18 de noviembre de 2013

Continuación del ciclo de jornadas sobre la crisis mundial del agua, un desafío del siglo XXI, organizado por el Comité de Estudios Ambientales Internacionales

Por Lucía Amigone Forte

El 18 de noviembre de 2013 se llevó a cabo en el CARI, el último encuentro de las "Jornadas sobre la Crisis Mundial del Agua, un desafío del siglo XXI", organizado por el Comité de Asuntos Ambientales Internacionales. En la culminación de este ciclo, se abordó la problemática del agua en relación con la agricultura.

En primer lugar tomó la palabra el Ingeniero Víctor Pochat, Presidente del Instituto Argentino de Recursos Hídricos, quien comenzó su exposición describiendo el ciclo del agua. Dicho ciclo –agua en estado líquido, evaporación, condensación, precipitación, infiltración, vuelta del agua a los océanos- hace pensar que el agua es un recurso renovable y que naturalmente nunca escaseará. Sin embargo, advirtió que no siempre se cuenta con el recurso en el momento y en la forma en que se lo necesita. Según Pochat, esto es suscitado, en mayor medida, por dos grandes problemáticas: en primer lugar, el crecimiento de la población mundial y la mejora en la calidad de vida de los ciudadanos, factores que producen un aumento en la demanda del agua mundial como objeto de expropiación y, en segundo lugar, se suma la creciente contaminación que reduce el porcentaje de agua dulce potable para consumo humano. A modo de ejemplo, indicó que actualmente a nivel mundial se arrojan diariamente dos millones de toneladas de desechos en aguas receptoras, convirtiéndolas en aguas residuales. Y por cada litro de dichas aguas residuales, se contaminan ocho litros de agua dulce. Para Pochat, esto demuestra que el agua dulce no es "tan renovable" como se piensa y debería considerárselo como un recurso finito y vulnerable.

Con respecto a los usos del agua, el ingeniero reveló que en la Argentina la actividad que hace mayor uso del agua es la agricultura. Señaló que el riego constituye el 71% del total, mientras que la actividad ganadera sólo alcanza el 9%, la industria el 7%, y el uso del recurso por parte de las administraciones municipales utiliza el restante 13%. Seguidamente, concluyó que es prioritario abarcar todos estos aspectos y elementos de manera global en la planificación de las políticas reguladoras del uso del agua. "Insistimos en que uso del agua debe hacerse de modo más eficiente, pero no mirando a cada actividad (productiva) de forma independiente", sostuvo.

Pochat finalizó su exposición marcando otros problemas que surgen de la actividad agrícola en la Argentina. Primero, se refirió al uso de fertilizantes, que impacta directamente sobre las aguas subterráneas y superficiales. En el caso de las primeras, esto implica la lixiviación -desplazamiento de nutrientes- del nitrato hacia las aguas subterráneas, lo cual puede representar una amenaza para la salud pública si alcanza niveles excesivos. En cuanto al impacto de los fertilizantes sobre las aguas superficiales, el ingeniero advirtió que produce escorrentía de nutrientes, especialmente del fósforo, que da lugar a eutrofización y produce mal sabor y olor en el abastecimiento público de agua, además de favorecer el crecimiento excesivo de algas, la desoxigenación del agua y la mortandad de peces.

En segunda instancia, Pochat aclaró que parte del problema proviene de la utilización de pesticidas, ya que la escorrentía de plaguicidas da lugar a contaminación del agua superficial y la biota, provocando una disfunción del sistema ecológico en las aguas superficiales y ocasionando consecuencias negativas en la salud humana por la ingesta de pescado contaminado.

Asimismo, sostuvo que los plaguicidas -luego de su aplicación- se convierten en polvo y pueden llegar a volar hacia lugares muy alejados, contaminando lagunas, lagos o ríos. Y agregó que esto mismo ocurre en las aguas subterráneas, donde la lixiviación de los pesticidas ocasiona la contaminación de las napas, lo cual causa graves problemas para la salud humana.

Finalmente, Pochat insistió en la necesidad de repensar la problemática del agua de manera integral.

A continuación tomó la palabra el Ingeniero Javier Zuleta, quien centró su exposición sobre el rol del riego en la agricultura y el aspecto fundamental que éste debería adquirir como herramienta productiva en los programas de inversión y desarrollo de los diferentes países.

En línea con lo dicho previamente por Pochat, Zuleta alertó sobre los grandes desafíos que implicará el aumento acelerado de la población mundial y, por ende, el aumento de la demanda de alimentos. Añadió que la FAO estima que para 2050 la población mundial ascenderá a 9.200 millones de personas; mientras la demanda de alimentos se incrementará entre el 60-70%.  Zuleta consideró que estos desafíos requieren de una política de inversiones en el sector agrícola que permita mejorar el uso del agua y del suelo. En palabras del ingeniero, "para alimentar a una población mundial cada vez más numerosa no hay más opción que intensificar la producción agrícola (…) y la intensificación sostenible requiere de una gestión del agua más eficiente y prácticas agrícolas que utilicen enfoques ecosistémicos".

Para profundizar, Zuleta explicó que en el mundo el 80% de la agricultura desarrollada es "agricultura de secano", aquella que depende únicamente de las lluvias. Sin embargo, se ha comprobado que aún en zonas que cuentan con condiciones naturales sumamente favorables para la agricultura, la introducción del riego tecnificado permite aumentar considerablemente la producción de la tierra. Es por eso que para el ingeniero es muy importante que los Estados y los productores inviertan tiempo y recursos en repensar estas cuestiones con el objeto de generar una gestión integrada de los recursos hídricos.

Para Zuleta, en dicha política debe primar: la introducción de nuevas tecnologías y la modernización de la infraestructura; la aplicación de técnicas y principios administrativos mejorados; la promoción de la participación de los usuarios del agua en la definición de acciones y el fortalecimiento de organizaciones de usuarios del agua; la reutilización del aguas residuales; y por sobre todo, la sostenibilidad social, económica y ambiental del manejo general de los recursos.

Por último, Zuleta manifestó que África y América Latina se encuentran entre las regiones que menos ha desarrollado el riego tecnificado y donde la falta de capacidad financiera para la inversión en infraestructura y tecnología condiciona su implementación. Incluso en Argentina -un país líder en prácticas de conservación y que ha comenzado a introducir estas nuevas técnicas en algunas zonas de la pampa húmeda- todavía no se vislumbran grandes inversiones.

A modo de cierre, Zuleta coincidió con Pochat en que el aspecto clave es afrontar la problemática del agua de forma integral, lo cual incluye planificar políticas para intensificar la agricultura en un contexto socio-económico de creciente competencia por la tierra y el agua y donde la contaminación y el cambio climático dejan en evidencia la escasez hídrica progresiva que vive el mundo.

Víctor PochatIngeniero Civil y Magíster en Ciencias de la Ingeniería. Presidente del Instituto Argentino de Recursos Hídricos. Consultor internacional en planeamiento y gestión de los recursos hídricos. Ex Subsecretario y Director Nacional de Recursos Hídricos y ex Coordinador del Programa Hidrológico Internacional de la UNESCO para América Latina y el Caribe

Javier ZuletaIngeniero Agrónomo, Director de la Sede Regional para América Latina y el Caribe y especialista internacional de riego