Boletín de Noticias de Análisis Internacional

Semana del 22 de mayo al 2 de junio de 2023

 

INDICE

1. Elecciones en España: repercusiones internacionales de la victoria de la derecha y el adelanto electoral

2. Japón aplica nuevas sanciones contra Rusia como medida de apoyo a Ucrania

3. Implicaciones geopolíticas de la situación nuclear en Bielorrusia

4. Bashar al-Assad y Volodimir Zelenski participan de la última Cumbre de la Liga Árabe

5. Tensiones al alza: Corea del Norte falla en el lanzamiento de su satélite militar

6. Cumbre China-Asia Central: encuentro estratégico para el fortalecimiento regional

7. Perspectivas de Brasil y la India como países invitados a la cumbre del G7

8. Tensión en las relaciones diplomáticas entre Perú y México

9. Balance y repercusiones de la cumbre del G-7

10. Erdoğan gana la segunda vuelta en las elecciones de Turquía

11. Choques fronterizos entre Irán y Afganistán

 

 

1. Elecciones en España: repercusiones internacionales de la victoria de la derecha y el adelanto electoral

El presidente del Gobierno socialista de España, Pedro Sánchez, ha respondido al triunfo de la oposición de derecha en las elecciones regionales y municipales del domingo, convocando unas arriesgadas elecciones generales anticipadas que determinarán su futuro político y el de su gobierno. El domingo 28 de mayo se realizaron las elecciones autonómicas y municipales, en las que el Partido Popular (PP) ganó 10 de las comunidades que gobernaba el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) desde el 2019, mientras que la Comunidad de Madrid dio paso a una reelección de Isabel Díaz Ayuso, presidenta del PP, tras cuatro años de gobierno. Los resultados reflejaron una victoria del 31,5% por parte del PP frente a un 28,2% del PSOE (El País). Ante este panorama, el presidente y líder del PSOE ha decidido adelantar las elecciones generales previstas para diciembre al 23 de julio. Esto tiene el fin de minimizar el riesgo de un mayor desgaste de su gestión en los próximos meses –después de que la derecha del país se envalentonó por sus rotundos éxitos del domingo–; y de tratar de evitar que el derechista Partido Popular (PP) y la agrupación de extrema derecha Vox lograran una victoria absoluta en la votación para elegir un nuevo gobierno. Sin embargo, esta decisión genera consecuencias a nivel internacional ya que corre el riesgo de dar por finalizada la oportunidad española de obtener la presidencia del Consejo de la Unión Europea entre julio y diciembre (The Guardian). A su vez, al hacerlo, el primer ministro está pidiendo directamente a sus conciudadanos que elijan entre su coalición de izquierda y un posible ejecutivo conservador apoyado por la extrema derecha. Esta vez, sin embargo, su apuesta corre el riesgo de extenderse a Bruselas, con consecuencias para los 27 miembros de la Unión Europea: las elecciones parlamentarias, que inicialmente estaban previstas para fines de diciembre, ahora se han aplazado hasta julio, solo tres semanas después de que España asuma la presidencia rotativa de seis meses del Consejo de la UE. Para hacer las cosas más urgentes, la próxima presidencia del Consejo de la UE, que tendrá Bélgica en la primera mitad de 2024, se verá invariablemente obstaculizada por las elecciones al Parlamento Europeo –lo que pondrá a Bruselas en modo campaña y reiniciará el reloj político– (Euronews). Analistas consideran que la posición tomada por Sánchez es ciertamente arriesgada ya que, antes de que finalice el año, las instituciones de la UE están destinadas a cerrar una serie de importantes actos legislativos que se han ido acumulando en Bruselas, como una crisis del mercado de la electricidad, la regulación de la inteligencia artificial, el aumento de las municiones destinadas a Ucrania y la tan esperada reforma de las reglas fiscales de la UE. En definitiva, en uno de los escenarios más probables, la presidencia española podría comenzar bajo un gobierno socialista, pasar por la agitación de una campaña de julio, ralentizarse durante las vacaciones de agosto y luego reanudar actividades bajo un nuevo ejecutivo de derecha con ideas políticas y prioridades muy diferentes.

