22 de mayo de 2019

Sesión académica a cargo de Guillermo Valles Galmés, Pedro Isern y Leonardo Martín, organizada conjuntamente por el CARI y el Center for the Study of Contemporary Open Societies

Por Agostina Viglianco

En esta oportunidad, el Secretario Académico del CARI, Juan Battaleme dio las palabras de bienvenida y abrió la sesión académica al exponer la necesidad de discutir el panorama electoral argentino y de la vecina República Oriental del Uruguay debido a la fuerte relación estratégica que une a los dos países.

Pedro Isern, Director de CESCOS (Center for the Study of Contemporary Open Societies) planteó que los partidos que resulten ganadores en las elecciones de ambos países tendrán la exigencia de discutir las nuevas necesidades de Occidente. Para él, a pesar de que la experiencia política uruguaya sea menos conflictiva que la Argentina, el contexto regional genera una mayor polarización en la sociedad uruguaya.

Seguidamente, Leonardo Martín, miembro del CESCOS, realizó una presentación donde explicó a los presentes el panorama actual del sistema de partidos políticos del Uruguay agregando cuáles son las expectativas para las elecciones de este año. Históricamente, Uruguay se caracterizó por tener un fuerte bipartidismo que se originó junto con el Estado uruguayo. El Partido Nacional y el Partido Colorado han sido los partidos tradicionales que gobernaron Uruguay por más de cien años, hasta que en 1971 irrumpió en la escena política el Frente Amplio y rápidamente se convirtió en un protagonista de la política nacional. De esta forma, el Frente Amplio ha logrado gobernar al país desde el 2005 hasta la actualidad. La irrupción del Frente Amplio en la escena política nacional, según Martín, puede relacionarse con la reforma electoral de 1996, que permitió que más partidos políticos tuvieran representación parlamentaria: hoy hay 5 partidos con representación.

La estabilidad de los partidos es reflejo de la estabilidad de la sociedad, es una sociedad a la que le cuesta mucho cambiar

Leonardo Martín

Después, Martín mencionó tres factores característicos del sistema político uruguayo. En primer lugar, la fuerte adhesión partidaria de los uruguayos: el 66% de uruguayos dice ser de algún partido. En segundo lugar, mencionó que el fenómeno existente en la actualidad es una "partidocracia": no hay nada que se haga por fuera de ellos. Y por último, destacó que es una sociedad muy amortiguada, ajena a los cambios, a los radicalismos. De estos tres factores, Martín concluyó que la estabilidad de los partidos es reflejo de la estabilidad de la sociedad, es una sociedad a la que le cuesta mucho cambiar.

Continuando con esta idea, Martín destacó que hay una novedad: una gran aparición de nuevos partidos con posibilidad de representación partidaria. Sostuvo que posiblemente habrá 7 u 8 partidos participando. Así recalcó que la atomización política es un elemento nuevo.

De la misma forma, también subrayó que hay enormes desafíos. El primero viene del sistema de representación proporcional: los votos que no conquistan bancas van al partido mayoritario, esto da oportunidad al Frente Amplio a tener una mayoría parlamentaria. El segundo desafío es la tensión entre cooperación y competencia: en la oposición, a diferencia del Frente Amplio, se da más la competencia, lo cual es una amenaza de fragmentación para la oposición que trata de convertirse en una opción para los votantes enojados con el oficialismo. Esto dificulta el tercer desafío que es armar un gobierno de coalición. "La fragmentación política y la polarización existentes en la Argentina llegaron a Uruguay", concluyó Martín.

El Mercosur no es una unión aduanera imperfecta, sino una zona de libre comercio perfecta

Guillermo Valles

Para continuar, Guillermo Valles, el actual presidente del CESCOS, tomó la palabra. Valles planteó que el principal desafío del CESCOS es la militancia por la libertad y por los valores de la democracia representativa, que se encuentra cuestionada por la irrupción de neo nacionalismos y movimientos de índole reaccionaria.

En cuanto al actual gobierno del Frente Amplio, apuntó que cuando se tiene mayoría parlamentaria no se depende de la cooperación o de consensos. Esto, según él, es bueno para la gobernabilidad, pero malo para la calidad democrática de las decisiones. "Hay que encontrar circunstancias que obliguen al diálogo", sostuvo. Para Valles la mejor opción para el Uruguay es que asuma un gobierno de coalición, dado que esto permitirá que el sistema fuerce a que se mejore la calidad de las políticas debido a la negociación. Así opinó que al Frente Amplio se le presentan dos posibles experiencias para las elecciones de este año: perder y ser oposición o conformar un gobierno de coalición.

Luego, Valles se refirió al escenario mundial, que se tornó inquietante con la aparición de China como potencia mundial. Recordó que con la construcción del orden internacional que se dio a partir del 1945, las potencias hegemónicas contaban con cuatro características comunes: eran sociedades capitalistas, eran sociedades liberales, contaban con democracias competitivas y multipartidarias y aunque partían de niveles económicos muy diferentes, todos estaban bajo la seguridad internacional de Estados Unidos. Pero la gran sorpresa actual es que ninguna de estas condiciones está presente en China. Esto plantea un desafío para Occidente: tratar de que no se consolide un escenario de guerra fría.

Valles reconoció que se está dando un juego geopolítico que no se veía desde hace mucho tiempo: la dicotomía entre competencia o cooperación. Argumentó que lo que predomina es la competencia, debido al neo-nacionalismo, a las tendencias proteccionistas y una visión reaccionaria. En este contexto mundial, Valles expresó la necesidad de la búsqueda de un equilibrio regional a través del relanzamiento del Mercosur. Para él es necesario apostar a la apertura y a la integración regional, para poder hacerle frente a los desafíos que se presentan. "El Mercosur no es una unión aduanera imperfecta, sino una zona de libre comercio perfecta". Subrayó que una unión aduanera para ser exitosa, debe tener un grado de supranacionalidad que garantice velar por los tratados y defender una agenda futura. Los problemas del Mercosur son que carece de la estructura necesaria, hay una falta de balance, hay asimetrías y no hay equilibrios como en la Unión Europea. Uruguay tratará de integrar a la región, ya que uno de sus mandatos constitucionales es ser integrador.