El Dr. Hamad bin Abdulaziz Al-Kawari, Ministro de Estado y Jefe de la Biblioteca Nacional de Qatar, habla de su creencia en el poder de la diplomacia cultural.
Me di cuenta a través de mi experiencia diplomática y mi trayectoria en la vida que el camino hacia la armonía global comienza con el fortalecimiento de la cultura en las relaciones internacionales. Por ello, siempre he creído que la diplomacia cultural es la clave del acercamiento entre los pueblos, y es una verdadera válvula de seguridad para las naciones que buscan la paz así que la política no es suficiente para resolver los problemas existentes entre los Estados, lo cual lo confirma la realidad internacional desde que se finalizó la Segunda Guerra Mundial y durante la entrada del mundo en un enfrentamiento bipolar entre occidente y el comunismo.
Los políticos descubrieron en esa etapa que necesitaban un medio más eficaz para las mesas de negociación, y se dieron cuenta del papel de la cultura para influir en los pueblos y su capacidad para moldear las relaciones internacionales.
Creo que la aparición del término "poder blando" a principios de los noventa del siglo XX dio a la cultura un nuevo papel internacional, ya que el poder de un Estado no se mide únicamente por la capacidad de su economía o su presencia política y militar, sino por la amplitud de su capacidad cultural para establecer relaciones con otros países, y ocupar posiciones avanzadas en instituciones internacionales.
Sin embargo, tengo la seguridad de que la diplomacia cultural, a pesar de su formación contemporánea, no estuvo completamente ausente en la Edad Media, sino que tuvo raíces diversas, ya que la diplomacia cultural es considerada el mayor desarrollo de otras formas de comunicación entre Estados y pueblos a nivel de intercambiar culturas y expresiones simbólicas.
En base a eso, el obsequio es una de esas formas que llevaron a la voluntad de comunicación entre los pueblos durante siglos hasta convertirse en un símbolo de acercamiento. El juez Al-Rashid Ibn Al-Zubayr escribió en el siglo V d. C., el libro "Municiones y Antigüedades", en el cual aborda noticias de obsequios y antiguedades entre reyes y presidentes, esto indica la amplitud de los lazos entre los pueblos y la consideración del obsequio como herramienta de acercamiento.
La Diplomacia cultural
Estoy seguro de que el papel de la diplomacia cultural se expandirá aún más en el futuro, y la diplomacia tradicional no podrá prescindir de el, y en Qatar estábamos plenamente conscientes de este asunto y de nuestra distinción de diplomacia cultural, que fortaleció el prestigio de nuestro país y su interacción con el mundo, fue la experiencia de los años culturales entre Qatar y algunos países del mundo. Una señal única del éxito de la cultura en la construcción de un puente entre los pueblos, mejorando la comprensión mediante el intercambio de experiencias creativas y exploración de la diversidad cultural e interacción de civilizaciones.
Varias instituciones culturales participaron en esta dirección, para dar un contenido renovado a la diplomacia cultural, que se reflejó en los programas culturales del Organismo de Museos de Qatar, la Fundación de Qatar para la Educación y la Ciencia, y el Desarrollo Comunitario, la Institución Pública para Barrios Culturales "Katara" y la Biblioteca Nacional de Qatar a lo largo de los años, fortaleciendo así las relaciones con los países del mundo, de hecho, Doha se convirtió en una encrucijada de civilizaciones para las culturas internacionales:
Las iniciativas de "Educación ante todo" y "Educar a un niño" también han contribuido a fortalecer los lazos diplomáticos debido al desarrollo de una cultura de paz en el mensaje educativo.
La celebración por parte del Estado de Qatar de la Copa Mundial de la FIFA 2022 en Qatar también fortalecerá los lazos con otros países del mundo, ya que el deporte juega un papel esencial en este poder blando.
Sentí el impacto de la diplomacia cultural a través de la práctica de esta forma de diplomacia durante mi campaña de candidatura a la Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), que logró un resultado impresionante para el éxito de mi país en este campo diplomático.
Creo que esta diplomacia cultural se vuelve más exitosa con la participación de académicos e instituciones académicas.
Las ciencias que se enseñan en las universidades no solo tienen el objetivo de brindar capacitaciones a la sociedad, sino el de formar ciudadanos que practiquen los valores del diálogo y el intercambio de culturas con el fin de difundir la comprensión, de modo que la diplomacia cultural sea eficaz entre los jóvenes educados y un baluarte fortalecido para las generaciones futuras.
Por lo tanto, el mundo de hoy, con sus complejidades políticas, debe darle a la diplomacia cultural el lugar adecuado para que pueda conocer y convivir.
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