Después de la Segunda Guerra Mundial el Ejército de Estados Unidos se convirtió en el modelo avanzado, orgánico, tecnológico y doctrinario del mundo Occidental, reemplazando a modelos anteriores como el de Alemania y Francia. En este largo medio siglo, el ejército de EE.UU. sufrió una continua evolución que siguió los cambios tecnológicos, se adaptó a los conflictos en que participaba y al cambio de servicio de conscripción por servicio voluntario, con una frecuencia y facilidad sólo concebible por la capacidad presupuestaria y la disponibilidad de un complejo militar industrial nacional que apoyaba las transformaciones. Desde la Segunda Guerra Mundial, el Ejército norteamericano ha estado presente en la casi totalidad de los conflictos bélicos del mundo y con seguridad en los principales teatros de guerra. Esta situación, el hecho de ser desde hace más de una década el ejército más poderoso del mundo y disponer del más grande presupuesto entre los ejércitos del mundo, lleva a sus aliados y posibles adversarios a seguir con atención los cambios que realice, cualesquiera sean sus alcances.