1 de octubre de 2013

Jornada organizada por el Grupo de Trabajo de Ceremonial y Protocolo

Por Anabel Rodríguez

Mucho hemos escuchado, leído y comentado acerca de la asunción del nuevo Papa en marzo del pasado año. Sin duda alguna, Francisco I, "el Papa del fin del mundo", es electo por el designio divino que busca devolverle a la Tierra una cuota de paz y esperanza. En el marco del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), el 1 de octubre del 2013, se celebró una Jornada organizada por el Grupo de Trabajo de Ceremonial y Protocolo. A lo largo del día, se contó con la presencia de distinguidas personalidades, quienes abordaron diferentes tópicos; cada uno de ellos realizó una breve reflexión en torno a un tema en común: la asunción del Papa Francisco I.

Jorge Castro Ex Director Adjunto del diario "El Cronista Comercial", Ex Secretario de Planeamiento Estratégico de la Presidencia de la Nación y actual Presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico, se encargó de iniciar la Jornada. Expresando que los conceptos políticos tienen su fundamento en categorías teológicas dio comienzo al desarrollo de su reflexión acerca de la importancia de la elección de Jorge Mario Bergoglio como sucesor de Benedicto XVI.

Castro destacó algunas frases célebres pronunciadas por el Papa durante sus primeras semanas como Sumo Pontífice, entre ellas, citó: "poner en vigencia lo político es garantizar la unidad de la Nación, amenazada por la discordia y la enemistad interna". Según el orador, el núcleo del pensamiento de Bergoglio se centra en la reivindicación de la política como búsqueda de unidad y concordia política.

El periodista calificó de poco casual la prédica de Francisco I durante la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud realizada en Brasil. Jorge Castro explicó una de las grandes preocupaciones que aqueja hoy en día a la Iglesia Católica: la pérdida de fieles volcados a las comunidades evangélicas pentecostales. Dicho fenómeno tiene su epicentro en Brasil, contándose con un éxodo de aproximadamente cuarenta millones de creyentes hacia otras religiones. Y se preguntó: "¿Por qué setenta millones de pobres y excluidos la han abandonado en los últimos treinta años?"

Castro correlacionó a la prédica de Francisco I durante su estada en Brasil con el Documento de Aparecida publicado en junio de 2007, redactado por una comisión presidida por el mismo Bergoglio. En dicho documento se toma conciencia de la crisis atravesada por la Iglesia Católica en América Latina, comentó el Dr. Castro. El contenido de aquel mensaje era hondamente religioso, la Iglesia Católica no podía continuar identificándose con un solo sector de la sociedad, como lo había hecho a partir de "La opción preferencial por los pobres" y la "Teología de la Liberación". Consecuentemente, pronunció algunas oraciones textuales del documento: "Esta fuga no es obra de razones doctrinales, sino vivenciales, son experiencias de vida las que están en juego, no es un rechazo a la teología o al dogma católico lo que ocasiona este éxodo multitudinario".

Jorge Castro distinguió a Jorge Mario Bergoglio como el primer Papa surgido fuera de Europa y perteneciente al hemisferio americano, además de ser el primer jesuita. Al finalizar, el periodista resaltó la importancia que hoy en día, Francisco I le otorga a la transmisión de un mensaje religioso y no sociológico. En síntesis, el mensaje de Bergoglio en su reciente viaje a Brasil surge de una situación particular, de un momento histórico peculiar, en un país y continente determinado "… donde se debe transmitir un mensaje religioso y no sociológico vinculado a la transformación como experiencia de vida de los individuos".

Luis Mc Garrell, Secretario de la Academia Argentina de Ceremonial y especialista en heráldica continuó con la jornada dedicada a la asunción del Papa Francisco I. El orador se centró en realizar un repaso de la historia de los emblemas de la Iglesia Católica y comentó: "El valor del símbolo se considera indiscutible".

Mc Garrell explicó que la emblemática se maneja con conceptos. A lo largo de los siglos, los escudos papales fueron modificados y se diferenciaron unos a otros; sin embargo, su concepto no cambió y esto demuestra que la emblemática transmite ideas.