 

2. Japón aplica nuevas sanciones contra Rusia como medida de apoyo a Ucrania

Luego de la última reunión del G7 en Hiroshima, Japón acordó implementar nuevas sanciones sobre Rusia debido a la invasión del territorio ucraniano. Entre las sanciones se encuentran el congelamiento de activos de 78 grupos y 17 individuos, entre ellos oficiales de la armada rusa. Asimismo, el comercio internacional entre ambos países también se vería afectado: el Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón señaló la prohibición de sus exportaciones a 80 entidades rusas relacionadas al ámbito de investigación afiliada al ejército ruso. Estas medidas se han dado en línea con lo propuesto por los líderes del G7 para ayudar a Ucrania mediante la ayuda militar y la implementación de sanciones sobre Rusia (Al Jazeera). De igual manera, el bloque acordó privar a Rusia de tecnología, equipos industriales y servicios que puedan beneficiar su maquinaria de guerra (The Moscow Times). Asimismo, el secretario del gabinete, Hirokazu Matsuno, expresó a la prensa su rechazo por el acuerdo entre Rusia y Bielorrusia sobre el despliegue de armas tácticas nucleares de Rusia en territorio bielorruso. Sobre ello, Matsuno sostuvo: "Como el único país del mundo que ha sufrido ataques atómicos, Japón considera totalmente inadmisibles las amenazas de las armas nucleares y su uso por parte de Rusia" (Independent). Las relaciones entre Japón y Rusia se han visto caracterizadas desde la II Guerra Mundial por diferentes tensiones entre los países. De hecho, aún no han puesto fin formalmente a las hostilidades heredadas de esta última guerra originadas por la toma por parte de Rusia de las islas ubicadas frente a la isla más septentrional de Japón. Las negociaciones de paz sobre este asunto se han visto paralizadas tras el rechazo de Rusia de las acciones "inamistosas" de Japón debido a las sanciones que esta última ha impuesto al país ruso tras la invasión de Ucrania (CNN). Por otro lado, en cuanto a las razones detrás del comportamiento japonés contra Rusia, algunos expertos señalan la intención de Japón de enviar un mensaje a China, la cual ha fortalecido su intención de reunificar Taiwán. Según Yoko Iwama, experta en relaciones internacionales y seguridad del Instituto Nacional de estudios Políticos, el apoyo a Ucrania de Japón tiene un doble propósito y pretende proyectar una imagen hacia China de que están listos y pueden resistir si hay una invasión al territorio japonés. De esta manera, pretenderían disuadir a China para que no replique el accionar de Moscú (CNN).

 

3. Implicaciones geopolíticas de la situación nuclear en Bielorrusia

La proliferación nuclear se encuentra latente, y los acuerdos recientes entre Rusia y su aliado Bielorrusia han sido observados por Occidente como una gran amenaza al sistema internacional. Moscú y Minsk han firmado un acuerdo para desplegar armas nucleares tácticas en territorio bielorruso. Según Putin, esta iniciativa fue una respuesta defensiva a las crecientes tensiones impulsadas por Occidente en las fronteras occidentales de Rusia y Bielorrusia, lo que ha llevado a estos países a tomar contramedidas en el ámbito militar y nuclear (Al Jazeera). Es importante tener en cuenta que las armas nucleares tácticas tienen un menor rendimiento y se utilizan en el campo de batalla, a diferencia de las armas nucleares estratégicas que son capaces de destruir ciudades enteras (BBC). Sin embargo, detrás de este movimiento militar se esconde una estrategia geopolítica y territorial. La decisión de acercar las armas nucleares a Bielorrusia no solo las dirige hacia Ucrania, sino que también las acerca a miembros de la OTAN como Polonia, Letonia y Lituania, países que comparten frontera con Bielorrusia. Esto podría interpretarse como un intento por parte de Putin y Lukashenko de intimidar e infundir miedo sobre el uso de armas nucleares entre los miembros aliados de la OTAN y en Europa (Japan Times). Esta acción no tardó en provocar reacciones por parte de los países de la Unión Europea y Estados Unidos, quienes han condenado enérgicamente este avance en la proliferación nuclear. A pesar de que Putin esperaba que este acuerdo detuviera o modificara los planes de Estados Unidos respecto a Ucrania, el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, dejó claro que su país "no ve ninguna razón para ajustar su postura nuclear estratégica" y no encuentra indicios que sugieran que Rusia realmente se está preparando para utilizar esas armas nucleares. Por otro lado, la Unión Europea se muestra cada vez más preocupada y califica este acuerdo como "un paso que conducirá a una escalada extremadamente peligrosa" (CNN). Sin embargo, la mayor incertidumbre en este sistema de alianzas surgido tras el conflicto iniciado en febrero del año pasado es la respuesta de China al anuncio de despliegue militar de Rusia en Bielorrusia. La postura ambigua del gigante asiático ha llevado a solicitar en repetidas ocasiones esfuerzos diplomáticos para lograr una resolución pacífica de este conflicto. Su falta de definición con respecto a las acciones rusas lo convierte en un actor indirecto en esta situación, especialmente debido a su acercamiento a Moscú, como se evidenció en la reciente cumbre entre Xi Jinping y su homólogo ruso, donde China fue el último país en reunirse con Putin (AS). Por tanto, China busca mantener la calma y restar importancia a esta amenaza rusa, haciendo hincapié en que en 2022, los cinco países con armamento nuclear publicaron un comunicado conjunto para prevenir una guerra nuclear. A pesar de ello, la incertidumbre internacional y la preocupación en Occidente siguen aumentando. Esta acción conjunta demuestra que la guerra continúa y que las estrategias de ambos bandos están en constante tensión, buscando alianzas para equilibrar su poder. Es por eso que Moscú impulsa y refuerza su alianza con Minsk, a pesar de las acusaciones de Ucrania de que Rusia está tomando a Bielorrusia como "rehén" y teme que en el futuro busque anexar a este país títere.

