Artículos y Testimonios
Nº 50. Los libaneses son los ganadores

Una de las tareas intelectuales más difíciles de un investigador científico es escribir o hablar sobre su país con verdadera y sincera objetividad. Esta tarea es aún más ardua si se trata, además, de un representante diplomático. Cuando la Embajadora de Suiza, la Sra. Carla Del Ponte, habló hace varios días en la Embajada del Líbano sobre su experiencia como Fiscal General del Tribunal Internacional para la ex Yugoslavia, afirmó que un embajador debe hablar en nombre de su gobierno. Sin embargo, ella tenía todavía ese espíritu de un conferencista académico y dio una maravillosa disertación, que en modo alguno puede ofender a nadie. Yo trataré ahora de no ofender a nadie. Créanme, no es tarea fácil, especialmente cuando el tema trata cuestiones de tipo interno de un país.
Permitanme comenzar diciendo esto: creo que el Líbano está ahora más a salvo que nunca antes de una guerra potencial, ya sea una guerra civil que he expresado desde hace mucho que no retornaría-, de una guerra con Israel o con cualquier otro país. ¿Por qué digo esto? A fin de comprender y evaluar la actual situación de mi país deberíamos considerar los distintos factores que han ejercido influencia y perturbado la paz y la estabilidad de este pequeño país desde hace mucho tiempo.