30 de junio de 2016

Sesión académica a cargo de Dan Fisk, Director de Operaciones del Instituto Internacional Republicano, y Peter Quilter, Investigador Senior del Ash Center para la Innovación y la Gobernanza Democrática de la Kennedy School de Harvard, organizada por el Comité Estados Unidos con el auspicio de la Embajada de los Estados Unidos

Por Andrés Matías Schelp

Hillary solía amar el TPP, en este momento no lo hace mucho, pero si termina siendo presidente creo que lo volverá a amar

Quilter

El seminario organizado por el Comité Estados Unidos del CARI con el auspicio de la Embajada de los Estados Unidos comenzó con la disertación realizada por Dan Fisk, Director de Operaciones del Instituto Internacional Republicano.

Fisk sostuvo que el momento presente es especial para el Partido Republicano por la tensión entre lo que el mismo ha representado y lo que representará con Donald Trump al frente. Históricamente, los Republicanos han promovido fuertes alianzas en el campo internacional, mercados libres, libre comercio, democracia, derechos humanos y migración, siendo un país construido a partir de ella.

Fisk afirmó que el ascenso de Trump ha implicado un cuestionamiento de las ciertas posturas históricas sostenidas por el partido, al poner seriamente en cuestión a la OTAN por primera vez y dar marcha atrás con más de 40 años de un consenso de política exterior respecto a los acuerdos comerciales del país. Por otro lado, comentó que la postura de Trump no diverge en gran medida de los postulados republicanos respecto al terrorismo, ya que pese a que Trump no ha sido claro respecto a políticas específicas, ambas partes asumen que es un asunto esencial. Asimismo, Fisk agregó que hay un acuerdo mutuo respecto a que Estados Unidos debe hacer un mejor trabajo en proteger sus fronteras pero que, sin embargo, el Partido Republicano se encuentra dividido sobre qué camino seguir en la política migratoria.

[Los estadounidenses] tenemos instituciones sólidas, por lo que si Trump consigue la presidencia no podrá mover la mano y, como si estuviera en la Torre Trump, decir ‘quiero comprar este edificio o el otro’, nuestro gobierno no funciona de esa manera

Fisk

Fisk prosiguió refiriéndose a que, pese a ciertos desacuerdos, demócratas y republicanos mantuvieron durante muchos años un consenso en cuanto a la manera de relacionarse con Occidente. Esta viene a ser desafiada por la postura de Trump, que se encuentra distanciada del mainstream republicano. No obstante, Fisk insistió en que pese a ello lo cierto es que Trump ha resultado electo a través de elecciones primarias abiertas y democráticas, ganando la mayoría de los delegados.

El expositor pasó a reflexionar acerca de las potenciales influencias sobre los votantes estadounidenses en noviembre. Consideró que el Brexit no tendrá mayores implicancias, ya que su efecto será el de confirmar las visiones que tenían previamente los votantes. Añadió que probablemente las elecciones terminarán siendo influenciadas por factores diversos y difíciles de predecir a priori, al tiempo que también destacó que la emergencia de Trump ha desafiado todo el conocimiento general respecto de las campañas presidenciales.

Finalmente, Fisk abordó las implicancias concretas de que Trump gane efectivamente la presidencia. Fisk resaltó que a pesar de haber sido cuestionadas –Trump es un reflejo de este cuestionamiento–, "las instituciones norteamericanas siguen siendo fundamentalmente sólidas". El Presidente de los Estados Unidos pese a verse todopoderoso desde el exterior no lo es tanto internamente, debiendo responder ante el Congreso y pudiendo ser limitado por la burocracia y los jueces. Enfatizó lo anterior afirmando que "[Los estadounidenses] tenemos instituciones sólidas, por lo que si Trump consigue la presidencia no podrá mover la mano y, como si estuviera en la Torre Trump, decir "quiero comprar este edificio o el otro", nuestro gobierno no funciona de esa manera". Por ello, Fisk concluyó que el Estado podrá seguir funcionando normalmente, aunque la situación conllevará un costo.

A continuación tomó la palabra Peter Quilter, quien inició aclarando que Hillary Clinton, a diferencia de Donald Trump, ha manifestado posicionamientos claros sobre diversos temas de la agenda electoral. Además, indicó que Hillary puede considerarse la candidata a la presidencia más investigada y examinada de toda la historia de los Estados Unidos y que ella, como candidata o presidente será una especie de Obama 2.0.

Ante una futura presidencia de Trump, los estadounidenses deben estar más preocupados que los latinoamericanos, ya que sin importar quién gane, la política exterior frente a la región no variará considerablemente

Quilter

Quilter se enfocó sobre dos temas que considera fundamentales en lo que resta de la campaña y también una vez asumido el presidente. El primero es la inmigración y el segundo es el comercio.

