21 de mayo de 2015

Sesión académica a cargo de Paul Isbell, Catedrático CAF para la Energía y Profesor del Centro para las Relaciones Transatlánticas de Johns Hopkins University, organizada por el Comité de Asuntos Energéticos

Por Amelie Harbisch

El jueves 21 de mayo de 2015 Paul Isbell realizó una exposición sobre las nuevas dinámicas de los flujos energéticos mundiales y la nueva visión de la cooperación regional en el Atlántico.

A modo de introducción, Isbell subrayó que su trabajo sobre las nuevas dimensiones del regionalismo está, al mismo tiempo, vinculado con dos proyectos políticos: la Iniciativa para la Cuenca Atlántica (Atlantic Basin Initiative) y el Foro Atlántico para la Energía (Atlantic Energy Forum). Ambos son iniciativas de la John Hopkins University que tienen como objetivo facilitar la cooperación entre expresidentes, exministros y líderes del sector privado de los países de la Cuenca Atlántica.

La tesis de Paul Isbell sobre el renacimiento energético en el Atlántico se basa en una nueva concepción del mapa global, enfocado en las regiones oceánicas y no en los continentes. "Como gran parte de los flujos comerciales son transportados por mar, no veremos las nuevas dinámicas de la globalización si continuamos con esquemas mentales en los cuales el mar es un punto ciego", señaló.

Si se reorganizan los datos económicos y productivos con un enfoque en las regiones oceánicas, aparecen nuevas oportunidades para la cooperación regional en términos energéticos.

A continuación, Isbell presentó tres argumentos centrados en la Cuenca Atlántica.

Con gran parte de los flujos comerciales siendo transportados por mar, no veremos las nuevas dinámicas de la globalización si continuamos con esquemas mentales en los cuales el mar es un punto ciego

El primer argumento enfatiza la idea del renacimiento energético en la región del Atlántico. Isbell utilizó una nueva proyección cartográfica que identifica tres regiones: la Cuenca Atlántica, el Asia-Pacífico y el "Gran Creciente", formado por el Medio Oriente, Asia Central y Rusia.

Las proyecciones con los datos reagrupados muestran que, en cuanto a la disponibilidad de los recursos y la producción de petróleo y gas, la Cuenca Atlántica es la región que gana más, en términos relativos, comparada con la región tradicionalmente dominante, el Gran Creciente.

Más de la mitad de la energía fósil está en el Atlántico, hay acceso al gas no convencional y existen posibilidades para la producción y la inversión en energía offshore y biocombustibles. Al mismo tiempo, Isbell hizo referencia a una paradoja: el renacimiento energético en el Atlántico se basa, principalmente, en energías fósiles. En cuanto a las energías renovables, Asia-Pacífico sigue siendo la región más importante.

El segundo argumento está vinculado a las nuevas proyecciones. Isbell estimó que se está llevando a cabo un cambio estructural en la dirección de los flujos energéticos globales.

El centro de gravedad de la oferta de energía se está desplazando desde el Gran Creciente hacia la Cuenca Atlántica, mientras que la demanda se desplaza desde el norte del Atlántico hacia Asia, produciendo el "Asian Call on Global Energy". Por consiguiente, la energía fluirá desde el oeste hacia el este.

Isbell señaló una consecuencia política que se deriva de esas observaciones: la falsedad de la dependencia y vulnerabilidad energética de Occidente. Sin embargo, para aprovechar el potencial energético de la región, se necesitará una cooperación más estrecha por parte de los países de la Cuenca Atlántica. Por este motivo, "no será posible ganar importancia estratégica si la zona queda fragmentada", sostuvo Isbell.

El tercer argumento se vincula a la nueva regionalización del Atlántico. Aquí Isbell utilizó datos comerciales de la Cuenca Atlántica para fundamentar la idea del Atlántico como una región. Los índices del comercio interregional de la Cuenca Atlántica muestran que más de 75% del comercio de los países de esta región es intrarregional. Los índices nacionales de comercio de países atlánticos revelan la misma tendencia de una regionalización, sobre todo en el sector energético.

Isbell cerró su presentación con un comentario sobre la baja actual en los precios de energía. Si bien uno podría considerarlos como un obstáculo para el renacimiento energético del Atlántico, Isbell sostuvo lo contario, afirmando que el renacimiento de la Cuenca Atlántica es, precisamente, la causa de la caída de precios.

Paul A. IsbellOcupa la Cátedra de Energía, apoyado por la CAF, en el Centro para las Relaciones Transatlánticas (CTR) en la Universidad Johns Hopkins-SAIS en Washington, D.C. Previamente ocupó la Cátedra Calouste Gulbenkian en el mismo centro. Se desempeñó como economista internacional para el Banco Santander, como analista estratégico para el Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos en Madrid y como profesor de economía internacional y de asuntos internacionales en diversas universidades (Universidad de Alcalá de Henares, Universidad Autónoma de Madrid, Universidad Pontificia Comillas, Syracuse University, George Washington University, London School of Economics, entre otras). Trabaja como consultor, consejero y analista independiente para varias instituciones y organizaciones internacionales (Banco Interamericano para el Desarrollo, World Resources Institute, World Wildlife Fund, entre otras). Se formó en Georgetown University, Sussex University y la Universidad de Dar es Salaam en Tanzania. Es autor del libro "Energy and the Atlantic: The Shifting Energy Landscapes of the Atlantic Basin"