Boletín de Noticias de Análisis Internacional

Semana del 29 de octubre al 5 de noviembre de 2021

 

INDICE

1. COP 26: Cómo (y cómo no) abordar el Cambio Climático

2. Resultados de la Cumbre del G20 en Roma

3. "El momento tecnopolar": la influencia de las compañías tecnológicas en el orden global

4. Nuevas tensiones entre Francia y el Reino Unido por las licencias pesqueras

5. Crisis diplomática en los países del Golfo

6. El futuro de la democracia brasileña

7. La Corte Penal Internacional abre una investigación sobre presuntos crímenes de lesa humanidad en Venezuela

8. India prueba exitosamente el Agni-5, un misil balístico intercontinental con capacidad nuclear

9. Continúa creciendo la infraestructura de seguridad de China en Tayikistán

10. Golpe de Estado en Sudán

11. Crisis humanitaria en Etiopía

 

 

1. COP 26: Cómo (y cómo no) abordar el Cambio Climático

"Tackle Climate Change" es el lema y objetivo de la tan esperada Conferencia sobre Cambio Climático (COP 26) que se está llevando a cabo en la ciudad escocesa de Glasgow, Reino Unido. Debido a la preocupación por este fenómeno, la conferencia de la ONU está recibiendo la atención global. Importantes avances se han realizado entre los mayores productores de carbón: más de 40 naciones han acordado reducir el uso de energía a base de carbón, en miras de cumplir la meta de 1,5 C. Lamentablemente, los mayores consumidores todavía no se han adherido al acuerdo (The Guardian). En materia de inversiones, la coalición internacional Glasgow Financial Alliance for Net Zero (GFANZ) ha mostrado gran entusiasmo (The Economist). En vistas al objetivo de la descarbonización y la meta de cero emisiones para 2050, la GFANZ ofrece un foro para firmas financieras que busquen colaborar con políticas sustantivas que aseguren el alineamiento a dicho objetivo (GFANZ Progress Report). Sin embargo, perspectivas más críticas temen que los gobiernos  decidan apoyar la causa climática esperando que otros resuelvan la crisis pagando la cuenta (Project Syndicate). "Green Colonialism" es como algunos autores han denominado a esta postura de los países más ricos en la lucha contra el cambio climático. Noruega, el segundo proveedor de gas más grande de Europa después de Rusia, ha estado presionando al Banco Mundial para que detenga toda la financiación de proyectos de gas natural en África y en otros lugares a partir de 2025. Sin embargo, el país nordico también ha acordado un aumento de las exportaciones de gas natural en 2 mil millones de metros cúbicos para aliviar la escasez de energía del continente europeo (Foreign Policy). Según Vijaya Ramachandran, la idea de que los países menos desarrollados utilicen hidrógeno verde, posiblemente la tecnología energética más compleja y cara que existe, y construyan "smart micro-grid networks" en unos pocos años a la escala requerida es absurda.  Por este motivo, sostiene que los países desarrollados -como Noruega-, que afirman estar comprometidos con un desarrollo equitativo y sostenible, deberían realizar grandes inversiones en tecnología e infraestructura limpias para apoyar a los países en desarrollo. Ramachandran concluye afirmando que perseguir las ambiciones climáticas a expensas de los países más pobres no solo es hipócrita, sino también injusto.

 

