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La actual crisis diplomática y militar en torno a Ucrania ha llevado a muchos comentaristas a hablar de una nueva Guerra Fría (Lucas, 2014). Este ensayo, que analiza las relaciones diplomáticas y la lucha geopolítica entre Rusia y Occidente desde la Guerra de Crimea en adelante, intentará mostrar que el conflicto actual, lejos de deberse a razones circunstanciales, tiene sus raíces duraderas en las tensiones históricas sobre áreas estratégicas de interés común para Occidente y Rusia, entre ellas la propia Crimea.