
Por Ana María Ramírez, Ministra Plenipotenciaria, Miembro del Servicio Exterior de la Nación (diciembre de 2004)
Embajadora, Miembro del Comité Ejecutivo del CARI
Introducción
Repasar los momentos más importantes en la vida del CARI en estos años es recordar los grandes sucesos que conmovieron al mundo en un escaso período de tiempo. También es recordar las decenas de figuras de prestigio y de relevancia internacional que desde esa tribuna contaron sus experiencias como protagonistas o expusieron sus puntos de vista sobre las complejidades del escenario internacional en diversos campos y en sus matices más variados. Al mismo tiempo, es poner en perspectiva histórica el rol que esas figuras desempeñaron en su país y en el mundo.
Por otra parte, es también interesante ver de qué manera el CARI acompañó o reaccionó frente a los cambios que vertiginosamente se sucedían y suceden aún hoy en la Argentina, en la región y en el mundo.
Esta mirada puede hacerse a través de las diversas actividades realizadas por el CARI, tanto las públicas como las que desarrollaron internamente los diferentes Comités de Estudio, Grupos de Trabajo y los Institutos.
Para sintetizar la labor del CARI se consideró en una primera parte, la situación argentina y la del escenario mundial desde 1978, fecha de la creación del CARI, hasta la consolidación de la democracia en el país con la primera renovación del mandato presidencial y el inicio del proceso de integración. A este capítulo se ha denominado "Hacia la consolidación democrática y la integración regional".
En un segundo capítulo "Las grandes transformaciones" se incluyen los cambios en el escenario internacional a partir del fin de la guerra fría y las adaptaciones y reformas realizadas por la Argentina para insertarse en esta nueva configuración.
En el capítulo final "¿Hacia dónde vamos?" se dejan planteados los interrogantes que se abrieron a partir del 11 de septiembre de 2001 y una consideración sobre los objetivos de la institución para los años por venir.
Hacia la consolidación democrática y la integración regional
La etapa fundacional
Momentos muy difíciles se vivían hacia fines de la década del 70. El conflicto este-oeste alcanzaba sus picos más altos de tensión. Las posibilidades de un enfrentamiento nuclear entre las superpotencias crecían día a día. En Europa Occidental la opinión pública debatía la instalación de misiles nucleares. En la mayoría de los países de América Latina los procesos democráticos se habían interrumpido. En la Argentina, el quiebre institucional, los problemas financieros y la relación con los países vecinos llevaban el país a un paulatino aislamiento internacional.

En esos años, no había en la Argentina, tampoco en América Latina, instituciones que se dedicaran a la investigación y análisis de los problemas internacionales. La idea de crear un espacio de diálogo y reflexión similares a los Consejos para las Relaciones Internacionales de Nueva York y de Chicago o al "Royal Institute of International Affairs" de Londres comenzó a gestarse lentamente.
Finalmente, el 24 de junio de 1978, a escasos diez días de su fundación, el CARI realizó su primera actividad pública, en la sede de la Sociedad Científica Argentina, con la participación del ex Secretario de Estado de los Estados Unidos, Dr. Henry Kissinger, quien visitaba por primera vez nuestro país. El tema elegido para la disertación fue "Consideraciones sobre la política internacional actual".
El CARI se planteó entre sus objetivos la necesidad de ensayar respuestas de fondo a los problemas internacionales de la Argentina. Con ese criterio se fueron constituyendo los diferentes comités de estudio y de investigación de acuerdo a las circunstancias de la realidad nacional e internacional. El primero de ellos, fue el Comité de Estudios Especiales que examinó la proyección externa de las empresas argentinas.

El informe elaborado tuvo una amplia difusión y fue sometido a la consideración de instituciones de gobierno y empresariales. De esta manera se inició una modalidad de trabajo que se mantiene hasta el presente y que demostró ser de suma utilidad para vincular el sector académico con el sector público y privado.
El primer seminario que realizó el CARI, entre mayo y junio de 1979, fue sobre derechos humanos: "La persona humana en las relaciones internacionales de nuestro tiempo". Se abordó la cuestión desde el punto de vista internacional con el examen de legislación comparada y el derecho internacional humanitario y, desde el punto de vista interno, la situación actual, la legislación y la jurisprudencia.
