COMITÉ ESTADOS UNIDOS

Observatorio Estados Unidos / Boletín N° 121 / Septiembre - Octubre 2022

Dirección: Roberto Russell

Edición: Analía Amarelle / Equipo redactor: Federico Bursky, Catalina Sandberg y Carla Gebetsberger

 

INDICE

 

POLÍTICA INTERNA DE ESTADOS UNIDOS

Los demócratas pierden el liderazgo a pocos días de las elecciones de medio término

 

POLÍTICA Y RELACIONES EXTERIORES DE ESTADOS UNIDOS

La Estrategia de Seguridad Nacional y el futuro de la política exterior estadounidense

 

ESTADOS UNIDOS Y AMÉRICA LATINA

Blinken en Latinoamérica: México, Colombia, Chile y Perú

 

 

POLÍTICA INTERNA DE ESTADOS UNIDOS

 

 

Los demócratas pierden el liderazgo a pocos días de las elecciones de medio término

Fuente: LATimes

Ya en la recta final de la carrera hacia las elecciones de medio término, las últimas encuestas muestran que los republicanos cuentan con una leve pero importante ventaja sobre los demócratas. El estudio de The New York Times y Siena College, muestra que un 49% de los probables votantes planea votar al Partido Republicano, mientras que un 45% votaría por el Partido Demócrata. Estos resultados reflejan una mejoría en los números para los republicanos, quienes en septiembre iban un punto detrás de los demócratas. La encuesta muestra que el Partido Republicano construyó una diferencia de 10 puntos porcentuales entre los votantes independientes, comparado con los 3 puntos de ventaja que tenían los demócratas en septiembre, en tanto los votantes indecisos viran hacia los republicanos (Goldmacher, The New York Times).

Encuestas de Five Thirty Eight y Politico, entre otras, también muestran que los republicanos cuentan con una clara ventaja sobre los resultados del Congreso, prediciendo resultados ganadores. Por otra parte, aún no queda claro cuál de los dos partidos quedará con la mayoría en el Senado.

La explicación detrás de este cambio en los números es el protagonismo que está tomando la preocupación económica en la población de Estados Unidos. La inflación que persiste y la tendencia negativa del mercado de acciones son dos temáticas clave para los votantes, quienes identifican a la economía como su principal preocupación (Goldmacher, The New York Times).

El Bureau of Labor Statistics publicó el reciente reporte sobre precios al consumidor, y demostró que la inflación permaneció alta durante el mes de septiembre (U.S. Bureau of Labor Statistics). El CPI (Consumer Price index) creció un 8.2% anual, reflejando un leve descenso comparado con el 8.3% registrado en agosto. La persistencia de la inflación es un desafío político importante para la Casa Blanca y los congresistas demócratas. El presidente Biden reconoció que los estadounidenses están "apretados por el costo de vida" y afirmó que hay "más trabajo por hacer" para luchar contra la inflación, si bien ya se había logrado algo de progreso. Asimismo afirmó que si los republicanos toman el poder del Congreso en noviembre "los costos diarios van a subir, no a bajar". (Politi & Fedor, Financial Times).

Por su parte, el Partido Republicano ha tratado de capitalizar esta situación, responsabilizando a los demócratas por la alta inflación que, según argumentan, deriva del alto nivel de gasto del gobierno. Kevin McCarthy, líder de la minoría y candidato a ser vocero del Congreso dijo en una entrevista televisiva que las "políticas demócratas" son las que causaron los aumentos de precio, e indicó que Estados Unidos será "energéticamente independiente", y que van a "terminar con el gasto descontrolado" una vez que ganen las elecciones, eliminando de esta manera la "inflación que trajeron los demócratas" (Wolf, CNN).

Reich, de The Guardian, sostiene que las causas principales de la situación económica estadounidense son la falta de recursos derivada por la pandemia, la guerra de Ucrania y Rusia, y los lockdowns de China. Asimismo, indica que las grandes corporaciones utilizan la inflación como excusa para aumentar los precios por arriba de lo necesario, resultando en los márgenes de ganancia más altos desde 1950 (Reich, The Guardian).