 

4. Bashar al-Assad y Volodimir Zelenski participan de la última Cumbre de la Liga Árabe

El pasado jueves 18 de mayo Assad arribó a la ciudad de Jeddah en las costas del mar Rojo, para asistir a la reunión de la Liga Árabe, más de 11 años después de que Siria fuera suspendida de la organización panárabe tras la represión contra los manifestantes de la oposición y la subsiguiente guerra en el país. El consenso emergente en las capitales árabes hoy en día es que abordar los problemas de Siria requiere compromiso con Damasco. De este modo, entendiendo la crisis de Siria como un problema árabe, los Estados árabes están decididos a seguir estrategias para superar los impactos dañinos y desestabilizadores de este conflicto en la región (El País). Desde la perspectiva de muchos gobiernos árabes, las políticas actuales de Estados Unidos y otras potencias occidentales de aislar a Siria son insostenibles, puesto que el pensamiento entre muchos líderes es que tales políticas solo mantendrán a Damasco firmemente en la órbita de influencia de Irán. Además, consideran que los Estados árabes también pueden intentar vincularse con Siria comprometiéndose con el régimen de al-Assad (Al Jazeera). Por otro lado, la cumbre en Arabia Saudita llega en un momento en que el mayor exportador de petróleo del mundo está ejerciendo su fuerza diplomática en Medio Oriente, como el sorpresivo acuerdo de acercamiento del reino con Irán negociado por China anunciado en marzo. Desde entonces, Arabia Saudita ha restablecido los lazos bilaterales con Siria. Sin embargo, no todos los países de la región han estado ansiosos por reparar los lazos con Assad; Qatar manifestó este mes que no normalizaría las relaciones con el gobierno de Assad, pero señaló que esto no sería un obstáculo para la reintegración de la Liga Árabe. Más allá de los desafíos que enfrenta el Medio Oriente, la cumbre también abordó temas como la guerra en Ucrania y la crisis económica global, anunció Khaled Manzlawiy, secretario general adjunto para Asuntos Políticos del bloque (Africa News). De hecho, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, aterrizó en Arabia Saudita días antes de la cumbre, donde se dirigió a los líderes que se han mantenido en gran medida neutrales sobre la invasión de Rusia a su país, incluidos muchos que mantienen estrechos vínculos con Moscú. Arabia Saudita prometió $400 millones en ayuda a Ucrania a principios de este año y votó a favor de las resoluciones de la ONU que piden a Rusia que ponga fin a su invasión y se abstenga de anexar territorio ucraniano. No obstante, ha resistido la presión de Estados Unidos para aumentar la producción de petróleo con el fin de frustrar los ingresos de Rusia y, al igual que otros Estados árabes, ha mantenido fuertes lazos con Moscú. Por último, los líderes de la liga de 22 miembros también se enfocaron en el conflicto en Sudán. Los principales generales del país de África Oriental, ambos respaldados por Arabia Saudita y otros Estados árabes, han estado luchando entre sí en todo el país durante más de un mes, dejando sin vida a cientos y provocando un éxodo de la capital, Jartum. De igual manera, la Liga Árabe reiteró su apoyo al pueblo palestino en un momento de crecientes tensiones con Israel (Time).

