Sajalín-2, el proyecto de petróleo y gas integrado más grande del mundo, también era en septiembre de 2006 la mayor inversión extranjera en la Federación Rusa. En efecto, el consorcio Sajalín Energy, a cargo del proyecto desde 1994, estaba integrado por el grupo anglo-holandés Royal Dutch/Shell (55%), y las japonesas Mitsui (25%) y Mitsubishi (20%)¹.

El proyecto prevé, a grandes rasgos, la construcción de plataformas, plantas de gas licuado, gasoductos y oleoductos, que cruzarían la isla, con el objeto de realizar la extracción de reservas previstas inicialmente en 90,64 millones de toneladas de petróleo y 335 mil millones de metros cúbicos de gas, pero que estudios posteriores determinarían en 150 millones de toneladas de petróleo, y 479 mil millones de metros cúbicos de gas². El destino de la explotación de estas reservas sería, principalmente, contribuir a satisfacer las necesidades energéticas (entre ellas, de gas licuado) de Japón, Corea, y la costa occidental de América del Norte.