Por su parte, la campaña del Partido Demócrata gira en torno a temáticas alejadas de la situación económica. En un reciente discurso, el presidente dejó en claro que la protección del acceso al aborto es el mensaje principal de su Partido para las elecciones. Mientras los republicanos ponen la atención en la inflación, el crimen y la inmigración, los demócratas enfatizan la oposición republicana a los derechos del aborto, entre otros, para argumentar que se han vuelto un partido de extremistas. Biden, por ejemplo, expresó que "están hablando de quitar el derecho de anticoncepción y de casarse con quien uno ama" (Wootson & Pager, The Washington Post).

El senador Bernie Sanders expresó en una entrevista con CNN, que los demócratas deberían enfocar la campaña en torno a temas económicos, y no en el aborto, contrastando los planes económicos de ambos partidos, demostrando que son un Partido "fuerte, pro-trabajadores" en contraposición a la "agenda corporativa de los republicanos". (Howie, Politico). De acuerdo con una encuesta de ABC News/Ipsos, los votantes confían más en el Partido Republicano para lidiar con las problemáticas económicas. Y, si bien los demócratas lideran la confianza para tratar temas de aborto, cambio climático, y COVID-19, la situación económica es la principal preocupación para los votantes. (Olander, Politico).

Un artículo de opinión de Financial Times, argumenta que la política estadounidense ha mantenido una tendencia desde el fin de la Guerra Fría, en tanto los presidentes suelen perder las elecciones de medio término. Así sucedió, por ejemplo, con Bill Clinton (1994), Barack Obama (2010) y Donald Trump (2018). La agenda doméstica de Biden podría experimentar una importante desaceleración.  Los resultados de noviembre darán forma a los valores sostenidos por Estados Unidos en temáticas como el cambio climático, la inmigración, el aborto y el control de armas (Vinjamuri, Chatham House). Asimismo, los republicanos van a neutralizar la causa sobre la irrupción al Capitolio en 2020 y podrían retener el permiso para aumentar el límite de préstamos federales (Editorial Board, Financial Times).

Vinjamuri, de Chatham House, argumenta que los dos partidos están alineados en temáticas de política exterior. Una victoria republicana no significaría un cambio importante en la posición de Estados Unidos frente a China, Irán, Rusia o la Guerra de Ucrania. Sin embargo, una convergencia política y una clara autoridad ejecutiva no mitigan la disrupción que se ocasionaría si los republicanos ganaran el Congreso y el Senado en las próximas elecciones. Para Europa y el resto del mundo serían señales de las trayectorias futuras de Estados Unidos en la política global, en tanto un "America First" podría retornar en 2024 (Vinjamuri, Chatham House).

 

 

POLÍTICA Y RELACIONES EXTERIORES DE ESTADOS UNIDOS

 

 

La Estrategia de Seguridad Nacional y el futuro de la política exterior estadounidense

Fuente: Chip Somodevilla/Getty Images

Envuelta en un contexto de crecientes tensiones a nivel global, la Administración Biden publicó el pasado 12 de octubre su Estrategia de Seguridad Nacional (ESS). En ella, el gobierno estadounidense expresa los principales lineamientos que regirán su accionar en la materia y comunica su visión sobre los asuntos más acuciantes del momento. El documento reviste particular importancia no solo por estar atravesado por la guerra de Ucrania (que dilató su publicación), sino también por eventos como el vigésimo Congreso del Partido Comunista Chino, junto con el inicio del tercer mandato de Xi Jinping, y nuevos lanzamientos de misiles por parte de Corea del Norte.

En términos generales, la Estrategia aborda múltiples regiones y problemáticas en su estructura. Su amplio contenido es tal que Emma Ashford (Just Security) lo califica como excesivamente ambicioso. En parte, atribuye esta condición al propio proceso de redacción donde participan numerosas agencias gubernamentales que pretenden "dejar su marca". No obstante, Ashford también cuestiona cierto carácter irreal de los objetivos planteados al no considerarse en momento alguno la escasez de recursos que tiene Estados Unidos. Por este motivo, subraya la falta de "carácter estratégico" del documento al no alinear recursos con objetivos.

El índice de la ESS marca con claridad los focos de atención de Estados Unidos. China y Rusia son los únicos países con capítulos exclusivos. Asimismo, la relevancia de ambos países se aprecia en el capítulo "Nuestras Prioridades Globales". En el propio título del apartado se propone dejar a China "fuera de competencia", mientras que se busca "restringir" al Estado ruso.

