23 de septiembre de 2020

Sesión académica organizada por el Comité de Cultura del CARI, con el apoyo de la Fundación Ortega y Gasset en Argentina

Por María Florencia Avena, Voluntaria de la Secretaría de Comunicación

Tres especialistas de distintas áreas del derecho y de la política se reunieron en una nueva sesión académica virtual para debatir sobre aquellos valores fundantes de las sociedades modernas que hoy se encuentran debilitados, en el contexto de la emergencia. El encuentro fue organizado conjuntamente por el Comité de Cultura del CARI y la Fundación Ortega y Gasset Argentina y tuvo lugar el pasado 23 de septiembre. Francisco de Santibañes, Secretario General del CARI, inauguró la reunión y hacia el final ofreció breves palabras de cierre.

El primer disertante fue el Dr. Daniel Sabsay, Abogado (UBA), Posgrado en la Facultad de Derecho de la Universidad de París, Profesor Titular de Derecho Constitucional en la Facultad de Derecho (UBA), Director de la Carrera Especial de Posgrado en Derecho Constitucional (UBA), Presidente de la Asociación Argentina de Derecho Constitucional (AADC) y Vicepresidente del Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional.

Sabsay comenzó su presentación al explicar que la idea de emergencia en el marco de una República siempre suponía interrogantes a resolver. "La Constitución está hecha para tiempos de guerra y tiempos de paz", citó la célebre frase del caso Alem y explicó que el Estado de Sitio y la Intervención Federal eran dos figuras excepcionales tipificadas en la Constitución, es decir, que en su etapa inicial, la Corte Suprema de Justicia de la Nación "ya preveía que la excepción debía estar enmarcada en un régimen jurídico, no salir de él", sugirió. En cuanto a la pandemia, remarcó que debía ser tratada con enfoque en los derechos humanos, "tal como recomendó la CIDH en la Resolución 1/2020: que en todo momento se asegure el funcionamiento de los tres poderes". El doctor sostuvo que en el caso de la Argentina, el Poder Ejecutivo estaba "fuertemente empoderado" y que la declaración del Estado de Emergencia había sido correcta, "pero después comenzó una catarata de decretos", inquirió. Enumeró una serie de medidas que ha impulsado el gobierno, como la utilización del presupuesto, y destacó que esta era por excelencia una tarea del Poder Legislativo, "no de un Jefe de Gabinete de Ministros". Y por último pero no menos importante, renegó del tercero de los poderes que "se declaró en feria por cuatro meses, al son de la cuarentena". Por otro lado, Sabsay denominó a este ciclo constitucional como una "mutación de un régimen presidencial a uno vicepresidencial", donde el principal objetivo "es asegurar la impunidad de la Señora". En este marco, se preguntó cómo se debía defender la República, "cuando es la CSJN la que adopta una actitud contemplativa frente a las inconstitucionalidades". Frente a tal diagnóstico, reconoció que en el país ha surgido un "sarampión cívico" que demuestra, según el abogado, que la sociedad por sí misma se está desenvolviendo muy bien.

El segundo expositor fue Roberto Gargarella, abogado y sociólogo de la Universidad de Buenos Aires, Doctor en Derecho de la misma universidad y de la Universidad de Chicago, con estudios post-doctorales en el Balliol College de la Universidad de Oxford, profesor de Teoría Constitucional y Filosofía Política en la Universidad Torcuato Di Tella y de Derecho Constitucional en la UBA. Ha publicado varios libros sobre teoría constitucional y filosofía política.

En primer lugar, sugirió cambiar el título del encuentro porque no puso en duda la defensa de los valores republicanos, sino la necesidad de precisar cuáles. Respecto de la emergencia, afirmó que ha venido a profundizar "el mal latinoamericano de la concentración de poder". Confesó que su intuición era opuesta a la dominante y sostuvo: "en las emergencias, más que nunca, tenemos que seguir protocolos establecidos, no actuar rápido". Por otro lado, habló sobre "la cuestión epistémica" que refiere a la necesidad de "escuchar todas las voces, las que se quejan y las que piensan distinto, para no tomar decisiones sesgadas".

Para allanar el camino hacia donde ir, Gargarella primero reconoció los "problemas estructurales" de la Argentina. Sostuvo que el siglo XX se caracterizó por una marcada ampliación de derechos en América Latina, pero que simultáneamente "la maquinaria democrática" argentina (las instituciones y la organización del poder mediante la vía constitucional) ha sido poco a poco vaciada de contenido desde el período decimonónico. En este sentido, sostuvo que el voto periódico era el único elemento que había prevalecido, pero que en definitiva, "el votante no tiene salida, porque su única vía de contacto con el poder está debilitada". Pero si, según el doctor, el problema está escrito en las constituciones, "¿cómo nos hacemos escuchar si por la vía institucional no recibimos respuesta?", se preguntó y enseguida apuntó a reconstruir la conversación democrática "a partir de herramientas que permitan matices, no que generen dilemas, porque hoy es un tiempo de ciudadanías empoderadas que con toda razón reclama más protagonismo".

En tercer lugar expuso Sergio Berensztein, Doctor en Ciencia Política (University of North Carolina, Chapel Hill) y Licenciado en Historia (UBA). Obtuvo un Certificado de Investigación en Ciencias Sociales en el CEDES (Centro de Estudios de Estado y Sociedad). Es Presidente de Berensztein, consultora de análisis político y estratégico que fundó en 2014. En ella trabaja con algunos de los principales líderes de la Argentina y la región, tanto del sector público como del privado, ayudándolos a comprender el cambiante entorno doméstico y global y a tomar decisiones en un contexto de alta incertidumbre.

El analista coincidió en algunos puntos con las presentaciones anteriores, como la decadencia social, económica e institucional con la que Argentina ha llegado a la Emergencia, y resaltó dos cuestiones. Por un lado, describió "la caja de herramientas" con la que cuenta el sistema democrático argentino y advirtió que mientras en el resto de América Latina los partidos políticos se encontraban en crisis, "Argentina tiene dos coaliciones que se han mantenido intactas". En cuanto al sufragio, insistió en que no se debía descuidar "el único umbral relativamente transparente que sigue en pie".

Por otro lado, aludió a una "renovada irrupción" de la ciudadanía como actor político. Sostuvo que en numerosas oportunidades la sociedad protagonizó distintos tipos de reclamos que han constituido "un punto de inflexión en los annales de la historia argentina", pero que las manifestaciones recientes tuvieron una particularidad: se han trasladado a la Quinta de Olivos, es decir que, según Berensztein, "las protestas no son a las instituciones tradicionales sino al presidente". Para ilustrar el punto, citó al movimiento estadounidense Black Lives Matter como un ejemplo del "divorcio entre lo que la sociedad reclama y lo que el poder político efectúa". En cuanto a la denominada "grieta argentina", el licenciado explicó que se trataba de una puja social, cultural y conceptual sobre lo que significa la política, y cuyo primer requisito para dialogar es la legitimidad del otro. "Lo que sucede en la grieta es lo contrario, hay una ignorancia de esa legitimidad que tiene el otro para opinar", reflexionó. Y por último, destacó el rol de las redes sociales en este contexto, que "acentúan la lógica de cancelación del pensamiento del otro haciendo imposible el diálogo".

El Secretario General del CARI finalizó el encuentro y agradeció a los participantes por sus valiosos testimonios.