23 de agosto de 2017

Sesión académica a cargo de Eugenio Burzaco, Secretario de Seguridad de la Nación, organizada por el Instituto de Seguridad Internacional y Asuntos Estratégicos

Por Victoria Rodríguez Costi

Sabíamos que había narcos que había que sacar del lugar pero también había que recuperar rápidamente la presencia del Estado que había estado ausente

La exposición comenzó centrándose en los cambios en materia de políticas oficiales de seguridad frente al avance del narcotráfico. El Secretario afirmó que cuando él llegó al gobierno la Argentina estaba en un momento crítico respecto de este fenómeno. Aunque se trataba de una problemática bastante arraigada en los países de la región, en el nuestro era bastante reciente. El expositor afirmó que el impacto del narcotráfico en la región fue evidente tanto en el desarrollo de la criminalidad y de la violencia como, incluso, condicionando a muchos gobiernos. Burzaco comentó también que en el país este avance fue acompañado por un deterioro en la capacidad del Estado para frenarlo.

El expositor luego mencionó que el gobierno actual tomó al narcotráfico como una problemática central, lo que permitió la toma de decisiones estructurales “fuertes”, como por ejemplo el cambio de la Policía Federal. Burzaco explicó que se buscó que esta fuerza no tuviera presencia solo en la Ciudad de Buenos Aires, sino en todo el territorio nacional. Agregó que el objetivo es que se convierta en una fuerza especializada en investigación, con capacidad de análisis e inteligencia criminal.

Asimismo, el Secretario comentó que la segunda clave de las políticas de seguridad fue volver a poner el foco en los distintos puntos de desarrollo del negocio del narcotráfico. Burzaco afirmó que este negocio criminal comenzó a funcionar en nuestro país por vacíos de presencia estatal. En este sentido, comentó que es importante afectar la estructura del negocio, adoptando una política que abarque todos sus aspectos: los que ingresan la droga al país, los que la producen, los que hacen la distribución -tanto mayorista como minorista-, y los que lavan el dinero.

Explicó también que, en muchos casos, se logró afectar el negocio comenzando desde abajo, es decir, desde los centros de distribución hacia los jefes de la actividad criminal.

Otro de los eslabones que mencionó Burzaco es la distribución minorista. Explicó que en este punto se concentra la mayor cantidad de violencia debido a las disputas por el control territorial que surgen entre las pandillas. Para enfrentar esta situación, el gobierno implementó un programa llamado “barrios seguros” en aquellos lugares que habían sido cooptados por el narcotráfico. El objetivo de este programa era reinstaurar la presencia del Estado.

“Sabíamos que había narcos que había que sacar del lugar pero también había que recuperar rápidamente la presencia oficial que había estado ausente”, afirmó. En relación a esto, comentó que en muchos de esos barrios los jefes criminales incluso ofrecían servicios públicos que el Estado no otorgaba.

Burzaco afirmó que el Estado debía devolverle la dignidad a las personas que vivían en esos barrios, darles una alternativa distinta porque en muchos lugares el narcotráfico se había transformado en una forma de vida.

Si logramos que la Argentina sea un país menos proclive al avance de estas formas de crimen organizado, la violencia que trae aparejado este crimen va a bajar y va a mejorar la calidad de vida

A continuación, el Secretario comentó los resultados que obtuvieron en muchos de estos lugares, como por ejemplo en el renovado Barrio 31. Afirmó que al sacar el foco de conflicto, que es el narcotráfico, e instalar una presencia integral del Estado, se cambió la lógica criminológica del lugar.

Hacia el final de su exposición, mencionó la importancia de sostener estas políticas en el tiempo. A modo de ejemplo, Burzaco comentó el caso de Río de Janeiro, donde se habían obtenido buenos resultados en la lucha contra el narcotráfico. Pero como estos programas no lograron sostenerse en el tiempo, los jefes criminales volvieron a ocupar los lugares que tenían antes. En este sentido, el expositor resaltó que el problema está en que estos fenómenos son reversibles. En consecuencia, afirmó que es importante ir al fondo de la investigación de redes criminales, pero sabiendo que es un proceso que lleva tiempo. “Si logramos que la Argentina sea un país menos proclive al avance de estas formas de crimen organizado, la violencia que trae aparejado este crimen va a bajar y va a mejorar la calidad de vida”, concluyó.

Eugenio BurzacoSecretario de Seguridad del Ministerio de Seguridad de la Nación. Es licenciado en Ciencia Política con diploma de honor en la Universidad del Salvador y máster en Políticas Públicas de la Georgetown University. Fue elegido diputado nacional del Pro por la provincia de Buenos Aires entre el 2005 y el 2009. Ejerció como Jefe de la Policía Metropolitana desde el 2009 hasta el 2011. Fue también CEO de Seguridad Integral Templar SA