Al respecto, Ryan Neuhard (FPRI) analiza dichos focos en simultáneo a la Estrategia de Defensa Nacional de este año, con la cual encuentra una notable similitud en lo que a prioridades se refiere. Dicha coincidencia indica, en su mirada, no solo la centralidad del Indo-Pacífico y de China en la agenda externa, sino también la intención de no permitir que otras crisis desvíen considerablemente la atención y los recursos fuera de dichos objetivos.

En torno a China, Neuhard remarca dos cuestiones adicionales. En la ESS, EE.UU. explicita su no apoyo a la independencia de Taiwán, su intención de mantener dicho vínculo dentro de los acuerdos ya alcanzados y su disposición a habilitar los recursos necesarios para impedir un eventual cambio unilateral del statu quo por parte de China. Al mismo tiempo, realiza una clara distinción entre los líderes y la población de dicho país, con énfasis en que la competencia no es entre personas sino entre sistemas y valores.

Matthew Koenig y Emma Ashford (Foreign Policy) revisan a la ESS en paralelo al discurso de Xi Jinping durante el vigésimo Congreso del PCCh y destacan, al tiempo que reconocen que hay asuntos como el cambio climático que no pueden resolverse sin la participación de todos los actores (especialmente de China), que ambos mandatarios conciben a su contraparte como una amenaza para sus objetivos y obran priorizando a estos últimos por sobre los asuntos en común.

Desde Washington, medidas como los controles de exportaciones pueden generar una retracción y autoaislamiento de China, mientras que Beijing aspira a autonomizarse económicamente y a crear una mayor dependencia del resto del mundo consigo. De este modo, los autores sostienen que los policy-makers parecieran focalizarse en mantener la ventaja estratégica y desatienden los efectos que este tipo de acciones genera en otros campos como la necesaria cooperación en varios asuntos globales.

Por su parte, la Casa Blanca concibe a Moscú con una lente similar. Tras marcar las acciones que los gobiernos estadounidenses han tomado contra Rusia en la última década, la ESS destaca el alto nivel de coordinación alcanzado con sus aliados para reaccionar a la guerra y el efecto que ello está surtiendo en sentido de reducir la amenaza que representa Rusia para la paz y estabilidad internacionales. Asimismo, es notable la diferenciación entre la población rusa, a la cual le reconoce valiosos aportes a la ciencia y la cultura, y el gobierno ruso que perpetra las acciones desestabilizadoras.

La conjunción de ambas cuestiones decanta, por un lado, en el planteo firme de que Washington continuará apoyando a Ucrania incluso una vez terminada la guerra y no permitirá la utilización de armamento nuclear. Por otra parte, el gobierno estadounidense apuesta a la población rusa para redefinir el futuro de su país y otorgarle nuevamente un rol constructivo en la arena internacional, para lo cual está dispuesto a desarrollar modos pragmáticos de vinculación que resulten mutuamente beneficiosos.

Un aspecto que conecta el rol de China con el espíritu de la ESS es la amenaza bajo la cual se encuentra el sistema internacional basado en reglas. Al contar con los medios para alterar el sistema actual, la potencia asiática es vista como un actor cuyo poder debe ser limitado. James Traub (Foreign Policy) analiza cómo dicha concepción se plasma en la concepción de Biden sobre los Estados con los que puede contar para defender el sistema actual. Desde esta perspectiva, Biden entiende al mundo en "círculos concéntricos" donde el núcleo está compuesto por países que comparten plenamente los valores estadounidenses, luego hay países que comparten mayormente su mirada, pero no coinciden en todos los asuntos, y Estados no democráticos que de todos modos aceptan al actual orden internacional.

Este esquema muestra el forzado matiz que atraviesa la doctrina de política exterior de Biden basada en la competencia entre democracias y autocracias en razón del objetivo mayor de resguardar el actual orden global. Este cambio representa también, según Traub, un reflejo de la tensión simultánea entre competencia bilateral y necesidad de cooperar.

