Los hechos que se sucedieron en el Atlántico Sur entre marzo y junio de 1982 fueron motivo de análisis en el contexto del estudio preliminar al volumen III de esta serie,1 se trata ahora de ver las implicancias que pudieron tener tanto en la cuestión de fondo —la soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur— como en los procedimientos concordados para llegar a una solución —las negociaciones entre la República Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte—; y ello, en el marco de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, el órgano que, conforme al derecho de la Carta, goza de la plenitud de competencias para ocuparse de todos los temas vinculados a los propósitos para los que la organización fue creada.2