 

5. Tensiones al alza: Corea del Norte falla en el lanzamiento de su satélite militar

En un intento por fortalecer su capacidad de reconocimiento y vigilancia militar, Corea del Norte lanzó el pasado 30 de mayo un vehículo espacial que transportaba su primer satélite de reconocimiento militar diseñado para monitorear a los ejércitos de Corea del Sur y Estados Unidos. Sin embargo, este lanzamiento ha resultado en un fracaso y ha desencadenado una serie de acontecimientos que han aumentado las tensiones en la región (NPR). El lanzamiento del cohete norcoreano provocó breves alertas de evacuación de "falsa alarma" en Corea del Sur y Japón. Si bien el cohete del Norte se dirigía al sur, los ciudadanos de Seúl recibieron un mensaje automático de emergencia que les instaba a prepararse para evacuar ante el temor de que los escombros del cohete cayeran sobre la capital surcoreana. Posteriormente, el gobierno de Seúl se retractó de la alerta, sembrando confusión y miedo entre los habitantes de la ciudad. Por su parte, en la prefectura de Okinawa, Japón, se emitieron alertas que pedían a los residentes buscar refugio y alejarse de las ventanas. Luego de unos minutos, el Ministerio de Defensa japonés anunció que el proyectil había caído al agua disipando el peligro inmediato (New York Times). Corea del Norte admitió que la segunda etapa de su nuevo cohete, llamado Chollima-1, había fallado y se había estrellado en el mar al oeste de la península de Corea. A pesar del contratiempo, la alta funcionaria norcoreana y hermana del líder Kim Jong-un, Kim Yo-jong, anunció el jueves 1 de junio que el país tiene planeado llevar a cabo más lanzamientos de satélites en el futuro. En su declaración, afirmó que Corea del Norte tiene derecho a la autodefensa, y expresó la determinación de Pyongyang de continuar persiguiendo sus ambiciones espaciales (Al Jazeera). Con respecto a la reacción de la comunidad internacional en lo referido al satélite, tanto Japón como Estados Unidos ya habían condenado la programación del lanzamiento, alegando que, incluso si se presenta como satélite, el mismo constituye una violación grave de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y representa un problema serio para la seguridad de las personas. La cooperación entre Estados Unidos, Japón y Corea del Sur está en marcha para abordar esta cuestión de seguridad, ya que consideran que el lanzamiento de satélites por parte de Corea del Norte es un intento encubierto de impulsar su programa de misiles. Esto último se explica en que los programas espaciales y de misiles balísticos intercontinentales están estrechamente vinculados y requieren una respuesta conjunta (Japan Times). El régimen de Corea del Norte afirma que el lanzamiento había sido una respuesta a los enormes simulacros con fuego real programados por Corea del Sur y Estados Unidos entre el 25 de mayo y el 15 de junio, sin embargo, su programa de satélites tiene una historia relativamente larga. Tras una serie de fracasos, el Norte realizó su primer lanzamiento exitoso en 2012, y otro cuatro años después. Sin embargo, los expertos dudan de que alguno de los satélites esté actualmente enviando datos a la Tierra. Aunque el régimen no logra un lanzamiento exitoso desde 2016, Kim Jong-un reafirmó su deseo de continuar con el lanzamiento de satélites durante una conferencia del partido gobernante en 2021 (The Economist).

 