Las primeras personalidades que visitaron el CARI entre 1978 y 1979 vinieron de diversas regiones del mundo. En una lista no exhaustiva podemos citar a los Ministros de Relaciones Exteriores de Venezuela, Aristides Calvani y de Perú, Carlos García Bedoya; al ex Presidente de Colombia, Alfonso López Michelsen, al ex Director General de la Oficina del Primer Ministro de Israel, Elihayu Ben Elissar, al Ministro de Relaciones Exteriores de Japón, Sunao Sonoda, el Ministro de Comercio Exterior de Canadá, Michael Wilson. Para referirse a la situación en Europa disertaron: el Ministro de Relaciones Exteriores de Austria, Willibald Pahr y el Miembro del Parlamento de Alemania Federal, Olaf von Wrangel y el ministro de Economía de dicho país, Otto von Lambsdorff. El Secretario General de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim mantuvo una reunión de trabajo el 30 de agosto de 1978. Hasta la fecha, todos los Secretarios Generales de las Naciones Unidas visitaron el CARI y dieron a la audiencia argentina la posibilidad de escuchar y debatir sobre las cuestiones más importantes de la agenda internacional.
Los primeros años

La invasión soviética a Afganistán en la Navidad de 1979 provocó la inmediata reacción de la comunidad internacional. Estados Unidos propuso la aplicación de sanciones internacionales: embargo cerealero y boicot a los juegos olímpicos que se desarrollarían en Moscú al año siguiente. La decisión argentina de no adherirse al embargo tuvo efectos favorables en el comercio con la URSS y abrió interesantes perspectivas para las exportaciones argentinas a los países socialistas. Por el contrario, agregó nuevas desinteligencias a la relación con los Estados Unidos a pesar de que el país se sumó al boicot norteamericano a los juegos olímpicos.
En 1980 el CARI realizaron dos importantes seminarios relacionados con los Estados Unidos. Uno de ellos, abordó la "Visión histórica de las relaciones entre los Estados Unidos y la Argentina", estuvo a cargo de profesores de importantes universidades norteamericanas, tales como las de Carolina del Norte, San Diego (California), Massachusetts y Washington, D. C. y fue destinado a estudiantes y graduados. El otro, se refirió a "Las relaciones entre la Argentina y los Estados Unidos", en el que participaron especialistas norteamericanos junto a destacados políticos, ex cancilleres y académicos argentinos.

Una de las conclusiones más relevantes extraída de estos análisis fue la notable falta de información entre los dos países y el desconocimiento mutuo que caracterizaba a las relaciones bilaterales. En ese contexto se planteó la posibilidad de iniciar contactos frecuentes e intercambios en todo nivel: entre otros, político, empresarial, militar, académico, estudiantil, científico-tecnológico y artístico.
A partir de 1982, la visita de argentinos a los Estados Unidos fue facilitada gracias a acuerdos con diversas instituciones como por ejemplo, Americas Society, Partners of America, ICANA, Pan Am, etc., mediante becas de perfeccionamiento en distintas disciplinas artísticas y científicas.
Entre 1980 y 1982 visitaron el CARI 26 norteamericanos, entre ellos: por segunda vez, en 1981, el ex Secretario de Estado, Dr. Henry A. Kissinger; el General del Ejército, Williams C. Westmoreland; altos funcionarios del Departamento de Estado y de Defensa; senadores; profesores; investigadores de instituciones como Heritage Foundation, American Enterprise, American Dialogue y The Tinker Foundation, por citar solo algunas.
Las relaciones de Estados Unidos con Europa no estaban pasando por su mejor momento. Si bien había una comunidad de intereses permanentes compartidos y sostenidos por la alianza atlántica, el diálogo mostraba una serie de posiciones divergentes.
Esta situación se percibía con claridad en tres temas: defensa en el campo nuclear, en el cual el concepto de seguridad se leía de manera diferente de un lado y otro del Atlántico y con diferencias también dentro de Europa. Hay que recordar la fuerza de los movimientos pacifistas y la decisión del canciller alemán de permitir la instalación en Alemania de misiles con ojivas nucleares.
El otro tema era el conflicto en Medio Oriente y las relaciones con los países del tercer mundo. Aquí la dependencia europea del petróleo de Medio Oriente se unía al nerviosismo que les producía la intervención norteamericana en el conflicto.

La otra gran discusión era sobre el presupuesto norteamericano en materia de defensa y el impacto en la economía mundial. Los reclamos norteamericanos en favor de un mayor esfuerzo europeo se contraponían a las preocupaciones de dichos países por los efectos en las tasas de inflación y desempleo.