2. Resultados de la Cumbre del G20 en Roma

El G20 fue creado para momentos como los que estamos viviendo. Con un planeta que sufre, una pandemia y una recuperación económica que todavía tambalea. Este foro consultivo permite, tanto a los países avanzados como emergentes, armonizar sus políticas ante los mayores desafíos globales (Council on Foreign Relations). A través de un comunicado conjunto publicado el domingo 31 de octubre, los líderes de las 20 economías más grandes del mundo dieron a conocer las conclusiones y lineamientos a los que arribó el bloque durante este año 2021 (G20 - Rome Leaders’ Declaration). En materia de cambio climático, el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados para el fin del siglo fue reforzado de manera unánime. El comunicado, además, reafirma los objetivos del Acuerdo de París, reconociendo la importancia de lograr la neutralidad de carbono para mediados de siglo (The New York Times). El fin del financiamiento de nuevas centrales eléctricas de producción de carbón fuera de las fronteras de los países miembros fue una novedad, aunque no se establecieron compromisos domésticos en cuanto a esta temática (Le Monde). Respecto a la pandemia, los países del G20 se comprometieron a avanzar con los objetivos de vacunación de la OMS, vacunando al menos el 40% de la población para el fin de este año, y el 70% para mediados de 2022 (The Guardian). Tras años de negociaciones, el Impuesto Mínimo Global (15%) fue hecho realidad. Un nuevo sistema de tributación internacional que grava las ganancias de las corporaciones afectará especialmente a los gigantes de la web (Il Corriere della Sera). En momentos donde el acercamiento entre el Este y el Oeste es fundamental para fomentar la confianza en los procesos mundiales, la ausencia presencial tanto de Vladimir Putin como de Xi Jinping no pasó inadvertida (RIAC). La importancia del G20 como bloque depende de la influencia que se le otorgue como pilar del progreso y cooperación entre las 20 economías más destacadas de la actualidad internacional.

 

3. "El momento tecnopolar": la influencia de las compañías tecnológicas en el orden global

Los Estados han sido los actores principales en los asuntos globales durante casi 400 años, sin embargo, Ian Bremme (Foreign Affairs) asegura que esto está cambiando debido a que los actores no estatales, precisamente las empresas tecnológicas, están ganando cada vez más influencia geopolítica. En concreto, de acuerdo al autor, empresas como Amazon, Apple, Facebook, Google, Twitter, Alibaba, ByteDance, y Tencen están configurando cada vez más el entorno global en el que operan los gobiernos. Estas empresas tienen una gran influencia sobre las tecnologías y los servicios que no solo impulsarán la próxima revolución industrial, sino que también determinarán cómo los países proyectan su poder económico y militar y darán forma al futuro del trabajo. Por este motivo, considera que es necesario empezar a pensar en las grandes empresas de tecnología como actores similares a los Estados. Este tipo de empresas, sostiene Bremmer, ejercen una forma de soberanía sobre un ámbito en rápida expansión que se extiende más allá del alcance de los entes reguladores, esto es, el espacio digital. Y si bien aportan recursos a la competencia geopolítica, también enfrentan múltiples limitaciones en su poder de acción. En la próxima década, los gobiernos y las empresas tecnológicas se enfrentarán en una competencia por la influencia en el espacio digital y el espacio físico, espacios que irán convergiendo cada vez más. De ahí deriva, según Bremmer, la necesidad de pensar y construir un marco que permita comprender cuáles son los objetivos de las empresas y cómo deberá interactuar su poder con el de los gobiernos. Esto no significa, sin embargo, la desaparición del Estado-nación, el fin de los gobiernos o la disolución de las fronteras. Lo que el autor afirma es que simplemente ya no es sostenible hablar de las grandes empresas tecnológicas como peones que los gobiernos pueden mover en un tablero de ajedrez geopolítico. Solo actualizando nuestra comprensión de su poder geopolítico podremos entender mejor este nuevo mundo digital, concluye Bremmer.

 

