La Antártida es una región que tiene caracteres peculiares en nuestra historia. Está emocionalmente ligada a nuestro ser nacional y al mismo tiempo existe hacia ella una falta de evaluación apropiada. De manera casi imperceptible, fuimos históricamente aproximándonos a ella e incorporándola a nuestro acervo territorial, sin captar debidamente cuál era su esencia y sus características tanto físicas como internacionales.