Por su parte, Ashford identifica un notable cambio en la ESS: Washington abandona la búsqueda de cambio de régimen y nation-building y reconoce que no es posible imponer dichos cambios por la fuerza. Este anuncio posee un peso considerable al representar la aceptación de lo errática y equivocada que fue la política exterior del país al perseguir dicho objetivo durante la llamada Guerra Global contra el Terror.

Para concluir, Stew Magnuson (National Defense) retoma el análisis holístico de la ESS y encuentra que Washington sostiene su fortaleza sobre nuevos pilares: esta ya no se basa únicamente en las cualidades del país, sino esencialmente en sus alianzas. Quizás a diferencia de otros elementos de la Estrategia ya analizados, este nuevo enfoque posee su correlato en los hechos, como la coordinación de Occidente en torno a las sanciones a Rusia y el fortalecimiento de la OTAN tras la invasión a Ucrania. Ello no solo legitima la estrategia y el discurso de Biden, sino que además hace al fortalecimiento de alianzas la base sobre la cual construir futuras políticas. De este modo, Biden pretende enviar un mensaje claro a sus aliados al reafirmar el rol que les asigna en su política exterior y su apuesta a la fortaleza conjunta para restringir a Rusia y triunfar en la competencia estratégica con China.

 

 

ESTADOS UNIDOS Y AMÉRICA LATINA

 

 

Blinken en Latinoamérica: México, Colombia, Chile y Perú

Fuente: CNN

Durante septiembre y octubre el secretario de Estado de los Estados Unidos, Anthony Blinken, se reunió con los primeros mandatarios de México, Colombia, Chile y Perú. Viajó a mediados de septiembre para copresidir el Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN) en la Ciudad de México, donde se reunió con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Luego, a inicios de octubre llevó adelante una gira por Sudamérica para reunirse con Gustavo Petro en Bogotá, Gabriel Boric en Santiago de Chile y Pedro Castillo en Lima. Distintos análisis observan en estas visitas un acercamiento de los Estados Unidos hacia los "nuevos gobiernos de izquierda" en la región. Sin embargo, el encargado de América Latina en el Departamento de Estado, Brian Nichols, sostuvo que el acercamiento a estos tres Gobiernos no está relacionado con su postura ideológica (EFE).

El lunes 12 de septiembre Blinken arribó a la Ciudad de México para encabezar la segunda reunión del DEAN, en la cual se evaluó el avance de las estrategias económicas y comerciales acordadas por ambos países (US Department of State). Blinken se reunió en el Palacio Nacional con el presidente Andrés Manuel López Obrador, la secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, y el secretario de Relaciones Exteriores mexicano, Marcelo Ebrard. En medio de la controversia en torno al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, el viaje logró disminuir las tensiones (Independent). Ebrard señaló al concluir la reunión: "En esencia son cosas positivas: invitación a México al nuevo paquete de inversión que Estados Unidos acaba de anunciar, de semiconductores y electromovilidad".

Durante su visita, Anthony Blinken oficializó la invitación a México a participar en un proyecto para trasladar la producción de semiconductores de Asia a Norteamérica y ampliar la fabricación de vehículos eléctricos (Los Angeles Times). "Van a trabajar con empresas como Intel para desarrollar investigación, diseño, ensamblaje y fabricación aquí en México, para asegurar que los microcomponentes que necesitamos para el siglo XXI se produzcan en América del Norte", aseguró Blinken. Gina  Raimondo destacó, incluso, que las propias empresas productoras en los Estados Unidos han pedido la participación de México para integrar las cadenas de suministro (Independent). En esta línea, el secretario de Estado y la secretaria de Comercio estadounidenses reafirmaron la necesidad de fortalecer la relación con México para conseguir que la fabricación se produzca en el continente americano.

El lunes 3 y el martes 4 de octubre Blinken visitó Colombia para reunirse con el presidente Gustavo Petro, la vicepresidenta Francia Márquez y el ministro de Relaciones Exteriores Álvaro Leyva (US Department of State). Desde la asunción de Gustavo Petro, distintas especulaciones existen sobre la posible reconfiguración de la relación entre Colombia y los Estados Unidos ante la llegada histórica de un candidato de la izquierda a la presidencia del primer país. (AS/COA). Las dudas en torno a posibles puntos de tensión fueron apaciguadas luego de la visita de una delegación estadounidense a fines de agosto (Boletín N° 120 del Observatorio de Estados Unidos del CARI). De acuerdo a Cynthia J. Arnson, luego de esta última visita "hubo un suspiro colectivo de alivio entre los políticos tradicionales y el sector privado, que la visita parecía haber ido bien. Esto se reflejó en la nota editorial de El Tiempo, el principal periódico de Colombia" (Wilson Center).