6. Cumbre China-Asia Central: encuentro estratégico para el fortalecimiento regional

La reciente cumbre entre China y los países de Asia Central, celebrada en la ciudad de Xi'an los días 18 y 19 de mayo, ha despertado interés tanto por sus implicaciones geopolíticas como por las áreas de cooperación abordadas. En el encuentro participaron cinco países de Asia Central: Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán, junto con China. Es importante destacar que la cumbre tuvo lugar al mismo tiempo que la reunión de líderes del G7 en Japón. La meta de China en esta cumbre fue fortalecer su papel geoestratégico, buscando expandir los lazos comerciales, energéticos y culturales con los países de Asia Central (Euronews). La base de la relación entre ambas regiones es principalmente económica: los países de Asia Central exportan materias primas, mientras que China suministra productos con un mayor valor agregado. Según datos de la Administración General de Aduanas de China, el volumen de comercio entre ambas regiones alcanzó los 173.050 millones de yuanes (unos 24.800 millones de dólares estadounidenses) en los primeros cuatro meses de 2023, lo que representa un aumento interanual del 37,3% (Al Jazeera, China Briefing). Sin embargo, existe una marcada asimetría en el comercio mutuo, ya que la participación de los países de Asia Central en el comercio exterior de China es solo del 1,1%. Es importante señalar que el enfoque de la cooperación ha evolucionado desde 2022, ampliándose más allá de lo económico para abarcar temas políticos, geopolíticos, energéticos y tecnológicos (Center for European Policy Analysis). Durante la cumbre, los seis países participantes firmaron la Declaración de Xi'an, que establece el plan para el futuro de las relaciones entre ambas partes. En ella se delinean estrategias de desarrollo, promoción de la liberalización y facilitación del comercio, expansión de la cooperación industrial y de inversión, desarrollo energético, cooperación en transporte, tecnologías avanzadas y seguridad alimentaria. Además, se inauguró oficialmente el Mecanismo de Cumbre China-Asia Central, un mecanismo rotativo y bienal que tiene como objetivo desarrollar una secretaría permanente en China, mostrando así un mayor compromiso en la cooperación (Ministry of Foreign Affairs of the People’s Republic of China). También se elaboró una lista de ocho puntos para impulsar la cooperación entre ambas partes, que incluye la creación de instituciones, relaciones económicas y comerciales, conectividad, cooperación energética, innovación verde y el mantenimiento de la paz regional (The Diplomat). La cumbre marca el comienzo de un nuevo capítulo en las relaciones diplomáticas iniciadas hace tres décadas. Los países asiáticos están buscando un nuevo socio que actúe como garante de la estabilidad interna de la región, un rol que durante años fue cumplido por Rusia pero que se ha visto limitado debido a la guerra en Ucrania. China, por su parte, ha destacado sus profundas conexiones históricas con la región y ha demostrado un cambio significativo en la forma en que planea involucrar a los países de Asia Central en sus planes (United States Institute of Peace). Un punto destacado en términos geopolíticos es la reafirmación de la "comprensión y apoyo mutuos en cuestiones relacionadas con los intereses centrales de los demás". China respalda el camino de desarrollo elegido por los países asiáticos en la salvaguardia de su independencia nacional, soberanía e integridad territorial, mientras que los cinco países reconocen la experiencia del gobierno del Partido Comunista Chino y la importancia del modelo de modernización chino para su propio desarrollo. China aboga por un "futuro compartido" con Asia Central, haciendo hincapié en la necesidad de profundizar la confianza mutua estratégica (The Diplomat).

 

7. Perspectivas de Brasil y la India como países invitados a la cumbre del G7

Luiz Inácio Lula Da Silva, presidente de Brasil, y Narendra Modi, mandatario de la India, fueron invitados a participar en la cumbre del G7. Estos dos países desempeñan un papel estratégico destacado en los intereses del grupo, especialmente en relación con la guerra ruso-ucraniana y su relación con ambas partes del conflicto. Brasil y la India han mantenido hasta ahora una relación cordial tanto con Rusia como con Occidente, y han actuado como representantes de otros países que siguen una postura similar. Con la sorprendente participación de Volodymyr Zelensky en la cumbre, los países del G7 han buscado obtener el apoyo de los principales actores del Sur Global en esta disputa, estableciendo una narrativa de liderazgo global en defensa de la democracia contra la agresión de Moscú (Financial Times). La disposición de los asientos durante una de las sesiones de trabajo puede indicar la estrategia del Grupo de los Siete para lograr este objetivo. Se han difundido imágenes de Lula Da Silva sentado entre Joe Biden y Justin Trudeau, como representantes del continente americano, mientras que Narendra Modi se ubicó junto a Volodymyr Zelensky. Entonces, ¿por qué la necesidad de ganarse a estos dos países a favor de Occidente? En primer lugar, porque ambos países han expresado en sus declaraciones la idea de buscar una paz alternativa sin respaldar la visión del G7 sobre Ucrania. Aunque Brasil ha condenado la violación de la integridad territorial de Ucrania (Presidencia de la República Federativa de Brasil), Lula Da Silva había criticado previamente la retórica de Joe Biden hacia Rusia, afirmando que no ayudaba en los esfuerzos de paz. Tanto Brasil como la India han abogado por el apoyo al diálogo y la diplomacia como medios para poner fin al conflicto. Como resultado, sus vínculos económicos y comerciales con Rusia han aumentado. El G7 espera que las principales economías emergentes colaboren en la aplicación de sanciones a largo plazo contra Rusia, pero estas naciones no están dispuestas a asumir los grandes costos que esto conllevaría (The Japan Times). Además, Brasil y la India mantienen vínculos con China, que ahora está siendo observada de cerca por el Grupo debido a su intención de convertirse en pacificador del conflicto mediante su plan de paz. Para Occidente, la India se ha convertido en un socio estratégico importante para contener a China, especialmente en la región del Indo-Pacífico, que se ha convertido en el epicentro geopolítico y económico mundial (The Diplomat). En el caso de Brasil, la preocupación se refleja en los vínculos comerciales complementarios entre ambos países. Aunque el G7 aún no ha obtenido el apoyo incondicional de Brasil y la India en la cuestión ucraniana, estos dos países han obtenido beneficios tangibles. Al menos en sus declaraciones, el Grupo de los Siete ha mostrado un renovado compromiso para ocupar los espacios de Rusia y China en el Sur Global (Hudson Institute), lo que abre nuevas oportunidades políticas y comerciales para Brasil y la India.

