21 de marzo de 2019

Sesión académica a cargo del Embajador Guillermo Valles Galmés, con comentarios del Vicepresidente del CARI, Felix Peña, organizada por el Grupo de Productores del Sur (GPS)

Por Federico González

En esta oportunidad los expositores analizaron la crisis del comercio internacional y sus efectos sobre la economía mundial haciendo énfasis en la iniciativa del Grupo de Punta del Este.

Horacio Sánchez Caballero, Coordinador del Grupo de Países Productores del Sur y moderador del encuentro, realizó la introducción al tema expresando que en el contexto actual, son muchos los centros que compiten para ver quien ostenta el poder y, especialmente, quien controla el comercio internacional. Para entender esta situación, el moderador resaltó el papel preponderante que tuvo un grupo de treinta y tres latinoamericanos, que luego devino en la creación del Grupo de Punta del Este, al expresar sus principales preocupaciones y estableciendo los lineamientos que se deberían seguir para preservar el sistema actual.

Lo que alertamos es un retorno del nacionalismo, una erosión institucional

El Embajador Guillermo Valles Galmés organizó su presentación alrededor de tres ejes. En el primero, realizó un abordaje de los antecedentes que constituyeron el actual Sistema Internacional y el Sistema de Comercio Mundial, así como los dilemas y desafíos que se enfrentan desde hace tiempo. En este orden de ideas, el Embajador mencionó que las condiciones actuales generan una reevaluación de las prioridades por parte de los principales países que inciden y condicionan el Comercio Internacional. Debido a esta situación, entre las opciones disponibles, los Estados barajan la posibilidad de retirarse del Sistema al aplicar medidas proteccionistas que pueden retrotraernos a las condiciones previas a la Segunda Guerra Mundial.

En el segundo eje, el Embajador planteó cuál es el rol que la región de Latinoamérica le debería asignar a esta discusión. Desde su punto de vista, la actividad del Grupo de los 33 dio el primer impulso para involucrar a la región y permitió que se llevaran a cabo iniciativas más especializadas como el Grupo de Punta del Este. El principal objetivo de este último, según el Embajador, era crear una comunidad que estuviera al tanto de los desafíos que el Comercio Internacional posee y que contase con una fuerte capacidad propositiva que, lejos de buscar la organización utópica, diera las recomendaciones suficientes para mantener el correcto funcionamiento de la Organización Mundial del Comercio (OMC) . En este aspecto el Embajador resaltó que en la comunidad latinoamericana, experta en temas de Comercio Internacional, notaba que no existía ningún plan de reforma diagramado, así como tampoco se estaba teniendo en cuenta la voz de América Latina.

No hay un proceso de reforma de la OMC (…) solo hay flashes de centros de poder. No hay proceso y América Latina no tiene voz

En tercer lugar, el Embajador se centró en las discusiones y propuestas que se realizaron en las reuniones del Grupo de Punta del Este. En este sentido, tanto él como los demás integrantes del Grupo, resaltaban la necesidad de preservar el sistema de resolución de preferencias dada su calidad de sometimiento y acatamiento y de efectividad a la hora de resolver las disputas entre los Estados. Para lograr esta preservación, el Embajador expresó que durante el transcurso de las discusiones, los miembros del grupo debieron pensar y analizar las similitudes y diferencias con épocas anteriores y las dinámicas de relación entre los actores actuales. La característica particular y preponderante, afirmó, es que a diferencia de otras épocas donde predominaba el carácter de convergencia, especialmente entre los Estados Unidos y el Reino Unido al finalizar la Segunda Guerra Mundial, la dinámica de las relaciones entre China y los Estados Unidos está dominada por la idea de coexistencia debido a las fuerte diferencias culturales y políticas entre los actores más relevantes.

Como conclusión, el Embajador Valles Galmés y el Grupo de Punta del Este destacaron que, en aras de mantener el actual Sistema Internacional, este año la Organización Mundial del Comercio tiene el importante desafío de demostrar que en su estructura puede canalizar un acuerdo de comercio internacional y que puede mantener y mejorar el sistema de resolución de preferencias.

Al inicio de sus comentarios, el Vicepresidente del CARI, Félix Peña invitó a los miembros presentes a reflexionar por qué debería haber dentro de la reforma de la Organización Mundial del Comercio una visión latinoamericana. Así, expresó que si bien los bloques que más preponderancia y relevancia poseen en este tema son el MERCOSUR y la Alianza del Pacífico, muy difícilmente se logre una visión conjunta.

Tenemos que posicionarnos en un proceso continuo y dinámico del sistema a nuevas realidades

Sin embargo, el doctor Peña recalcó la necesidad que tiene la región de analizar y estudiar cuáles son las cuestiones que los demás paises consideran que deben modificarse en la OMC. En este sentido, estableció que además, los latinoamericanos deben estar dispuestos a olvidar la idea de "one shot integration" y empezar a pensar las reformas de la Organización Mundial del Comercio como un proceso continuo y dinámico de adaptación constante a nuevas realidades.

Concluyendo con sus comentarios, Felix Peña resaltó que lo que actualmente observamos es una constante iniciativa por parte de los Estados Unidos de abandonar el sistema que construyó a partir de 1945. Un ejemplo de esto es la constitución del Tratado Transpacífico (TTP) que permite ser miembros del tratado no solo a países con salida hacia el Océano Pacífico sino que se extiende a aquellos Estados que expresen su interés de formar parte. Según el Vicepresidente del CARI, estamos viendo como se construye un sistema de multidependencia entre multiples actores donde América Latina le interesa y necesita estar presente.

Guillermo Valles GalmésObtuvo el título de Doctor en Diplomacia. Participó en numerosas negociaciones bilaterales y multilaterales, incluidas las que llevaron al establecimiento del MERCOSUR, a la conclusión de la Ronda Uruguay y al inicio de las negociaciones comerciales entre el MERCOSUR y la Unión Europea. En 2004 fue nombrado Embajador del Uruguay ante las Naciones Unidas, la OMC y las demás organizaciones internacionales con sede en Ginebra. Ha desempeñado el cargo de presidente del Grupo de Negociación sobre Normas en la Ronda de Doha. Posteriormente, entre 2011 y 2017, fue Director de Comercio Internacional de Bienes, Servicios y materias primas de NNUU, Unctad