Muchos de estos temas, junto a otros igualmente gravitantes, fueron analizados en el seminario "Europa en el mundo actual" (marzo de 1982) en el que intervinieron personalidades de diversas instituciones europeas y latinoamericanas, ex cancilleres de la Argentina y de otros países latinoamericanos, diplomáticos, académicos y profesores.
Este seminario fue el primero de los grandes y numerosos seminarios que el CARI ha organizado para estudiar de manera integral las cuestiones relacionadas con la paz y la seguridad internacional.
La Comunidad Económica Europea planeaba en esa época su ampliación con la incorporación de España y Portugal. Los efectos que este aumento pudiera causar en el comercio argentino, especialmente por el ingreso de España, fueron examinados por el Comité de Estudios Especiales.
Entre abril y septiembre de 1979, un grupo de especialistas del CARI estudió la participación de "La Argentina en el proceso de reestructuración de la ALALC". Fue una oportunidad para analizar el comercio intralatinoamericano y los intereses del país en las relaciones bilaterales con los otros miembros de la ALAC y con los integrantes del Grupo Andino.

A fines del año 1980 el CARI realizó un importante simposio dirigido a analizar las relaciones bilaterales con Brasil. Esta actividad de alguna manera apoyaba la acción diplomática que la Argentina había iniciado en dicho país para superar la rivalidad y las tensiones agravadas por la discusión sobre el uso de los ríos internacionales.
En el simposio participaron las figuras más destacadas de la diplomacia brasileña y argentina, ex ministros de economía, los presidentes de CNEA y NUCLEBRAS respectivamente, académicos de la Fundación Getulio Vargas y de centros académicos argentinos y un importante grupo de directores y presidentes de las empresas más relevantes de los dos países. En este encuentro se examinaron aspectos de la relación bilateral para determinar áreas de cooperación y de colaboración que abarcaría toda la década.
Los conflictos regionales que conmovieron la década del 80 fueron también objeto de estudio como por ejemplo, la guerra en Centroamérica y las tensiones en el Caribe. A pesar de los esfuerzos para encarar los conflictos locales a través de la negociación, la crisis en América Central se agudizaba de manera creciente. El gobierno sandinista de Nicaragua se consolidaba, la violencia en El Salvador y Guatemala adquiría niveles preocupantes. La comunidad internacional se esforzaba en encontrar mecanismos que permitieran eliminar la participación extranjera en el conflicto y cortar el flujo de armas a la región.
Una contribución importante para la búsqueda del diálogo y la cooperación fue el curso que se organizó conjuntamente con el UNITAR para la capacitación y el perfeccionamiento en derecho internacional para los países de América Latina y del Caribe.
Otro esfuerzo importante realizado por el CARI y en la misma dirección fue el seminario sobre cooperación argentino-africana que contó con el auspicio de la Subsecretaría de Agricultura de la Nación. Asistieron representantes de los ministerios y departamentos de agricultura de catorce países africanos.
Para entender la complejidad del conflicto en Medio Oriente fueron muy enriquecedoras las conferencias pronunciadas por dos importantes figuras de la región: el Ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Boutros Boutros Ghali (16 de julio de 1981), gran amigo del CARI, elegido años más tarde Secretario General de las Naciones Unidas y el Ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Itzhak Shamir (4 de diciembre de 1983).
La restauración de la democracia. La integración regional
Reconstruir las vinculaciones de la Argentina con Estados Unidos y Europa después del conflicto de Malvinas requirió un gran esfuerzo político-diplomático. Al mismo tiempo era importante fortalecer las relaciones con los países vecinos y de la región que habían demostrado su apoyo y solidaridad en momentos muy delicados. Ello ocurrió no sólo durante el curso de los acontecimientos bélicos sino que continuó luego, al respaldarse la posición argentina en la Res. 37/9 del 4 de noviembre de 1982, votada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la que se puso a salvo los reclamos argentinos, al propugnar reanudar "las negociaciones a fin de encontrar a la mayor brevedad una solución pacífica a la disputa de soberanía referida a la cuestión Malvinas (Falkland)".
Apenas finalizado el conflicto y mientras se desarrollaban las acciones diplomáticas, el CARI tomó la decisión de formar un comité de estudios e investigación sobre la cuestión Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur. Era necesario comprender las razones que habían llevado al conflicto. Había que reencauzar los reclamos de soberanía. Había que difundir la posición argentina.
