Boletín de Noticias de Análisis Internacional

Semana del 15 de octubre al 21 de octubre de 2021

 

INDICE

1. La producción de combustibles fósiles y las implicancias en el cambio climático

2. Nuevas tensiones entre el Reino Unido y la Unión Europea

3. Joe Biden y su guerra por la democracia en dos frentes

4. El rol de Europa en la confrontación entre Estados Unidos y China

5. Avances en el proceso de normalización de las relaciones entre Irán y Arabia Saudita

6. La ASEAN excluirá al líder de Myanmar de la cumbre regional

7. El presidente Piñera enfrenta un nuevo pedido de impeachment

8. Nigeria: crisis e inestabilidad

 

 

1. La producción de combustibles fósiles y las implicancias en el cambio climático

Pocas semanas antes de que los líderes mundiales se reúnan en la Cumbre Climática de las Naciones Unidas en Glasgow para discutir cómo acelerar el reemplazo de los combustibles fósiles, la Agencia Internacional de Energía publicó el informe anual "World Energy Outlook'', en el que se plantean escenarios positivos para la lucha contra el cambio climático (The New York Times). El documento estipula que los gobiernos tienen una tarea clave en la reducción del consumo de combustibles fósiles, y que el desfinanciamiento de los mismos y los paquetes de políticas públicas que desalienten el uso de carbón, petróleo y gas natural serán los accionares más importantes. Sin embargo, a pesar del aumento de la ambición climática y los compromisos netos cero, "los gobiernos aún planean producir más del doble de la cantidad de energía a partir de combustibles fósiles en 2030 que aquella que limitaría el calentamiento global al nivel del Acuerdo de París de 1,5°C" (Naciones Unidas). Los gobiernos que se encuentran bajo la lupa en este caso son los productores mundiales más importantes de combustibles fósiles: Australia, Rusia, Arabia Saudita, Estados Unidos y el Reino Unido (BBC). Si bien varios países brindan un apoyo político a la lucha contra el cambio climático, la producción de combustibles fósiles aún es transversal en la economía de los mismos. Por ejemplo, los países del G20 han destinado alrededor de $300 mil millones en nuevos fondos para actividades de combustibles fósiles desde el comienzo de la pandemia de coronavirus, mucho más de lo destinado a energías renovables (CNBC).

 

2. Nuevas tensiones entre el Reino Unido y la Unión Europea

A menos de dos años de que el Reino Unido abandonara la Unión Europea, las tensiones entre Londres y Bruselas volvieron a aumentar. El conflicto se debe a que el gobierno británico pretende una reescritura del llamado "Protocolo de Irlanda del Norte" que rige las normas comerciales posteriores al Brexit para el país. Según explica El País, este acuerdo determinó que, una vez que el Reino Unido estuviera fuera del bloque, la región británica de la isla irlandesa seguiría integrada bajo las normas de la UE, lo que implicaría que las mercancías procedentes de Gran Bretaña enfrenten estrictos controles una vez llegadas a Irlanda del Norte (BBC). Acorde a lo detallado en este artículo, se buscaba evitar establecer una nueva frontera interior que pudiera afectar al Acuerdo de Viernes Santo que impuso la paz entre Dublín y Belfast. Frente a esta situación, el ministro británico para el Brexit, David Frost, ha pedido renegociar el protocolo actual, manifestando que el mismo está causando dificultades para la comercialización y pone en peligro el mantenimiento de la paz entre ambas Irlandas (Al Jazeera). Entre las peticiones más importantes está la revisión del rol del Tribunal Europeo como supervisor de la aplicación del acuerdo, ya que Frost considera que "la UE puede dictar leyes que se aplican en Irlanda del Norte sin ningún tipo de escrutinio o debate democrático" (The Times). Como respuesta, Bruselas presentó un paquete de medidas para facilitar el comercio de mercancías: se espera poder reducir a la mitad el papeleo en las aduanas, recortar los controles en ciertos productos y garantizar un mejor flujo de medicamentos (Reuters). Sin embargo, no aceptarán eliminar el rol del Tribunal, ya que resulta esencial para mantener la coherencia jurídica y el funcionamiento de un mercado único (The New York Times). Pronto se llevarán a cabo nuevas conversaciones, pero se teme que si no se llega a un acuerdo y Londres cumple su amenaza de invocar el Artículo 16 (que permite la suspensión de partes del protocolo), podrían haber represalias, como la suspensión del acuerdo comercial de Gran Bretaña con la UE (The Economist).

 

3. Joe Biden y su guerra por la democracia en dos frentes

Según Gideon Rachman (Financial Times) la pregunta de moda en Washington es "¿Somos Weimar? ¿Es Estados Unidos, como Alemania en la década de 1920, una democracia en declive terminal?" Sin lugar a dudas, Joe Biden cree que está librando una guerra de dos frentes por la democracia. Hacia el interior de sus fronteras, el presidente de EE.UU. enfrenta la amenaza de un partido republicano devoto a Trump, primer presidente en la historia de EE.UU. que se niega a aceptar la derrota en una elección y que, además, se ve beneficiado por las encuestas que han demostrado repetidamente que una gran mayoría de votantes republicanos quieren que se presente en 2024. Aproximadamente el 40% de los republicanos se considera principalmente trumpista en lugar de partidarios del partido, según la firma de investigación política Echelon Insights (The New York Times). De las fronteras hacia afuera, se enfrenta al desafío de una China en ascenso –que Biden ha enmarcado como parte de una lucha más amplia entre la democracia y la autocracia que definirá el siglo XXI. En las últimas semanas, han revivido viejos fantasmas al viejo estilo Guerra Fría: la Fuerza Aérea China realizando incursiones dentro de la zona de identificación del aérea de Taiwán; Beijing expandiendo su programa espacial y Estados Unidos anunciando que proporcionará tecnología de submarinos nucleares a Australia, con la perspectiva de que sus submarinos puedan aparecer, sin ser detectados, a lo largo de la costa china (The New York Times). Si bien en teoría ambas batallas son complementarias, el equipo de Biden sabe que poco valen las victorias en Taipei o Kabul sin antes asegurar Washington. Por ende, la lucha por la democracia en casa debe ser prioritaria, afirma Sanger. Por lo tanto, los demócratas no solo temen una segunda presidencia de Trump abiertamente autoritaria sino también una elección cerrada que les dé a los republicanos la oportunidad de intentar revertir el resultado. Esto podría dividir al país en enclaves "rojos" y "azules" inherentes a la dinámica de guerra.

 

4. El rol de Europa en la confrontación entre Estados Unidos y China

En el contexto de competencia entre China y Estados Unidos, Stephen Walt (Foreign Policy) se pregunta si Europa formará parte de una estrategia conjunta con Washington hacia China. Mientras que algunos Estados vecinos de China tienen incomodidades y preocupaciones frente a China, y como consecuencia toman acciones conjuntas, esto no sucede con los países europeos. Si bien Europa está preocupada por el comportamiento revisionista chino del orden internacional, la lejanía geográfica de China respecto de Europa hace que estos últimos no perciban una amenaza a su integridad territorial. Como resultado, Walt afirma que los países europeos solo considerarían unirse a una coalición que contrarreste el avance chino si entienden que el hecho de no hacerlo derivaría en el fin de la protección norteamericana al viejo continente. En este sentido, el autor concluye que Europa no incrementará su apoyo a los EE.UU. Respecto a los esfuerzos recientes de contención hacia China, como el pacto AUKUS o el Quad, Hanns Maull (The Diplomat) cree que ambos carecen de tres factores fundamentales que estaban presentes en las estrategias de la temprana Guerra Fría en Europa. En primer lugar, los Estados que forman el AUKUS o el Quad no tienen el mismo nivel de compromiso de confrontación que en el pasado. Segundo, estas nuevas alianzas no incluyen a varios potenciales aliados necesarios para un contrabalanceo efectivo. En este punto, el autor argumenta que el Quad y el pacto AUKUS no presentan el formato adecuado para llevar adelante tal estrategia. Tercero, los factores domésticos como la polarización política dificultan la creación de una estrategia de seguridad conjunta como la que se logró en la Guerra Fría. No obstante, Brian Wong (The Diplomat) señala algunas intenciones de China de desescalar la tensión con EE.UU., en particular con una retórica que invita al diálogo y la discusión, aunque condicionados por un nacionalismo chino que empuja a la confrontación con el Oeste.

