18 de agosto de 2020

Sesión académica a cargo de Laura Frulla

Por María Florencia Avena, Voluntaria Secretaría de Comunicación

La doctora Laura Frulla, física e investigadora a cargo de la misión SAOCOM, presentó las principales características y utilidades del proyecto en una nueva sesión académica virtual del Comité de Estudios Ambientales y Desarrollo Humano, el pasado 18 de agosto, mientras el segundo satélite argentino aguarda su lanzamiento en Cabo Cañaveral.

Se trata de una actividad enmarcada en el Plan Espacial Nacional (PEN), desarrollado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), cuyo objetivo principal es generar información satelital que sustente las actividades productivas y socioeconómicas de nuestro país y, a su vez, brindar información al servicio de las emergencias ambientales del planeta.

La Embajadora Elsa Kelly, Directora del Comité a cargo del encuentro, agradeció de antemano la presentación y sostuvo que se debían aprovechar las actividades de la CONAE para una mejor producción de conocimiento sobre la protección del medio ambiente y el control del efecto invernadero.

"La premisa de la misión es transformar datos en información", sostuvo Frulla. Esto se logra a partir del diseño de modelos que describen los distintos fenómenos sobre la base de las necesidades de los usuarios y los Sectores de Información contemplados en el PEN. Entre ellos se pueden identificar tres grandes áreas: la agricultura, la hidrología y las emergencias ambientales. Las imágenes satelitales arrojan datos sobre las condiciones de humedad del suelo, inundaciones y condiciones de la vegetación.

Pero nuestros SAOCOM 1A y 1B no son los únicos habitando el espacio exterior, comparten esta travesía con cuatro satélites italianos, los COSMO Sky Med-X. Esta constelación de dispositivos forma el Sistema Ítalo-Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias (SIASGE), y las características de cada uno permite el análisis de datos en distintas escalas y radares. En este sentido, el desafío es integrarlos operacionalmente para enriquecer el alcance de los estudios, "la idea es sacar lo mejor de cada sistema", dijo la doctora.

Los beneficiados son millones, y las utilidades son múltiples. Frulla las sintetizó en una reciente investigación en la que convergieron ambos sistemas. A partir de la muestra de un mapa de la ciudad de San Carlos de Bariloche se pudo observar diferencias en el trazado urbano, tonos verdosos que indican zonas con baja vegetación, tonos violetas que indican zonas con árboles, y por último árboles plantados, cuyas especies también se puede reconocer. Este tipo de datos sirvieron para elaborar un Modelo Digital de Elevación, que puede facilitar procesos como el trazado de rutas y caminos, el modelado de recursos hidrológicos, la caracterización de zonas bajas y altas, la planificación urbana, el apoyo a obras de ingeniería, entre otras.

En cuanto a la agricultura, a partir del estudio de humedad del suelo se pueden relevar datos útiles para los procesos de siembra, fertilización, riego y control de algunas plagas, como la fusariosis en el trigo. Ingresando las coordenadas geográficas de su lote, el usuario obtiene índices que le permiten monitorear el crecimiento del cultivo, optimizar el uso de fertilizantes y hacer una estimación de rinde.

Las condiciones climáticas no interfieren en la obtención de las imágenes, y todos los puntos del globo pueden ser observados. A partir del modelo hidrológico, diseñado junto con el Instituto Nacional del Agua (INA), se ha podido brindar apoyo a estudios fluviales, ya que permite identificar zonas de inundaciones recurrentes, zonas de sequías y monitoreo de humedales. Esto resulta imprescindible en el marco de los incendios en el Delta y otras regiones del país, que demandan una ley urgente que proteja los ecosistemas y la diversidad de especies. Los satélites SAOCOM tienen la capacidad de generar mapas de áreas forestales y su monitoreo, posibilitando la detección temprana de incendios. En cuanto a la aplicación en nieve y glaciares, se pueden generar mapas para prevenir la escorrentía, producir energía hidroeléctrica y monitorear el comportamiento de los glaciares. En la navegación, se está trabajando en la detección de objetos y se da soporte a Emergencias en el Mar; también se estudian "manchas oscuras" que en algunos casos pueden corresponder a derrames de petróleo. Es posible detectar deformaciones en grandes obras de ingeniería, como el hundimiento de 5 mm de la superficie alrededor de la línea H del subterráneo de la Ciudad de Buenos Aires. Y la lista podría extenderse hasta el infinito.