 

8. Tensión en las relaciones diplomáticas entre Perú y México

La asunción de Dina Boluarte como sucesora constitucional después del autogolpe del expresidente Pedro Castillo sigue siendo objeto de debate político internacional. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha expresado abiertamente que no reconoce a la actual presidenta de Perú y ha calificado su gobierno como un "autoritarismo" (Deutsche Welle). Como resultado, López Obrador se muestra reacio a transferir la presidencia de la Alianza del Pacífico a Boluarte. En respuesta, el gobierno peruano ha declarado a López Obrador como "persona non grata" por parte del Congreso de la República del Perú, debido a sus repetidas declaraciones públicas sobre la legitimidad de Boluarte, lo cual se considera una violación al principio de no injerencia entre Estados (El Universal). Sin embargo, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y otras figuras afines a la Cuarta Transformación (4T), han respaldado firmemente a López Obrador. En un tweet, expresaron su oposición al racismo, clasismo y discriminación que se traduzca en la imposición de gobiernos autoritarios (Política MX). Además, otro actor que podría ayudar a remediar la fracturada relación bilateral entre Perú y México es Chile. El pasado lunes 22 de mayo, el viceministro de Relaciones Exteriores de Perú, Ignacio Higueras, se reunió con su homóloga chilena, Gloria de la Fuente, para abordar el desafío de la Alianza del Pacífico, así como la crisis migratoria en la frontera entre ambas naciones. En este sentido, De la Fuente afirmó que el canciller chileno, Alberto van Klaveren, reconoce la legitimidad de la presidenta de Perú como sucesora en la dirección de la Alianza del Pacífico, y ofreció su apoyo para llegar a un entendimiento común entre los Estados miembros (Forbes Perú).

 

9. Balance y repercusiones de la cumbre del G-7

Entre los días 19 y 21 de mayo tuvo lugar en la ciudad de Hiroshima la cumbre del Grupo de los Siete (G-7), conformado por líderes de las democracias más avanzadas a nivel mundial, como los Estados Unidos, Japón, Canadá, Francia, Reino Unido, Italia y Alemania. Entre los principales tópicos que componían la diversa agenda, se encontraban la determinación de un curso de acción conjunto que diera respuesta a la avanzada rusa y a la cada vez mayor asertividad china; la promoción del régimen de no proliferación nuclear; entre otros. Uno de los primeros logros de la cumbre, fue el consenso entre los líderes involucrados en respaldar el plan de acción japonés "Hiroshima Vision on Nuclear Disarmament". El hecho de que la reunión tuviera lugar en Hiroshima durante el transcurso de la guerra ruso-ucraniana –en la que la intimidación nuclear ha sido un instrumento predilecto del contingente ruso– sin duda fue significativo, y acompañó las discusiones en esta materia de forma sumamente emotiva. En este escenario, se alcanzó la primera declaración conjunta del G-7 con enfoque exclusivo sobre las armas nucleares, en la que se estableció la inviabilidad de este tipo de guerras y la necesidad de disminución de los arsenales nucleares mundiales (Japan Times). De igual forma, el bloque condenó nuevamente la retórica nuclear rusa contra Ucrania y su amenaza de desplegar armas atómicas en territorio bielorruso, así como también solicitó la reanudación de la implementación total del Tratado START III, suspendido durante el mes de febrero (The Guardian). En cuanto a la guerra ruso-ucraniana en particular, con la invitación del presidente Volodomyr Zelensky a la cumbre, el mensaje del grupo a la Federación Rusa resultó claro, promocionando la acérrima unidad del bloque en contra de su avanzada y la posibilidad de una fuerte contraofensiva (CNN). Al mismo tiempo, los líderes buscaron enviar un mensaje al aliado de Moscú: China. Esto se dio, en primer lugar, criticando la falta de transparencia de su creciente arsenal nuclear, y luego, reafirmando su compromiso con la región del Indo-Pacífico, el cual intentó demostrarse con la invitación de naciones como Indonesia, India y las Islas Cook a la cumbre –y que fue clarificado a su vez en la reunión del QUAD (VOA News). Empero, la parte más significativa de la advertencia a la República Popular se centró en lo que los representantes denominaron "coerción económica", basada en las sanciones comerciales impuestas por Beijing en el último tiempo a estados con ideales contrapuestos a los suyos, lo cual ha provocado una gran vulnerabilidad económica en el medio internacional en virtud de su peso en el sistema (BBC News). Los líderes del G-7 hicieron entonces un llamado a la "eliminación de riesgos" –versión más moderada del proyecto estadounidense de "desacoplarse" de China–, así como lanzaron una "plataforma de coordinación" con el propósito de contrarrestar la coerción y trabajar con las economías emergentes (aunque su funcionamiento aún no se encuentra claramente definido). A dos semanas de la declaración conjunta del G-7, no han faltado repercusiones. Por un lado, la falta de un acuerdo vinculante en materia de desarme nuclear, que implica a aquellos Estados miembro con armas de esta índole, llevó a fuertes críticas de organismos como la International Campaign to Abolish Nuclear Weapons (Common Dreams). Por otro lado, el viceministro de Relaciones Exteriores chino, Sun Weidong, hizo público su disgusto ante la "exageración sobre temas relacionados con China" a lo largo de la cumbre. Weidong sostuvo que Japón, en colaboración con el resto de países miembro, difamó y atacó a Beijing, al mismo tiempo que interfirió en sus asuntos internos, violando así los principios básicos del derecho internacional y el espíritu de los cuatro documentos políticos entre ambas naciones (Al Jazeera).