4. Nuevas tensiones entre Francia y el Reino Unido por las licencias pesqueras

En las últimas semanas ha habido un nuevo aumento de tensiones en la relación entre el Reino Unido y Francia. Esta vez, la disputa se relaciona con los derechos pesqueros en el canal marítimo que separa a ambas naciones. Esta nueva escalada de conflictos comenzó luego de que, en medio de un clima de tensiones por las licencias pesqueras entre ambos países, el gobierno francés detuviera y multara a dos barcos británicos por operar sin licencia en las aguas territoriales de Francia (Al Jazeera). París desde hace tiempo reclama al Reino Unido que apruebe las licencias para que los pescadores franceses continúen con su trabajo y ha expresado que Londres solo ha autorizado el 90% de los pedidos de licencias solicitados por la UE y la mayoría de los que no fueron aceptados son franceses, lo que, según Francia, viola el acuerdo pactado luego de que Gran Bretaña abandonara el bloque europeo (El País). Es que, según los términos del acuerdo del Brexit, quienes tradicionalmente han pescado cerca de la costa del Reino Unido podrán seguir haciéndolo, siempre que puedan demostrar que lo habían hecho en el pasado (The Times). Francia ha anunciado una serie de medidas que implementará si Londres no responde a sus pedidos: intensificar los controles de las mercancías, impedir que los barcos británicos accedan a los puertos franceses y reforzar los controles de los camiones procedentes del Reino Unido, además no descarta revisar su suministro de energía a la isla británica (Reuters). Gran Bretaña, por su parte, ha declarado que está estudiando poner en marcha los procedimientos de solución de controversias en el marco del TCA y también otras medidas como la aplicación de controles a la actividad pesquera de la UE (The Telegraph). Durante la cumbre del G20, el presidente francés y el primer ministro británico se reunieron para discutir el asunto. Mientras que París ha anunciado que ambos países han convenido trabajar en medidas para resolver el conflicto, Londres ha negado que se haya llegado a un acuerdo y manifiesta que depende de Francia desescalar el conflicto (The Guardian).

 

5. Crisis diplomática en los países del Golfo

La exposición pública y las herramientas diplomáticas han vuelto a demostrar no solo la importancia del manejo prudente por parte de los funcionarios en el escenario político internacional, sino también la trascendencia que tienen, muchas veces, los comentarios desafortunados. A raíz de unos comentarios extraviados de un ministro, el Líbano se encontró una vez más atrapado en la rivalidad entre Arabia Saudita e Irán, subrayando cuán vulnerable es frente a las exigencias de sus vecinos más poderosos. Las consecuencias fueron tanto drásticas como sorprendentes: los Estados del Golfo retiraron sus embajadores del Líbano (The New York Times). La crisis diplomática entre varios Estados ricos del Golfo Pérsico y su pequeño vecino árabe se expandió el sábado pasado cuando los Emiratos Árabes Unidos y Kuwait retiraron a sus embajadores de Beirut, un día después de que Arabia Saudita y Bahrein hicieran lo mismo. El detonante fue el ministro de Información del Líbano, George Kordahi, quien calificó la guerra en Yemen como una "agresión" saudí y emiratí en una reciente entrevista televisiva. Kordahi está alineado con Hezbollah, el partido político y la milicia respaldados por Irán que domina la política libanesa. Además de retirar a sus enviados, Arabia Saudita, Kuwait y Bahrein también expulsaron a los embajadores del Líbano de sus países. Las tensiones surgen en medio de una grave crisis política y financiera sufrida por el Líbano, considerada por el Banco Mundial como una de las peores de la historia moderna (El País). Las esperanzas de asistencia económica y cooperación con los inversores del Golfo, una región a cuyo desarrollo han contribuido cientos de miles de expatriados libaneses desde hace décadas, se han desvanecido. El nuevo primer ministro del Líbano, Najib Mikati, ha prometido tratar de obtener fondos del Golfo Árabe para rescatar al país de su crisis económica, pero Arabia Saudita se ha negado sistemáticamente a enviar ayuda, citando el control que ejerce Hezbollah sobre el gobierno (The Washington Post). No obstante, las declaraciones de Kordahi -consideradas insólitas por las autoridades del Golfo- parecen ser compartidas por políticos occidentales y grupos de defensa, que acusan a Arabia Saudita de causar miles de bajas y bombardear indiscriminadamente objetivos civiles, prolongando una guerra que ha arrastrado a Yemen a una crisis humanitaria sin precedentes (The New York Times).