Los Papas hicieron uso de la heráldica, ya que les permitía abarcar todos los estratos sociales. El expositor postuló que los escudos, además de ser símbolos de poder, eran de gran importancia en una sociedad con un alto porcentaje de población analfabeta. "En la cultura actual hemos perdido conciencia simbólica", comentó, y agregó que la heráldica formaba parte de las manifestaciones de arte de la iglesia. Otros de los elementos papales analizados, teniendo en cuenta su simbología son la figura del anillo -principalmente el sigilo, utilizado para validar los documentos papales-, la mitra, el palio y la férula.

"Las figuras deben ser estilizadas para que representen cabalmente el concepto". Al finalizar su presentación Mc Garrell describió brevemente el escudo del Papa Francisco I: "Heráldicamente una descripción del escudo sería: de azul, un sol de oro con el monograma de Jesucristo y la cruz, todo de colorado. En punta tres clavos negros, emblema de la Compañía de Jesús; en punta del escudo, a la diestra una estrella de oro y a la siniestra un ramo de nardos; y como lema "Miserando atque eligendo", frase tomada de San Pedro el venerable".

Monseñor Eduardo Horacio García, el tercer expositor de la jornada, inició sus palabras comentándole a la audiencia la real coherencia que existe entre Bergoglio y Francisco I. Monseñor García trabajó  junto al Cardenal en Buenos Aires, por lo que explicó: "Lo que se ve del Papa es lo que se había visto y escuchado de él en Buenos Aires". Es así que destacó a Jorge Mario Bergoglio como una persona de gran integridad en su estilo de vida y modo de pensar. Consideró además que la designación del argentino había sido Gracia de Dios mediada a través de acciones humanas.

"Bergoglio saluda a todos, mantiene los gestos de siempre; gestos de cercanía y calidez". Las palabras de Monseñor García tuvieron la característica de enfatizar algunas de las cualidades de Francisco I, entre las que se destacaron su caridad, cercanía, coherencia y austeridad. Además lo calificó de un "Pastor con olor a oveja", haciendo referencia al grado de involucramiento que tiene el Papa con la realidad, tratando con altura, soltura y simpleza temas tabú.

"Él es felizmente pobre", continúo Monseñor y, al respecto, comentó que la anécdota referida a los famosos zapatos durante los primeros días de su papado simboliza la búsqueda de una "Iglesia pobre para los pobres" (en referencia a la austeridad) y agregó: "Los regalos tienen fecha de vencimiento, todo lo regala, todo lo comparte; es su estilo de vida".

Él cree y vive lo que es y hace

Por último, Monseñor Eduardo Horacio García reflexionó de manera breve acerca de los gestos de Francisco I: "Él cree y vive lo que es y hace", sus gestos son genuinos, potenciados por la Gracia del Espíritu. Los gestos del Papa muestran una alegría manifiesta, tranquilidad y confianza, concluyó.

El Dr. Guillermo J. Fogg, coordinador del Grupo de Trabajo sobre Ceremonial y Protocolo y miembro de la Academia Argentina de Ceremonial, fue el orador encargado de finalizar la jornada. Fogg calificó al Papa como líder con un estilo diferente y opinó que Francisco I está en búsqueda del fortalecimiento de la moral, la humildad, la justicia, el amor y la paz. "Muestra una sencillez que sorprende".

Luego, el expositor, analizó el desempeño del Papa en la Iglesia a nivel ceremonial y protocolar. "Francisco I no es estrictamente protocolar y suele prescindir de la seguridad", comentó el Dr. Fogg. "Esto muestra su inclinación por encontrarse abierto a todos". Sin embargo, ello no implica que deje de permanecer fiel a las costumbres, las cuales son fundamentales para el desarrollo. "Las expectativas que el Papa Francisco carga hoy sobre sus hombros es tremenda, es inmensa; recién comienza su lucha. Que Dios lo ilumine y lo acompañe en su dificil peregrinar".