 

10. Erdoğan gana la segunda vuelta en las elecciones de Turquía

El domingo 28 de mayo Turquía decidió extender el mandato de Recep Tayyip Erdoğan por otros cinco años. El presidente venció a Kemal Kılıçdaroğlu con el 52,1% de los votos, frente al 47,9% de su contrincante (DW). Contra una oposición mayormente unificada alrededor de la figura de Kılıçdaroğlu, con una economía atrapada en la inflación y con las secuelas del terremoto de febrero aún muy vigentes, no es sorpresa que esta haya sido catalogada por la mayoría de los analistas como la elección más difícil de la vida política de Erdoğan (Politico). Si bien no hubo disputa acerca de la libertad de los comicios, la oposición acusó que fueron profundamente injustos, y apuntó contra acciones específicas del presidente (aumentos de sueldo para empleados públicos por decreto, entre otras) como evidencia de que estaba usando los poderes del Estado para inclinar la balanza a su favor (Reuters; Al Jazeera). Esta última se suma a una serie de denuncias por parte de voces dentro y fuera de Turquía que señalan que Erdoğan erosiona la democracia turca sistemáticamente y demuestra tendencias autoritarias (New York Times). Lo cierto es que Erdoğan seguirá en el poder en Ankara, por lo que valdría la pena preguntarse qué es lo que esto significa para Turquía desde una perspectiva geopolítica, y qué es lo que los principales centros de poder mundial esperan de Erdoğan. Al ser uno de los miembros importantes de la OTAN (por su capacidad de actuar como mediador entre occidente y otros interlocutores), la relación de Turquía con Occidente en general, y Estados Unidos en particular, no puede ser ignorada. Por lo que, un nuevo mandato de este líder presenta tanto desafíos como oportunidades (Foreign Policy). Una de las ventajas puede ser la estabilidad, ya que no se esperan muchos cambios en la orientación ni en las formas de la política exterior turca (New York Times). Además, desde occidente apoyan los planes del presidente de pacificar las relaciones con sus vecinos (principalmente Arabia Saudita, Siria, Armenia y Egipto). Pero lo cierto es que en muchas capitales occidentales existían esperanzas acerca de una derrota de Erdoğan. No solo por estas tendencias autoritarias que chocan con las formas occidentales, sino por su acercamiento paulatino al este, y a Vladimir Putin en específico. De hecho, uno de los principales desafíos para la OTAN será evitar que ese acercamiento se profundice y entorpezca aún más el funcionamiento de la alianza. No será fácil ya que en estos últimos años Erdoğan ha reemplazado su característica afinidad hacia las relaciones transaccionales, por antipatía ante los valores occidentales y su arrogancia. El primer examen para la relación vendrá en la próxima reunión de la OTAN, donde le pedirán que levante el veto de Turquía a la incorporación de Suecia al bloque. Erdoğan buscará extraer ciertas concesiones con respecto a milicias kurdas en Suecia y levantar el bloqueo de ventas de armas por parte de EE.UU. a Turquía, algo que Biden está dispuesto a hacer para abrir un nuevo capítulo en la relación con este país (The Guardian). Lo cierto es que alejar a Erdoğan de Rusia no será una tarea fácil, durante la campaña el presidente turco habló de una "relación especial" que tiene con Putin, lo que le permite actuar como mediador en el conflicto con Ucrania. Si bien condenó la invasión, se rehusó a sancionar a Rusia, y de hecho aumentó el comerció entre ambas naciones. En estos últimos años, Turquía y Rusia han sido socios en materias energéticas: Moscú financió la construcción de una central nuclear en Turquía. Con la continuidad de Erdoğan en el poder, es esperable que esa relación perdure; de hecho esa equidistancia que Turquía logra entre el este y el oeste es lo que la vuelve un jugador central en la geopolítica, y es un lugar donde el presidente se siente cómodo (BBC).

