Evocar la figura del embajador Roberto Levillier es una tarea honrosa para un diplomático que cree en la carrera, como él creía en ella y más aún hacerlo al conmemorarse el XXV aniversario del Instituto del Servicio Exterior de la Nación que tanto le debe, y coincidiendo con la II Reunión de Directores de Academias Diplomáticas de América Latina que tiene lugar en estos días en Buenos Aires y muchos de cuyos asistentes nos honran esta tarde con su presencia.