La región de América Latina reúne un conjunto de potencialidades, dos de ellas se destacan como estratégicas, en el contexto global de múltiples transformaciones.
La región de América Latina reúne un conjunto de potencialidades, dos de ellas se destacan como estratégicas, en el contexto global de múltiples transformaciones. Por un lado, es un gran productor de alimentos: aporta el 14% de la producción mundial y es el mayor exportador neto de alimentos del mundo según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Por otro lado, es una importante reserva de recursos naturales, de los cuales uno es especialmente relevante: el litio. La región es un actor clave en la cadena de valor del litio al poseer cerca del 52% de las reservas mundiales, aunque participa con alrededor del 31% de la producción global desde 2017 (CEPAL, 2023). Si bien hay pequeñas reservas reconocidas en Brasil, México y Perú, la gran fuente del mineral es el denominado “Triángulo del litio” –integrado por Argentina, Estado Plurinacional de Bolivia y Chile–, una zona capaz de desarrollar una importante producción a nivel mundial.