24 de septiembre de 2015

Sesión académica a cargo de Jorge Melguizo, Uwe Mohr y Ondrej Janecek

Por Ludmila Mavric

El 24 de septiembre de 2015 se llevó a cabo el segundo encuentro del Ciclo de Conferencias "¿Qué rol tiene la cultura en la crisis?", en la cual tres expositores analizaron a la cultura como herramienta de integración en tres casos de contextos de violencia y quiebre del entramado social. El encuentro fue moderado por María Sáenz Quesada. La apertura de la sesión estuvo a cargo de Ondrej Janecek, especialista en lengua española y checa, quien presentó a la literatura checoeslovaca de la segunda mitad del siglo XX como protagonista de las reacciones al régimen político comunista existente. Inició su exposición recordando cómo el proceso de democratización que había iniciado tras la Primavera de Praga en 1968, se vio detenido por una nueva intervención militar soviética que volvió a instaurar la censura. Ante esta situación, la cultura checa generó varias corrientes literarias: la literatura oficial, la del exilio, la ilegal y una cuarta corriente que incluye músicos, actores y escritores conocida como underground..

Janecek se centró en tres escritores de la época: Vaclav Havel, Milan Kundera y Ludvik Vaculík, quienes inmediatamente tras la vuelta de la censura comenzaron a expresar su descontento y pedir por la apertura del sistema comunista. Con éste contenido, Vaculík escribió un ensayo llamado "Manifiesto de las dos mil palabras". Por su parte, Milan Kundera escribió sobre la importancia y la centralidad mundial del ciudadano checo de la época. Este escrito comenzó un debate con la respuesta de Havel, quien publicó un ensayo llamado "El destino de los checos", no le otorga una posición central al ciudadano checo individual pero le reconoce su importancia dentro del pueblo. Asimismo estos escritores, junto a otros, fueron los que escribieron la "Carta 77" en la cual se adherían a la Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU y pedían su aplicación en Checoeslovaquia. El expositor concluyó su intervención afirmando que este documento fue el hito final que logró movilizar gran parte del pueblo checo y contribuyó a socavar el régimen.

La sesión académica continuó con la exposición de Uwe Mohr, filólogo, docente y directivo del Goethe-Institut, quien analizó el papel de la cultura en la reunificación alemana, exitosa y pacífica a pesar de realizarse entre dos modelos económicos tan diferentes y tras 28 años de separación.

La cultura genera curiosidad y respeto por lo ajeno, cuya función es ser un puente para superar situaciones difíciles

Comenzó su exposición citando a Jean Monnet, considerado uno de los "padres de Europa": "La próxima vez empezaría por la cultura", haciendo referencia a la falta de identidad cultural como una de las causas por la que la Comunidad Económica Europea, al momento de su muerte, no funcionaba del todo bien. Mohr afirmó que las políticas económicas comunes no son suficientes para enfrentar un desafío, sino que es necesaria una cultura común, un sentimiento de comunidad. En este sentido, se entiende a la cultura en un sentido amplio: como un conjunto de valores, costumbres, medios de comunicación comunes, de una mentalidad, moneda, actitud frente a la vida y lengua común. Explicó que fueron estos elementos los que contribuyeron a la reunificación, ya que permanecieron casi intactos tanto en el Oeste como en el Este, a pesar de existir diferencias políticas. Por ejemplo, el socialismo del Este, según Mohr, "era más bien una actitud estratégica de adaptación que una convicción arraigada". La lengua era la misma y principalmente la visión frente a la historia también era compartida: la certeza de no querer repetir éste capítulo.

"La cultura genera curiosidad y respeto por lo ajeno", por ello Mohr concluyó definiendo a la cultura como un puente, cuya función es ser mediadora para superar situaciones difíciles.

Finalmente, Jorge Melguizo, especialista en los procesos de transformación urbana, social, educativa y cultural, expuso las claves en el proceso de trasformación urbana y social de la ciudad de Medellín.