El orador comentó que es habitual el choque discursivo con México en la época de elecciones, aunque lo cierto es que el posicionamiento actual de Trump ha "cruzado una línea", llegando a un punto nunca antes visto. Para ejemplificar sus dichos citó lo ocurrido en la cumbre de "Los Tres Amigos" de este año, en la cual Peña Nieto se refirió indirectamente a Trump nombrando a Hitler y a Mussolini. Debido a ello consideró que "sin importar quién sea electo, el daño está hecho", por lo que el futuro presidente deberá trabajar sobre este tema.

Pasando al comercio, Quilter remarcó que, a pesar de las confusiones que suelen generarse por las afirmaciones estruendosas de Trump, a su parecer, la aseveración del candidato republicano de que invocaría la cláusula de salida del NAFTA era verdadera. Prosiguió mencionando que, aunque en esta campaña ha sido un asunto muy problematizado, siempre el comercio fue una temática complicada en época de elecciones dentro de los Estados Unidos.

Entre los demócratas, Sanders ha empujado a Clinton a una posición más distante respecto al TPP. No obstante, Quilter sintetizó su parecer al decir que "Hillary solía amar el TPP, en este momento no lo hace mucho, pero si termina siendo presidente creo que lo volverá a amar". Por último, sostuvo que hay distintas versiones al respecto del futuro de este acuerdo comercial, pero lo claro es que será un tema relevante en lo que resta de la campaña.

Posteriormente, Quilter indicó luego que en Estados Unidos hay cincuenta elecciones distintas debido a las diversas reglas vigentes en cada Estado y se abocó a analizar el de Florida por considerarlo fundamental, necesitando los Republicanos obtenerlo para tener chance de ganar a nivel nacional. Quilter consideró que, a medida que se confirmen las candidaturas, se verá un énfasis mayor de las campañas en este Estado.

Por último, el expositor subrayó que "ante una futura presidencia de Trump, los estadounidenses deben estar más preocupados que los latinoamericanos, ya que sin importar quién gane, la política exterior frente a la región no variará considerablemente". Sin embargo, de ganar Trump, probablemente se dé un efecto arrastre sobre las boletas republicanas, lo que implicaría que los mismos retendrían el Congreso, podrían lograr mayoría en el Senado, y más importante, podrían obtener la Suprema Corte, durante la presidencia se pueden dar hasta tres vacantes en concurrencia con un poder legislativo y ejecutivo dominado por los Republicanos. Lo único que podría atenuar esta situación, según Quilter, es la actual desorganización de los republicanos, lo que les dificultaría actuar de forma cohesiva detrás de Trump.

Dan FiskDirector de Operaciones en el Instituto Internacional Republicano (IRI). Fue director de la iniciativa de crecimiento económico del Instituto George. W. Bush, donde continúa como becario y consejero senior. Ha servido en el gobierno estadounidense como Asistente Especial del Presidente y como Director de Relaciones del Hemisferio Occidental en el Consejo Nacional de Seguridad. También fue secretario adjunto en la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo Nacional de Seguridad del Departamento de Estado. Asimismo, tiene experiencia como consejero del entonces Senador Mel Martínez (R-FL); como miembro del staff del Comité de Relaciones Exteriores del Senado; como miembro del Comité en Asuntos Exteriores de la Casa de Representantes; como Director de Asuntos Internacionales de Antinarcóticos en la Oficina de la Secretaria Asistente de Defensa para Asuntos en Seguridad Internacional; y como consejero especial para la Secretaría Asistente para las Relaciones Interamericanas del Departamento de Estado. Posee un Juris Doctor y una Maestría en Gobierno de la Universidad de Georgetown y una Licenciatura en Educación de la Universidad de Tulsa. Es miembro del Council on Foreign Relations

Peter QuilterInvestigador Senior del Ash Center para la Innovación y la Gobernanza Democrática, Kennedy School de Harvard. Recientemente se ha desempeñado como Secretario en Administración y Finanzas en la Organización de Estados Americanos (OEA). Previamente fue el miembro profesional senior Demócrata del Comité para Asuntos Exteriores de la Casa de Representantes con foco en el Hemisferio Occidental. Sirvió como consejero del Representante Eliot Engel, en asuntos y legislaciones relacionadas con las Américas, y anteriormente a los Presidentes de la Comisión, Howard Berman y Tom Lantos. Ha desempeñado diferentes cargos en el Departamento de Estado norteamericano y ha trabajado como Consejero en Políticas dirigidas a Latinoamérica en las campañas presidenciales de Obama y de John Kerry. Fue consejero político del Secretario General de la Organización de Estados Americanos Cesar Gaviria, en donde se distinguió como un negociador diplomático de alto nivel y un experto en resolución de conflictos. Durante la Administración del Presidente Clinton fue Consejero Especial en la oficina del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado. Posee títulos de la Universidad de Standford, de la Fletcher School of Law and Diplomacy y un título en Leyes de la U.C. Berkeley Law School