 

6. El futuro de la democracia brasileña

En Brasil, el Comité del Senado que investigó el manejo de la pandemia por parte del gobierno  aprobó un informe final que acusa al presidente Jair Bolsonaro, de "crímenes contra la humanidad" y otros ocho delitos. El informe, resultado de una investigación de seis meses, fue aprobado por mayoría de los once miembros de la comisión y será remitido a la justicia ordinaria, al Ministerio Público, al Tribunal Supremo e incluso a la Corte Penal Internacional de La Haya, que tendrá que decidir si se inician los trámites pertinentes (BBC). Además, la comisión también pidió que Bolsonaro sea suspendido en todas las redes sociales dado que fue responsable de una difusión masiva de información falsa sobre la pandemia. Según Oliver Stuenkel (Foreign Affairs), desde que llegó al poder en Brasil, Bolsonaro no solo ha empleado un uso sistemático de la desinformación como arma política, sino que también ha promovido militarización a gran escala de su gobierno, se ha unido a los manifestantes que pedían el cierre del Congreso y la Corte Suprema y ha socavado sistemáticamente la confianza pública en el sistema de votación del país. En esta línea de acción, el mes pasado, Bolsonaro prometió a sus partidarios que ya no aceptaría las decisiones de un juez de la Corte Suprema en particular al que demoniza con frecuencia. De acuerdo con Stuenkel, Bolsonaro parece seguir el ejemplo de Trump, por lo que sería difícil imaginar que el presidente brasileño acepte una derrota electoral cuando se presente a la reelección en 2022. Esto, agrega el autor, plantea la posibilidad de que ocurra, en Brasil, algo similar al asalto al Capitolio del 6 de enero. Sin embargo, aunque esto no suceda, la democracia brasileña seguirá estando en grave peligro. Independientemente del resultado de las elecciones de 2022, la democracia del país enfrenta una prueba crucial, afirma Oliver. Si Bolsonaro es reelecto podría volverse incluso más autoritario; sin embargo, si pierde, si se niega a ceder y moviliza a sus partidarios, es posible que la debilitada institución democrática de Brasil no pueda resistir el ataque autoritario.

 

7. La Corte Penal Internacional abre una investigación sobre presuntos crímenes de lesa humanidad en Venezuela

La crisis política, social y humanitaria que azota Venezuela ha abierto otro capítulo de su historia para introducirse al ámbito jurídico-legal. La Corte Penal Internacional (CPI) anunció el miércoles la apertura de una investigación formal sobre las denuncias que acusan a las fuerzas de seguridad del presidente Nicolás Maduro de participar en torturas y ejecuciones extrajudiciales de opositores políticos, años después de que la comunidad internacional comenzara a investigar presuntos abusos de derechos humanos en el país. Durante una conferencia de prensa televisada al final de su visita de tres días a Caracas, el jefe fiscal de la CPI, Karim Khan, advirtió sobre los intentos de interferir en su investigación, la primera de este tipo en América Latina (The Washington Post). El régimen de Maduro se encuentra en su posición política más fuerte en años y ha consolidado su control después de que se desvanecieran las esperanzas en la capacidad de la oposición para revertir el autoritarismo y el colapso económico. El Grupo de Lima, que había pedido que se investiguen los presuntos abusos, se encuentra completamente desvanecido. La iniciativa por parte de la CPI funda sus antecedentes en el informe realizado el año pasado por el órgano de derechos humanos de la ONU, el cual concluyó que Maduro y miembros de su círculo íntimo dieron órdenes, coordinaron actividades y proporcionaron recursos para detenciones arbitrarias, torturas, desapariciones y ejecuciones extrajudiciales (El País). Por su parte, Maduro emprendió una serie de reformas judiciales y comenzó un goteo de excarcelaciones, levantando sospechas y golpeando aún más su imagen a nivel internacional. Venezuela es la decimosexta situación bajo investigación de la Corte y la primera en la región de las Américas. El presupuesto de la Corte, financiado por sus países miembros, se ha mantenido en un crecimiento cercano a cero desde 2017, mientras que su agenda ha crecido sustancialmente. Es por eso que Karim Khan debe priorizar la participación de los países miembros de la CPI para ampliar los recursos de la Corte y cumplir con su misión, según afirma Human Rights Watch.