La clave es la construcción colectiva de nuevos valores

En esta ciudad colombiana, atravesada por la violencia y el crimen como consecuencias del narcotráfico, en 2001 el presupuesto del Ministerio de Defensa equivalía mil cien años el presupuesto del Ministerio de Cultura. Por lo tanto, desde la alcaldía de Medellín se tomó la decisión de asumir la cultura como una oportunidad. Una de las primeras medidas fue la de aumentar su presupuesto del 0,6% al 5% del PBI, en función de considerar a la cultura no como un privilegio, sino como un derecho para todos. Otras acciones decisivas fueron la creación de centros culturales y la mediación para la formulación de objetivos comunes entre diferentes grupos sociales, tales como ONGs, alcaldías y grupos empresarios. Melguizo explicó que la clave para estos acuerdos fue la participación de todos los sectores sociales, ya que la cultura no es restringible a uno solo.

El periodista sostuvo que el cambio no se encuentra en la aparición de un caudillo salvador sino en la sociedad misma: se trata de una solución colectiva. Es por ello que se tomó como un imperativo ético no rescatar valores, sino emprender colectivamente la construcción de nuevos, que les permitan enfrentarse con éxito a su propia historia.

Jorge MelguizoComunicador Social y periodista. Consultor en diferentes ciudades latinoamericanas sobre gestión pública, cultura, cultura ciudadana, fortalecimiento de organizaciones de la sociedad civil, convivencia y seguridad en base a los recientes procesos de transformación urbana, social, educativa y cultural de Medellín, en los que participó como Gerente del Centro de Medellín (2004-2005), Secretario de Cultura Ciudadana (2005-2009) y Secretario de Desarrollo Social (2009-2010). Asesora al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en proyectos urbanos integrales de hábitat e inclusión social en las villas. Asesor y tallerista de la Fundación Manos Visibles para su programa LIPP, Laboratorio de Innovación Política para la Paz, y para el proyecto de Fortalecimiento Institucional de Organizaciones de Base del Pacífico colombiano. Asesor del programa SolucionES, de El Salvador, enfocado en prevención de violencias. Miembro del grupo de impulso de Plataforma Puente, Red Latinoamericana de Cultura Viva Comunitaria. Miembro del Comité Directivo de RESURBE, programa mundial de resiliencia urbana y ambiental, coordinado desde la Cátedra Unesco de Sostenibilidad

Uwe MohrEstudió filología inglesa y norteamericana, ciencias sociales y estudios europeos en Colonia (Alemania), Seattle, Washington y en el Collège d'Europe de Brujas (Bélgica). Se desempeña en el Goethe-Institut desde 1988, como docente, primero, y ocupando luego diferentes cargos directivos en distintas partes del mundo. En los últimos años tuvo a su cargo la Dirección de las sedes del instituto en Trieste y en Boston y la Dirección de enseñanza en Roma y hasta junio de 2014 dirigió el departamento de enseñanza del Goethe-Institut en Bruselas, coordinando toda la región del sudoeste europeo (Bélgica, Francia, Luxemburgo, Italia, España, Portugal y Malta). Actualmente es Director General del Goethe-Institut en Argentina

Ondrej JanecekLicenciado en Pedagogía, se especializó como maestro de lengua española y checa en la Universidad de Bohemia del Sur. Trabajó como asistente del lector checo en la Facultad de Traducción e Interpretación en la Universidad de Granada, España, donde organizó clases para la Semana Cultural Checa. También trabajó como periodista deportivo en el sitio web FCBarcelona.cz. Se ha desempeñado como profesor de checo y de español en el Liceo Montessori "Duhovka" en Praga, República Checa. Actualmente es profesor de checo y ayudante para la colectividad checa en Buenos Aires, Rosario y Santa Fe, enviado por el Ministerio de Educación de la República Checa