En una conferencia de prensa realizada el lunes en la Casa de Nariño, Blinken y Petro entregaron un resumen de los principales temas abordados, con foco en la estrategia antinarcóticos. Se trata de un enfoque concentrado en contener los núcleos "donde se desarrolla el verdadero capital del narcotráfico" y "dejar de ver como criminal al campesino productor de hoja de coca", en palabras del presidente de Colombia. Blinken señaló que estaban "en gran parte sincronizados" en la política de drogas en su conjunto: "apoyamos firmemente el enfoque integral de la Administración". Además, Blinken puso énfasis en la colaboración continua con el gobierno colombiano para implementar el Acuerdo de Paz de 2016. En este sentido, lideró un acto junto a la vicepresidenta Francia Márquez para oficializar el apoyo de Estados Unidos al Capítulo Étnico del Acuerdo de Paz firmado en 2016 con las FARC. El capítulo incluye los derechos de las minorías étnicas de Colombia, quienes se han visto afectadas de manera desproporcionada por el conflicto que ha durado décadas en el país  (AS/COA).

El martes Blinken visitó un centro migratorio en Bogotá junto a la alcaldesa Claudia López, con el objetivo de conocer la estrategia de la capital colombiana para hacer frente a los flujos migratorios en curso. Luego del recorrido, el secretario de Estado mostró un claro apoyo al programa: "Lo que hemos visto hoy es lo que puede ser un modelo para muchos otros lugares donde en un mismo lugar las personas pueden reunirse para tener el estado de protección temporal con sus tarjetas, recibir servicios, conectarse con trabajos, con escuelas, con servicios de apoyo, servicios sociales", dijo Blinken (La Voz de América).

La principal diferencia se presentó en torno a Cuba (AS/COA). Durante la rueda de prensa llevada adelante el lunes en la Casa de Nariño, Petro señaló como una "injusticia" que Cuba esté en la lista de países que promueven el terrorismo, según Estados Unidos. Blinken dijo que por ahora, Cuba no saldrá de la lista de países promotores del terrorismo: "nosotros tenemos criterios claros, leyes claras, requisitos claros y seguiremos considerándolo y viendo si Cuba seguirá mereciendo tal designación" (US Department of State).

El 5 de octubre en Santiago de Chile, Blinken se reunió con el presidente Gabriel Boric y la canciller Antonia Urrejola. Reafirmó el apoyo de Estados Unidos a la gobernanza democrática, las oportunidades bilaterales de comercio e inversión, la seguridad regional y los derechos humanos, la gestión regional de las migraciones y la mitigación del cambio climático (Embajada de Estados Unidos en Chile) (AS/COA).

Blinken enfatizó positivamente las "prioridades compartidas" de Chile y Estados Unidos, especialmente en torno al comercio. Desde la firma del tratado de libre comercio en 2003, el comercio entre Chile y Estados Unidos fue cuadruplicado. "Tenemos la intención de construir sobre esos lazos, algo de lo que hablamos hoy", dijo Blinken en su visita. Hoy, sin embargo, China es el principal socio comercial de Chile, con un comercio bilateral que alcanza los 57.700 millones de dólares.

Durante la visita de Blinken, Urrejola dijo: "Como países aliados y amigos, compartimos de manera directa y franca nuestros puntos de vista. Notamos que tenemos áreas de acuerdo y áreas donde podemos avanzar de manera sustancial". Blinken, por su parte, reconoció el "liderazgo" de Chile en democracia, derechos humanos y esfuerzos climáticos durante su visita. Boric calificó la conversación de "muy buena" y dijo que Chile y Estados Unidos juntos "seguirán trabajando por el desarrollo de la región".