Hacía falta además, sistematizar de manera orgánica el impresionante material documental existente en Naciones Unidas a partir del año 1945. Pero, lo más importante era procurar abrir caminos que aproximaran a los dos países y facilitaran en el momento oportuno el diálogo oficial.
El aporte del CARI sobre esta cuestión tuvo tres vertientes muy definidas:
El Comité de Malvinas: en forma inmediata se abocó a sus tareas y pudo publicar en el año 1983 los tomos 1 y 2 de "Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur. Diplomacia argentina en Naciones Unidas 1945/1981". En 1985, con el tercer tomo "Diplomacia del Grupo latinoamericano en Naciones Unidas", el comité publicó los documentos del Consejo de Seguridad de 1982. Las tareas de investigación y publicación que realizó el Comité se extendieron durante toda la década siguiente. Hasta el presente, se han recopilado los documentos sobre Malvinas de la Asamblea General de las Naciones Unidas hasta el año 1990.
El Comité realizó además, una minuciosa investigación sobre los documentos existentes en la OEA cuyos resultados conforman los tomos I y II del Volumen VI "La cuestión de las Islas Malvinas en la OEA".
Los seminarios de Maryland: se llevaron a cabo en la Universidad del Estado de Maryland (Estados Unidos) entre 1983 y 1985. Estos fueron un ejercicio estimulante que produjeron los efectos deseados, es decir, sentaron las bases para crear un espacio de consulta y cooperación sobre la zona en disputa con el Reino Unido.
Los fluidos contactos que el CARI mantenía con diversas instituciones académicas norteamericanas y británicas unidos al interés por el conflicto en el Atlántico Sur posibilitaron la organización de estos seminarios. Entre los colaboradores más importantes estuvieron: la "Internacional Studies Association", dependiente de la Universidad de Carolina del Sur, dirigida por el internacionalista John Burton quien con frecuencia realizaba estudios sobre conflictos entre estados e invitaba a centros académicos a reflexionar sobre dichos temas.

También participó el "American Enterprise Institute for Public Policy Research", el vínculo con este centro se había establecido a fines de 1982 cuando estuvo en el CARI el profesor Mark Falcoff, un investigador de esa institución. Su conferencia tuvo un gran impacto y abrió un importante debate sobre el estado de las relaciones argentino-norteamericanas después de la guerra de Malvinas cuyo análisis incluyó, necesariamente, las relaciones de la Argentina con el Reino Unido.
Otros centros de importancia que colaboraron con los seminarios, fueron la "Kennedy School of Harvard" con sus expertos en negociaciones y resolución de conflictos y el "Royal Institute of International Affairs" de Londres cuyo director David Watt había estado en el CARI en marzo de 1982 como expositor en el seminario "Europa en el mundo actual".
La organización de los seminarios estuvo a cargo del profesor Edward Azar, catedrático de la Universidad de Maryland quien conocía el CARI por haber estado en octubre de 1981 para intervenir en un seminario sobre Teoría del Conflicto. Sus estudios comparativos de las crisis internacionales lo habían convertido en una autoridad en la materia.
En los seminarios participaron académicos argentinos, británicos y norteamericanos. Los británicos incluyeron en su delegación a miembros del Parlamento y lo mismo hizo la delegación argentina a partir del segundo encuentro en 1984.
Resultados visibles fueron apreciados desde la primera reunión. Aquí surgió por ejemplo, la iniciativa de crear en Londres el "South Atlantic Council" como institución privada destinada a la búsqueda de formas de conciliación entre la Argentina y Gran Bretaña. A partir del segundo seminario se iniciaron visitas de intercambios entre legisladores argentinos y británicos.
A lo largo de estos tres años de encuentro fueron analizados diferentes aspectos vinculados al conflicto: militares, políticos, económicos y financieros. Asimismo, se fueron reuniendo elementos que, más tarde, demostraron ser de utilidad no sólo para restablecer y armonizar la relación argentino-británica sino también para entender las relaciones argentino-norteamericanas desde otra perspectiva.
La tercera contribución significativa del CARI a las relaciones argentino-británicas fueron las Conferencias Argentino-Británicas/Argentine-British Conference (A.B.C) iniciadas en 1990. El VIII encuentro se realizó en Buenos Aires en octubre de 2003.