 

8. India prueba exitosamente el Agni-5, un misil balístico intercontinental con capacidad nuclear

El pasado 27 de octubre, India probó exitosamente el Agni-5, un misil balístico intercontinental con capacidad nuclear. Este desarrollo de armamentos ocurre en medio de un contexto de tensión con China, ya que ambas naciones se encuentran involucradas en una importante disputa fronteriza. Según explica The Indian Express, el Agni-5 es un misil balístico de largo alcance que puede atacar con precisión un objetivo ubicado hasta 5.000 kilómetros de distancia. De acuerdo con el artículo, el rango de alcance sitúa a casi toda China dentro del radio de acción de este armamento. Esta prueba militar presentó dos importantes particularidades: fue el primer lanzamiento realizado por el Comando de las Fuerzas Estratégicas del país, unidad que se encargaría de disparar el misil en una situación de guerra, y fue llevado a cabo durante la noche, lo que demuestra que el misil puede desplegarse a cualquier hora (The Telegraph). De acuerdo al comunicado del gobierno, el exitoso lanzamiento está en consonancia con la política india de contar con armamento nuclear que permita una mínima disuasión creíble pero que respalde el compromiso de la política "No First Use" (ABC News). Esta política se basa en una creencia cultural profundamente arraigada de que el uso de la fuerza para resolver disputas es un concepto inaceptable (Times of India). Según manifiesta South China Morning Post, el gran arsenal chino ha llevado a Nueva Delhi a querer mejorar y reforzar sus sistemas de armamento en los últimos años ya que ambos países se encuentran en medio de una creciente competencia estratégica. The Wall Street Journal explica que este lanzamiento es una señal para China de que India tiene la capacidad para contraatacar si las tensiones vuelven a surgir. Según el artículo, ambas naciones han mantenido un tenso enfrentamiento a lo largo de su frontera, llegando a un punto cúlmine tras un fuerte combate en el Himalaya. Además, agrega que las potencias han entablado conversaciones con la intención de resolver el conflicto, pero los últimos intentos terminaron sin ningún acuerdo nuevo.

 

9. Continúa creciendo la infraestructura de seguridad de China en Tayikistán

El parlamento de Tayikistán ha aprobado la construcción de una base militar china en la aldea de Vakhon, cerca de la frontera con Afganistán. Dushanbe también ofreció a Pekín transferir el control total de una instalación militar construida en la región de Murghab en 2016, donde operan soldados chinos, a cambio de financiar bases adicionales a lo largo de la frontera que separa el país de Asia Central del corredor de Wakhan, un estrecho corredor geográfico que conecta Afganistán con China (Eurasianet). Este último teme que, tras la conquista de Afganistán por los talibanes, el corredor de Wakhan se convierta en el lugar desde el cual el Movimiento Islámico del Turquestán Oriental podría desestabilizar la región china de Xinjiang (The Diplomat). En particular, la República Popular no confía plenamente en la capacidad del Gobierno de Kabul para contrarrestar las actividades de los terroristas uigures en territorio afgano. No es casualidad que este último haya sido uno de los temas que el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, ha priorizado durante las recientes conversaciones que tuvieron lugar en Doha con el líder talibán Mullah Abdul Ghani Baradar y otros altos funcionarios (Middle East Monitor). Por lo tanto, aprovechando los temores especulativos de Tayikistán, China parece estar tratando de obtener una proyección militar en el antiguo país soviético para abordar la amenaza percibida a la seguridad nacional, sin necesariamente tener que depender de la acción antiterrorista de los talibanes. En este sentido, la gestión de la base de Murghan y la construcción del puesto militar en Vakhon serán cruciales para proteger directamente la zona donde se cruzan las fronteras entre Afganistán, China y Tayikistán.