 

11. Choques fronterizos entre Irán y Afganistán

El sábado 27 de mayo tuvieron lugar violentos enfrentamientos en la frontera que divide Irán y Afganistán, registrándose al menos 3 fallecidos como producto del fuego cruzado (Reuters). La versión que ha trascendido desde el gobierno de Teherán, indica que los guardias iraníes del puesto fronterizo actuaron en respuesta a disparos efectuados por las fuerzas talibanes (Deutsche Welle). Por su parte, el portavoz del Ministerio del Interior afgano, Abdul Nafi Takor, se pronunció sobre el hecho indicando que "las fuerzas fronterizas iraníes dispararon hacia Afganistán", y que su país "no quiere luchar con sus vecinos" (Al Jazeera). En este sentido, Hafiz Zia Ahmad, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Kabul, hizo pública la intención de su gobierno de canalizar este conflicto a través del diálogo el pasado lunes 29 de mayo (Arab News). Si bien las relaciones diplomáticas entre Irán y Afganistán permanecen inalterables, el primero continúa sin reconocer el gobierno de Kabul (The Times of Israel). Recientemente, la tensión entre ambos países ha aumentado considerablemente por el control del río Helmand, dada la relevancia estratégica de esta fuente de agua ante la sequía que predomina en la región (New York Times). El río cubre aproximadamente 1150 kilómetros, extendiéndose desde las montañas Hindu Kush en Afganistán, y atraviesa un breve tramo en tierras iraníes hasta desembocar en el lago Hamun, emplazado en la frontera que separa los dos Estados (El Observador). El Tratado de 1973, cuyo contenido dispone la regulación de los recursos hídricos provenientes del río Helmand, estaría siendo transgredido actualmente por Afganistán, quien deliberadamente estaría obstruyendo el acceso de Irán a las aguas del río (Iran International). A mediados del mes de mayo, el presidente iraní, Ebrahim Raisi, denunció que el agua estipulada para consumo de su país está retenida en presas, en tanto que el gobierno talibán argumentó que el descenso en el volumen del agua se debe a factores climáticos (Voice of America). Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de Teherán, el ministro de esta cartera añadió que "de ser necesario, también se utilizarían instrumentos de presión en contra de los gobernantes afganos que no cooperen", en el marco de potenciales investigaciones que el gobierno iraní pretende realizar en las presas (The Arab Gulf States Institute in Washington). El aumento de población en Irán, sumado al uso excesivo de acuíferos, agravan la escasez de agua que afronta el Estado ya afectado por décadas de sequías (Swissinfo). La vertiginosa escalada de tensión entre ambos gobiernos es un evento sin precedentes, en el contexto de un vínculo históricamente cordial entre los talibanes afganos y los iraníes (Middle East Media Research Institute). El endurecimiento de la postura de Teherán podría estar motivado por la gestión que ha hecho el gobierno talibán desde su llegada al poder en agosto de 2021. Los talibanes no han podido aún restablecer el orden interno en el país, asimismo, han fallado en contemplar las dinámicas fronterizas con Irán, dando lugar a sucesivos incidentes que no alcanzaron situaciones de gravedad (The Diplomat). De esta manera, la relación entre ambos países se ha vuelto cada vez más áspera, en esta ocasión, afectada por un recurso geoestratégico y vital para los dos Estados (Public Broadcasting Service).

 

Edición: Analía Amarelle, Luisina Ferrero y Lucía Cobián.

Equipo de Redacción: Dolores Agraso, Abril Álvarez, Vanessa Franco, Lisandro Gowland, Mayra Hinostroza, Franco Muzzillo, Victoria Pérez, Carola Salvia, Briza Silva Fernández, Lila Soldano, Valentina Rodriguez y Julieta Zamora.

 

 

Si desea dejar de recibir nuestros mensajes, ingrese su dirección de correo y luego presione el botón para desuscribirse: