31 de marzo de 2011

Sesión académica a cargo del Excelentísimo Señor Presidente de la República Checa, Václav Klaus

Por Fernando Mourón

Como proyecto político que procura organizar de modo coherente y solidario las relaciones entre los Estados miembros y entre sus pueblos, es innegable que la Unión Europea está atravesando un momento de crisis. Más allá de las diferentes respuestas que los diversos Estados han intentado implementar para palear los efectos de la crisis de 2008 y sus consecuencias, lo cierto es que actualmente se vive un clima en donde las voces críticas hacia la integración europea -tal cual la conocemos hoy en día-  son cada vez más atendidas. En este contexto donde los distintos mandatarios europeos y la comunidad académica se permiten cuestionar lo que hasta hace muy poco tiempo era indiscutible, las palabras del Excelentísimo Señor Presidente de la República Checa, Václav Klaus, toman cada vez más relevancia.

En su visita oficial a la República Argentina, el Jefe de gobierno checo nos ha honrado con su presencia y, a su vez, ha profundizado el debate acerca de lo que entendemos como integración europea y sus posibilidades a futuro.

Para dar inicio a su exposición, Klaus comentó que se encontraba en el país en el marco de una visita de Estado oficial y que, durante la misma, entabló una conversación productiva y amistosa con la Sra. Presidenta Cristina Fernández de Kirchner con el fin de profundizar las relaciones argentino-checas. A su vez, explicó que su intención para este viaje no era traer "recomendaciones" como un consejero extranjero, sino más bien, interiorizarse en el modelo de desarrollo argentino y aprender del mismo.

A continuación, el Excelentísimo Señor Presidente de la República Checa hizo mención a lo que, según su perspectiva, está sucediendo actualmente en Europa y advirtió a la audiencia presente que dejaría de lado la visión propagandística que muchos mandatarios poseen acerca de las bondades de la integración. Manifestó que el "Viejo Continente" enfrenta un serio problema que no es de carácter coyuntural, fácil de resolver en el corto o mediano plazo, sino que se trata más bien de una crisis estructural que para solucionarse necesitará de la reestructuración de la Unión Europea tal cual la conocemos hoy en día.

El viejo continente enfrenta un serio problema de carácter estructural que para solucionarse necesitará de la reestructuración de la Unión Europea tal cual la conocemos hoy en día

Václav Klaus

Ahora bien, Klaus invitó a la audiencia a indagar acerca de qué es lo que ha salido mal en Europa y por qué hoy en día la Unión Europea es menos relevante a nivel mundial, cuando poco tiempo atrás, los países miembros crecían, eran influyentes y eran mayoritariamente considerados por la comunidad internacional como punto de referencia y como ejemplo a seguir. Klaus está convencido de que esta realidad se debe a dos causas que se hallan intrínsicamente interrelacionadas. Por un lado, existe el proceso de integración en sí, mientras que el otro factor a tener en cuenta sería el actual sistema económico y social europeo.

En cuanto a la primera variable, el Presidente de la República Checa remarcó que muchas veces el proceso de integración y sus consecuencias para los miembros de la Unión, no son entendidos de forma adecuada en otras regiones del mundo. En los años '50, la idea reinante acerca de la integración europea era remover todo tipo de barreras existentes entre los países para dar paso al libre movimiento de bienes, servicios y personas. En contrapartida, durante los años '80 y '90 esta visión cambió radicalmente y se comenzó a pensar en la integración como sinónimo de unificación, lo cual es algo completamente distinto tanto en términos semánticos como prácticos. En este sentido, Klaus dejó bien en claro que si entendemos a la integración como la creación de un gran superpoder, el objetivo de liberalización de las relaciones económicas queda obsoleto y lo que realmente ocurre en la práctica es lo que evidenciamos hoy en día: una férrea centralización a la hora de tomar decisiones y una escasez de democracia al interior de las instituciones supranacionales. Cabe aclarar que, de acuerdo con Klaus, pareciera que muchos europeos se han olvidado de que el Estado es la única institución en donde la democracia es posible y que, por el contrario, la misma no puede alcanzarse en imperios o continentes. De todas formas, el actual mandatario checo justificó la incorporación de la República Checa a la Unión Europea en mayo de 2004, explicando que era la única forma que tenía su país de reasumir su lugar dentro de las democracias europeas, dado que no existe otra alternativa posible dentro del continente.