 

5. Avances en el proceso de normalización de las relaciones entre Irán y Arabia Saudita

Los ministros de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita e Irán han confirmado que las conversaciones entre los dos países avanzan en un clima favorable. Después de cuatro reuniones informales, los dos rivales del Golfo parecen estar cerca de concluir un acuerdo "histórico" sobre la normalización de las relaciones bilaterales. De hecho, según una fuente diplomática, Riad y Teherán han llegado a un acuerdo sobre la reapertura de sus respectivos consulados, el cual podría formalizarse con motivo de la quinta reunión, prevista en los próximos días (Haaretz). Sin embargo, además de la cuestión de las respectivas representaciones consulares, las negociaciones se han centrado hasta ahora en un tema regional que ve a los dos países enfrentados: la guerra en Yemen. Las partes están buscando un compromiso que vea a Riad poner fin a su participación en la guerra en Yemen. Arabia Saudita lleva más de un año buscando una salida a la confrontación en la que se estancó en 2015 y de la que solo podrá salir si los rebeldes Hutíes, apoyados por Teherán, se comprometen a detener los ataques con misiles contra ciudades saudíes (The Washington Post). Los diplomáticos dicen que Riad quiere que Teherán use su influencia sobre los rebeldes hutíes en Yemen para ayudar a poner fin a la guerra allí (Financial Times).

 

6. La ASEAN excluirá al líder de Myanmar de la cumbre regional

El viernes pasado tuvo lugar una reunión virtual de ministros de Relaciones Exteriores pertenecientes a los diez Estados miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). La finalidad de la misma, explica Sebastián Strangio (The Diplomat), es considerar la posibilidad de excluir al jefe de la junta de Myanmar, el senador general Min Aung Hlaing, de la cumbre de la ASEAN programada para el 26 y 28 de octubre. Anteriormente, el portavoz de la junta, Zaw Min Tun, expresó al servicio de noticias birmano de la BBC, que Estados Unidos y representantes de la Unión Europea habían presionado a otros líderes de la ASEAN para que excluyeran a Min Aung Hlaing de la cumbre (South China Morning Post). Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken expresó su preocupación por la crisis multifacética en Myanmar y la necesidad de que los militares liberen a los encarcelados injustamente y restauren la transición del país a la democracia (Al Jazeera). Según Eileen Ng (The Diplomat), esto deja en evidencia que el bloque ha estado bajo intensa presión internacional para tomar medidas decisivas que obliguen a dicho país a detener la violencia que ha dejado más de 1.100 civiles muertos. Tras la decisión tomada, el actual presidente de la ASEAN, Brunei, dijo que en la reunión de emergencia se había concluido que un "representante no político" de Myanmar sería invitado a la cumbre regional programada (South China Morning Post). En términos generales, los países que integran la ASEAN consideran que Myanmar no se ha movilizado para cumplir sus compromisos, por lo que los ministros creen que si invitaran a Hlaing, se dañaría aún más la credibilidad de la ASEAN en la comunidad internacional, tal como expresó el ministro de Relaciones Exteriores de Brunei, Erywan Yusof. Hasta el momento, dicha medida constituye la mayor represalia para Myanmar desde que la toma militar del 1 de febrero derrocó a un gobierno civil (The Diplomat).

