Hacia un nuevo horizonte

Por Alieto Aldo Guadagni, 28 de abril de 2020

Esta pandemia está causando una recesión mundial que ya se puede comparar con la gran crisis mundial de los treinta en el siglo pasado. Por esta razón no debe sorprender que este proceso recesivo, tanto de la producción de bienes y servicios como también de empleo, esté causando una inesperada reducción en los flujos de emisiones de CO2 en el planeta. Un ejemplo lo encontramos en China, donde las emisiones de gases de efecto invernadero disminuyeron un 25%.

Esta reducción está ocurriendo ahora, no solamente en las grandes ciudades del hemisferio norte sino también en ciudades latinoamericanas como la ciudad de Buenos Aires, debido al cierre temporario de industrias, oficinas y comercios, a los cuales hay que adicionar la gran caída en el consumo de combustible por la reducción del transporte de bienes y personas. Pero es previsible que esta reducción en la contaminación, provocada por la recesión económica global generada por esta pandemia, será transitoria. En este escenario, abatir las emisiones de CO2 deberá ser objetivo globalmente prioritario. Tengamos en cuenta que el virus de esta pandemia, así como los gases de efecto invernadero, no reconoce fronteras entre las naciones. Los cada vez más frecuentes incendios, las inundaciones, las sequías, las tormentas, más la elevación del nivel del mar y el deterioro de la Antártida y el Polo Norte no reconocen fronteras.

Recuperar los niveles productivos perdidos por la recesión y también recuperar los empleos perdidos exigirá medidas macroeconómicas, tanto fiscales como monetarias, que apunten a estos objetivos. Estas medidas deberían incluir un tratamiento orientado a la expansión de las actividades que contribuyan a reducir las emisiones contaminantes; destaquemos las siguientes actividades: nuevas tecnologías industriales con menos consumo energético, energías limpias (solar, eólica e hidroeléctrica), transporte público urbano e interurbano, modernización de la industria automotriz para reducir las emisiones, modernización del ferrocarril de cargas y construcción de edificios con nuevas normas regulatorias capaces de apuntar a la reducción del consumo energético.

Es hora de comenzar a transitar hacia un nuevo horizonte ambiental en el cual sea realidad una importante y persistente reducción de las emisiones contaminantes, y cuidar así nuestra Casa Común, conociendo que las tecnologías para avanzar por este nuevo sendero existen.

Esta pandemia COVID-19 y el cambio climático son hoy dos graves amenazas de carácter global, por esta razón estas amenazas requieren ser enfrentadas con medidas concretas y efectivas de carácter global que, en muchos casos, no son fáciles de acordar entre las naciones, como lo evidencian los muy escasos avances de las COP de Naciones Unidas. Esperemos que las negociaciones internacionales en el marco de las COP no se interrumpan y se puedan concretar sin más demoras medidas eficaces y de aplicación por todos los miembros de las Naciones Unidas.

Alieto Aldo Guadagni, Miembro Consejo del CARI