28 de septiembre de 2016

Sesión académica a cargo del profesor Sangmin Shim, organizada por el Comité de Asuntos Asiáticos

Por Nicolás Caresano

Sangmin Shim comenzó su exposición brindando un marco general de la cuestión del Mar del Sur de China. El orador subrayó su intención de enfocarse en algunas de las implicaciones que esta situación tiene en la seguridad regional asiática, así como también en las disputas territoriales de este continente.

A continuación, el profesor repasó cómo surgió el arbitraje internacional del problema de jurisdicción del Mar del Sur de China. El gigante asiático, explicó, basa su reclamo en derechos históricos, que le darían soberanía sobre el 90% del territorio del mar. Filipinas, Taiwán, Vietnam y otras naciones asiáticas se han opuesto a este reclamo. Pero fue Filipinas, continuó Shim, la que llevó el problema a la Corte Permanente de Arbitraje de las Naciones Unidas, invocando la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.

El expositor comentó que después de que China se rehusara a entrar en la disputa con argumentos válidos, los filipinos modificaron su posición frente al tribunal, pidiendo que se revisara si ciertos espacios isleños contiguos a Filipinas clasificaban como territorios con el objetivo de que el foco de la discusión se desplazara desde un problema de soberanía a un problema de violación territorial. De esta manera, las Naciones Unidas decidieron que podían zanjar la cuestión.

Shim enumeró, entonces, algunos de los descubrimientos que hizo la Corte: por un lado, que China no podía seguir argumentando derechos de soberanía a partir de evidencia histórica que se remonta al siglo XVI, sino que debía regirse por las convenciones bajo las cuales se llevaba adelante el arbitraje y, por el otro, que algunos de los territorios que China reclama como propios no son, realmente, territorios. El orador explicó este último punto, remitiéndose al artículo 121 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, mediante el cual se define el territorio de tierra firme denominado "isla" de manera tal que muchos de los territorios que China reclama no clasifican como tal, ya que muchos fueron intervenidos y no formados naturalmente. Por último, la Corte también encontró a China culpable de no proteger al medio ambiente, punto también considerado por la Convención.

En la siguiente parte de su análisis, el profesor Shim habló de la reacción del gobierno chino frente a estos dictámenes, que no fue precisamente de acatamiento. Además, agregó que los conflictos territoriales no implican sólo a Filipinas, sino también a su país, Corea del Sur, así como también a Japón. Casos similares al del Mar Meridional pueden encontrarse en los mares próximos a estas naciones. Sin embargo, no todos los países interesados en los conflictos llevan sus problemas a la Corte, comentó Shim.

Para concluir, el académico afirmó que el caso del Mar Meridional y su respectivo arbitraje por parte de la Corte Permanente de Arbitraje de las Naciones Unidas es un buen ejemplo de las vías posibles para resolver disputas internacionales de cuestiones territoriales.

Eduardo SadousDirector del Comité de Asuntos Asiáticos del CARI

Sangmin ShimAbogado por la Universidad de Seúl y Doctor en Derecho por la Universidad de Stanford. Posee una amplia trayectoria como investigador en la Academia Diplomática de Corea y en el Instituto de Derecho Ambiental de Washington DC y como profesor de Derecho Internacional Público en Ewha Women's University, en Sookmyung Women's University y en la Escuela de Derecho de Stanford. Ha publicado varios artículos en revistas especializadas y ha brindado conferencias en Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido. Es miembro de American Society of International Law (ASIL), Korean Society of International Law (KSIL) y Seoul International Law academy (SILA)