 

7. El presidente Piñera enfrenta un nuevo pedido de impeachment

El presidente chileno Sebastián Piñera enfrenta un nuevo pedido de impeachment, ya que legisladores de la oposición presentaron en el Congreso una petición de destitución. La acusación surgió luego de que la aparición de los "Pandora Papers" brindara mayores detalles sobre posibles irregularidades en la venta de una empresa minera. Según explica Federico Rivas Molina (El País), la petición de juicio político contra Piñera se realizó pocos días después de que la Fiscalía anunciara que llevaría a cabo una investigación penal por la venta de la minera Dominga en 2010. De acuerdo con Rivas, la compañía fue comprada por uno de los amigos cercanos del Presidente y la transacción se realizó mediante una sociedad offshore radicada en Islas Vírgenes Británicas, un conocido paraíso fiscal. Al Jazeera agrega que también se incluyó una polémica cláusula por la cual el pago de la última cuota dependía de que en la zona de operaciones de la empresa no se estableciera un área de protección ambiental. Este tipo de resoluciones, como declarar una zona protegida, recae en la autoridad del Presidente y, según lo expuesto en los "Pandora Papers", Piñera y su gobierno decidieron en su momento no resguardar ese territorio (The Washington Post). Frente a esta situación, un grupo de diecisiete diputados presentó una acusación por "comprometer el honor de la Nación e infringir la Constitución y las leyes del país" (Bloomberg). Luego del pedido de impeachment, el gobierno expresó que la oposición presentó una acusación sin base legal con el fin de obtener beneficios políticos (South China Morning Post). Según Simeon Tegel (The Telegraph), dada la proximidad de los comicios generales de noviembre y el final del mandato de Piñera, la denuncia pareciera tener una cierta intencionalidad electoral.

 

8. Nigeria: crisis e inestabilidad

Algunos analistas afirman que Nigeria está sufriendo un estado de ingobernabilidad generalizada: una insurgencia jihaidista en el noroeste, una rebelión que se hace presente una vez más en el sureste y la situación en el Golfo de Guinea, uno de los epicentros de la piratería a nivel continental (The Economist). En Sokoto, al noreste del país, este domingo se registró un repentino ataque a un mercado que se cobró la vida de 43 personas. Sin embargo, esta crisis de seguridad ha tenido algunas respuestas por parte del gobierno de Muhammadu Buhari. Mediante el corte y suspensión de medios de comunicación, operaciones militares y activa presencia de las fuerzas de seguridad, el gobierno ha intentado ponerle fin a esta crisis interna intensificada durante el último año (Al Jazeera). Según el Ministerio de Defensa del país, esta fuerte presencia estatal ha tenido durante la primera mitad del mes de octubre el resultado de la rendición de 13.243 terroristas del grupo Boko Haram junto a sus familiares (Europa Press). Este grupo terrorista que ha asolado al país desde 2004 de manera ininterrumpida, ha desplazado a cerca de 1.7 millones de nigerianos y asesinado a más de 27.000 (ACNUR). La muerte del líder de Boko Haram Abuakar Shekau en junio y de Abu Musab al-Barnawi hace días –líder del Estado Islámico en África Occidental (ISWAP), escisión de Boko Haram– le permiten al gobierno y a la población ser optimistas (Jeune Afrique). A pesar de ser una de las naciones más pobladas y pujantes económicamente de África, Nigeria todavía debe enfrentarse a violentas crisis internas que afectan los intereses vitales de su estatalidad.

 

Edición: Analía Amarelle y Julia Pérez Maldonado.

Equipo de Redacción: Catalina Marino Aguirre, Santiago D'Agostino, Martino Fabris, Facundo González, Milagros Oliden, Micaela Ruíz Díaz y Magalí Vedoy Granja.

 

 

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