Posteriormente, Klaus afirmó que el mayor problema de la Unión Europea en la actualidad es el sistema monetario vigente y señaló el conocimiento de los argentinos debido al fracaso de la paridad del peso con el dólar en la década del '90. Luego del establecimiento de la eurozona, el crecimiento de los Estados miembros de la Unión ha disminuido paulatinamente, comparado con las tasas de crecimiento de fines del siglo pasado. A su vez, las deudas públicas de los mismos han aumentado exponencialmente en proporción a sus PBI. Para ejemplificar lo que sucede hoy en día, comparó la tasa de crecimiento de la Argentina en 2010 (que estimó en 8,5%) con el acumulado de toda la última década en Italia. Luego de un minucioso análisis, el mandatario checo  llegó a la conclusión que este último era inferior al incremento del PBI argentino en el último año, lo cual demostraría  el fracaso de las políticas implementadas. El caso de Alemania, que vendría a ser la excepción a la regla en lo que respecta a las economías europeas -debido a su "rápida" recuperación luego de la crisis de 2008-, tampoco llega a igualar sus tasas de crecimiento en la última década si se las compara con las de países como Brasil, China y Argentina solo en el último año. En resumidas cuentas, todos estos datos reflejarían el fracaso de las políticas económicas llevadas adelante por la Unión Europea y especialmente el actual sistema monetario.

Ahora bien, el Presidente de la República Checa afirmó que él fue uno de los primeros en darse cuenta de que la idea de una unidad monetaria europea sería muy problemática ya que acarrearía severas dificultades económicas y derivaría en una creciente centralización antidemocrática de Europa. En su década de existencia la eurozona no ha logrado homogeneizar las economías de sus diecisiete Estados miembros. Debido a esta situación, en la actualidad los costos de establecer y mantener la Unión Europea superan, según Klaus, los beneficios que devienen de pertenecer a la misma.

En su década de existencia la eurozona no ha logrado homogeneizar las economías de sus diecisiete Estados miembros

Con respecto a la cuestión de la integración, el renombrado economista aseguró que si hasta ahora la Unión Europea no ha colapsado, es porque muchos mandatarios han invertido grandes sumas de capital político en este proyecto y ahora no quieren perderlas. De esta manera, según Klaus la Unión Europea continuará existiendo pero a un elevado precio, lo cual puede visualizarse a través de las elevadas transferencias de capital hechas por los Estados miembros.

Pasando a la segunda causa de los problemas europeos, el Presidente checo aseguró que la calidad, productividad y eficiencia del actual sistema social y económico europeo es una de las componentes que explican el declive del continente. Agregó que el excesivo paternalismo, la falta de productividad que deriva de ello, el miedo a  tomar riesgos y la poca relevancia que los europeos le otorgan a la libertad de mercado ayudan a explicar, en parte, la situación que se vive en Europa.

A su vez, Klaus hizo mención a la publicación de su libro "Planeta Azul, no verde", que ha sido editado en más de 17 idiomas y cuestiona la inviabilidad e incapacidad del sistema europeo para dar cuenta de los severos problemas ambientales que aquejan a todo el mundo.

Por último, el Excelentísimo Señor Presidente de la República Checa se mostró confiado en cuanto a que en América Latina no caeremos en los mismos errores que cometieron los europeos y que, por lo tanto, respetaremos la soberanía de cada país y no nos encaminaremos hacia un modelo de "unificación" al estilo Unión Europea.

Václav KlausNació el 19 de junio de 1941 en Praga, República Checa y se graduó en 1963 en la Escuela Superior de Economía de Praga (VŠE), en la carrera de Comercio Exterior. Más tarde, como especialista del Instituto de Economía de la Academia de Ciencias Checoslovaca, consiguió en 1968 el título de Candidato en Ciencias (CSc.). Inició su carrera como político en diciembre de 1989 cuando llegó a ocupar el cargo de Ministro de Hacienda del reciente Gobierno democrático checoslovaco. En 1991 fue designado, además, Vicepresidente del Gobierno federal de la República Federal Checa y Eslovaca. Desde 1990 lideró el llamado Foro Cívico (OF), la fuerza política de coalición más importante del país, que llevó a cabo una rápida transición del sistema político totalitario comunista a la democracia. Después de la desintegración del Foro Cívico en 1992, Václav Klaus fundó el conservador Partido Democrático Ciudadano (ODS). Llevó a la victoria al Partido Democrático Ciudadano en las elecciones parlamentarias en 1992 y fue designado Presidente del Gobierno Nacional de la República Checa. Como Primer Ministro del Gobierno checo encabezó junto con su homólogo de la República Eslovaca el proceso de la disolución pacífica del estado común federativo de checos y eslovacos (Checoslovaquia) y el surgimiento de las dos Repúblicas independientes – la República Checa y Eslovaquia. Desde 1998 ocupó durante cuatro años el cargo de Presidente de la Cámara de Diputados del Parlamento de la República Checa. En febrero de 2003 fue elegido Presidente de la República Checa y en febrero de 2008 fue reelegido para su segundo mandato