezaron a presentar dificultades cuando el gobierno israelí empezó a volcarse hacia el extremo más conservador y agresivo en su política exterior. Frente a ello, el gobierno turco asumió una fuerte defensa.

En cuanto a la relación de ambos frente al mundo, durante los últimos años Turquía bloqueó el ingreso a Israel en la OTAN (Organización del Tratado Atlántico Norte), en determinadas reuniones y actividades. A partir del acercamiento que se dio en el último tiempo entre ambos, estas trabas han cesado. Este acercamiento se tuvo un gran crecimiento a partir de las disculpas ofrecidas por Israel a Turquía por las acciones cometidas por las fuerzas armadas de este contra el grupo de ayuda humanitaria que se dirigía, hace tres años, hacia Gaza en la que murieron nueve ciudadanos turcos. El gobierno israelí había manifestado en otras ocasiones su arrepentimiento frente a lo sucedido, sin embargo Turquía nunca se dio por satisfecha y siempre exigió una disculpa oficial. Si las negociaciones que se quieren realizar a partir de las disculpas de Israel llegan a buen puerto, Turquía recuperaría un gran aliado en Medio Oriente. Un proyecto que afianzaría aún más las relaciones entre Turquía e Israel es el "Plis Shrim 2". Se trata de un gasoducto que iría de Rusia a Turquía. Al llegar a este último se generaría un poliducto que llevaría gas, petróleo y agua por todo el Mediterráneo llegando hasta Israel.

Turquía busca ser presentarse ante el Oriente Medio como "Soft Power", una figura que sugiere y da ideas pero que no llega a ser un modelo. De allí la importancia de ser visto como un país neutral

Luego de haber realizado un breve recorrido y análisis del rol de Turquía en el Oriente Medio se pueden apreciar los intentos del gobierno turco para abrir sus puertas a los distintos países que lo rodean y lograr relaciones estables que beneficien a todos. La intervención del Partido de la Justicia y el Desarrollo tiene un rol fundamental gracias a sus ideas de flexibilización y modificación de normas que influyen preeminentemente en sus relaciones internacionales. El AKP permitió a Turquía tener una nueva presencia ante el mundo, dándole una apertura a una nueva política exterior, con el primer gobierno que es de un solo partido con mayoría absoluta.

Complementando esta corriente, el primer mandatario elegido en mayo de 2009 es un personaje que impulsó un cambio de ciento ochenta grados en la política internacional de Turquía, generando una gran apertura y tomando conciencia del gran rol que tiene Turquía dentro de la situación que sufre actualmente el Medio Oriente.

Actualmente, Turquía se encuentra encaminada a ser un referente para los países del Medio Oriente, con una política estable y una apertura al mundo que no hace más que generar beneficios para la organización interna.