El secretario de Estado estadounidense visitó la sala de control del Coordinador Eléctrico Nacional de Chile, donde compañías de propiedad estadounidense contribuyen a promover el objetivo compartido de lograr un mayor uso de energías de fuentes renovables. También se reunió con un grupo de graduados de la Iniciativa Jóvenes Líderes de las Américas, patrocinada por Estados Unidos para analizar cómo sus innovaciones propician el crecimiento económico y cambios positivos en sus comunidades (Embajada de Estados Unidos en Chile).

De acuerdo a Francisco Urdinez, la visita fue una buena oportunidad para relanzar la relación bilateral y poner énfasis en la agenda de derechos humanos, las energías renovables, el comercio y la inversión (Wilson Center). Arturo Sarukhan, miembro de la junta del Diálogo Interamericano y exembajador de México en los Estados Unidos, sugiere que el viaje de Blinken también fue una oportunidad para evaluar si Chile puede convertirse en un socio estratégico regional. Por ahora, el principal punto que los encuentra distantes es su política exterior frente a Cuba, Nicaragua y Venezuela.

El jueves 6 de octubre Blinken se reunió con el canciller peruano, César Landa, con quien conversó sobre el tema migraciones. El secretario agradeció a Perú por acoger a más de 1,2 millones de migrantes venezolanos. "Nuestras oficinas nacionales y agencias internacionales deben defender los derechos humanos de los migrantes, deben promover su integración social y económica y proveer para su regularización", dijo Landa. Se reunió más tarde con el mandatario peruano Pedro Castillo en el Palacio de Gobierno donde abordaron temas de seguridad alimentaria, salud, cambio climático, inmigración y gobernanza democrática. "Nuestro trabajo refuerza el modo en que podemos aprovechar la alianza de larga data entre el Perú y Estados Unidos a nivel bilateral y también con otras democracias del hemisferio a fin de hacer progresos tangibles sobre las cuestiones que realmente tienen impacto sobre la vida de nuestros pueblos", indicó Blinken. Castillo calificó la reunión de "muy productiva" (AS/COA).

En Lima, además, Blinken se unió a la Asamblea General de la OEA, donde criticó la guerra de Rusia contra Ucrania y dijo que las comunidades históricamente marginadas están soportando de manera desproporcionada la peor parte del aumento de los costos de los alimentos y la energía. "Estamos agradecidos por el liderazgo de Perú como anfitrión de esta reunión de la OEA tan constructiva e importante. Desde la última Asamblea General de la OEA en el 2019, hemos afrontado como región muchos retos, incluida la pandemia de COVID-19 y sus consecuencias perdurables, económicas y humanas y más recientemente el aumento de los precios de los fertilizantes, los alimentos y la energía exacerbados por la agresión de Rusia sobre a Ucrania", subrayó Blinken. Durante la Asamblea, anunció que Estados Unidos destinará $240 millones para ayudar a detener la migración en el Hemisferio Occidental a través de la asistencia humanitaria. Además, el secretario se reunió con el canciller de Haití, Jean Victor Généus, para discutir los desafíos de seguridad y democracia de ese país (AS/COA).

Las visitas del secretario Blinken en los últimos dos meses fueron caracterizadas a grandes rasgos por la prensa y los analistas como un esfuerzo por reafirmar el compromiso de Washington con el continente, en un contexto en el que China fortalece sus relaciones con la región. Arturo Sarukhan destacó que Biden ha luchado por encontrar socios regionales con quienes impulsar agendas conjuntas (The Inter-American Dialogue). Décadas de política exterior estadounidense están siendo reexaminadas y, en muchos lugares, rechazadas por los países de la región, de acuerdo a Patrick Duddy (The National Interest). María Vélez de Berliner, directora de estrategia de RTG-Red Team Group Inc., señala en este contexto la importancia de estos acercamientos, entendiendo que las "nuevas izquierdas" seguirán siendo una característica principal del entorno político de estos países en los próximos años (The Inter-American Dialogue). Los viajes del secretario de Estado parecen demostrar, en principio, la voluntad de Estados Unidos de trabajar con una nueva generación de líderes electos en la región (Foreign Policy).

 

El Observatorio Estados Unidos brinda información por medio del seguimiento en los medios de prensa de los principales acontecimientos vinculados a la política interna norteamericana, a los Estados Unidos y el mundo, y a los Estados Unidos y América Latina en particular. Las opiniones expresadas en esta publicación son exclusiva responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento del CARI.

 

 

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