 

10. Golpe de Estado en Sudán

En los últimos días se produjo en Sudán un golpe de Estado al gobierno transicional por parte de las Fuerzas Armadas. El golpe fue liderado por el general Abdel Fattah Al Burhan, quien anunció la disolución de los órganos instaurados en la transición democrática de 2019, luego de la caída del dictador Omar al Bashir (El País). Asimismo, se declaró el estado de emergencia y el arresto de varios funcionarios civiles, líderes partidarios y organizaciones afines. Como consecuencia, masivas protestas populares se han desencadenado en las principales ciudades de Sudán, convocadas por agrupaciones barriales y la Asociación de Profesionales de Sudán en defensa de la democracia y el gobierno transicional. Estas protestas, sin embargo, fueron reprimidas por las fuerzas militares y, hasta la fecha, se cuentan tres muertos y decenas de heridos. Luis Gómez (El País) sostiene que el proceso democrático en Sudán pone en peligro los intereses del Ejército y las milicias. Las fuerzas militares tienen amplias prerrogativas, en particular en lo que refiere al control de la economía y los recursos naturales. Según Michelle Gavin (Council on Foreign Relations), si bien el general Abdel Fattah al-Burhan afirma que "las Fuerzas Armadas continuarán completando la transición democrática", sus acciones y las de la dirección militar demuestran que resistirán cualquier intento de terminar los objetivos de la revolución, reformar el servicios de seguridad, y establecer líneas reales de responsabilidad entre los ciudadanos y sus líderes. Además, asegura que no tienen intención de permitir que ocurra una elección a menos que tengan el control total del campo de juego. De acuerdo con Gavin, el golpe en Sudán muestra que los miembros militares del gobierno de transición nunca estuvieron realmente comprometidos con la implementación de la democracia de la manera buscada por los manifestantes que obligaron a Omar al-Bashir a dejar el poder en 2019. La autora concluye llamando a la comunidad internacional, y en especial a Estados Unidos, a garantizar la mayor solidaridad multilateral posible en oposición a la toma del poder militar.

 

11. Crisis humanitaria en Etiopía

Luego de los avances estratégicos de las fuerzas del Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF), el primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, instó a los ciudadanos a tomar las armas, haciéndose eco del llamamiento de varios gobiernos regionales para que los residentes defiendan su tierra (France 24). El TPLF declaró que estaba preparado para vincularse físicamente con otro grupo armado, el Ejército de Liberación de Oromo, con el que estableció una alianza a principios de este año. Asimismo, The Guardian informó que las fuerzas de Tigray afirman controlar las ciudades clave de Dessie y Kombolcha, aunque el gobierno federal discute esta afirmación. El portavoz del presidente etiope declaró la existencia de nuevos ataques militares en la capital del Tigray transformándose en la cuarta jornada de embestidas. El pasado lunes, la fuerza aérea etiope realizó dos ataques en Mekele (Reuters), en los que, según Naciones Unidas, murieron tres niños y varios más resultaron heridos. En la actualidad, los enfrentamientos tienen sus repercusiones en la población etiope, quienes viven en medio del desplazamiento y la destrucción de pueblos, hospitales y viviendas. En este marco, la ONU estima que el 90% de la población del Tigray necesita de los organismos internacionales de ayuda humanitaria para sobrevivir. Sin embargo, el gobierno de Ahmed ha entorpecido los esfuerzos globales para acercar recursos de asistencia a la población. Los Estados Unidos y la Unión Europea, por su parte, han amenazado con presentar sanciones tanto contra el gobierno como el TPLF. Ambos actores han estipulado que pondrán en marcha dichas sanciones una vez finalizadas las investigaciones pertinentes sobre la gravedad de la situación etiope (BBC).

 

Edición: Analía Amarelle y Julia Pérez Maldonado.

Equipo de Redacción: Catalina Marino Aguirre, Santiago D'Agostino, Martino Fabris, Facundo González, Milagros Oliden, Micaela Ruíz Díaz y Magalí Vedoy Granja.

 

 

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