El seminario de Bonn realizado en esa ciudad en marzo de 1985 por iniciativa de Karl Kaiser, Director del "Forschungsinstitut der Deutschen Gesellschaft fuer Auswaertige Politik" junto con Chatham House de Londres y el CARI fue igualmente útil para analizar la relación de la Argentina con el Reino Unido dentro del marco general de la Comunidad Económica Europea.
En 1982 otro hecho, esta vez de carácter financiero, también sacudió a la región: la declaración de México sobre la imposibilidad de pagar su abultada deuda externa.
El tema de la deuda externa de los países latinoamericanos y su vinculación con el desarrollo fue motivo de estudio e interés por parte del CARI. El Comité de Estudios Especiales se abocó a esta cuestión y organizó diversas actividades a cargo de especialistas, funcionarios de los organismos financieros internacionales y centros de investigación. Se promovieron estudios sobre distintos enfoques de la deuda latinoamericana, sobre la situación financiera internacional, sobre el impacto de la deuda en los programas de desarrollo, etc.
Un informe titulado "Deuda externa: dificultades de los países deudores y posibles cursos de acción. El caso argentino" fue entregado a las autoridades del gobierno democrático que asumieron en diciembre de 1983.
Algunos años más tarde, entre agosto de 1988 y julio de 1989, el Comité de Estudios Especiales efectuó una nueva contribución en la búsqueda de soluciones concretas al problema financiero argentino con la elaboración de una publicación "Financiamiento externo argentino durante la década de 1990: agendas y cursos de acción". El libro fue entregado a las autoridades del Gobierno Nacional en agosto de 1989.
A fines de la década del 80, la mayoría de los países de América Latina se encontraban gobernados por regímenes democráticos. La firma de los acuerdos de paz de los Presidentes de las repúblicas de Centroamérica en agosto de 1986 abrió la marcha hacia la pacificación de esa región que se alcanzaría años después con la derrota electoral del gobierno sandinista de Nicaragua.
La normalización de las instituciones políticas no fue acompañada por una mejora en la calidad de vida que, por el contrario, sufrió las consecuencias de los procesos inflacionarios que afectaron a casi todos los países. Las tensiones sociales se agudizaron por los altos índices de desempleo y por los desequilibrios resultantes de la falta de solución a los problemas estructurales de orden económico y financiero.
No obstante estas dificultades, la restauración democrática en el continente produjo uno de sus réditos más notables como lo fue el inicio de un serio proceso de integración regional que, en el caso particular de la Argentina, pasó por la solución de las cuestiones limítrofes pendientes con Chile y por el entendimiento con Brasil.

La Argentina firmó con Chile un Tratado de Paz y Amistad en 1984. En 1986, la Argentina y Brasil suscribieron el Acta de Integración Argentino-Brasileña que reflejaba el grado de desarrollo alcanzado en las relaciones bilaterales y abrió las puertas a un acercamiento más estrecho. Este proceso se consolidó años más tarde con el tratado de 1991 que estableció el mercado común junto a Paraguay y Uruguay.
En diciembre de 1985, el CARI organizó el seminario "Brasil y Argentina en el año 1990". Diversas instituciones de los dos países auspiciaron esta actividad en la que el sector empresarial tuvo un rol destacado. Como ocurrió con el seminario de 1980, en este encuentro se examinó el estado de las relaciones bilaterales, de manera especial, el campo económico y comercial para determinar posibles áreas de cooperación. Los presidentes de las principales organizaciones económicas y financieras realizaron un detallado examen de las respectivas economías, de las posibilidades de colaboración para incrementar el comercio bilateral, para impulsar el desarrollo industrial y tecnológico y explorar posibilidades de complementación.
Hubo además, una evaluación de las perspectivas de inserción de ambos países en la economía mundial y en la región.
En la ciudad de San Martín de los Andes se realizó en el mes de mayo de 1988 el "Primer Encuentro Binacional del Cono Sur Argentino-Chileno". Esta reunión abrió una serie de posibilidades para mejorar el diálogo entre los dos gobiernos y para buscar nuevas formas de cooperación mutuamente beneficiosas en diversos sectores de la actividad económica de la región sur.
Las comisiones que trabajaron durante los tres días del encuentro sentaron prácticamente las bases de una cooperación y dieron lugar a la creación de un Comité de Expertos que se reunió unos meses más tarde en Viña del Mar con el propósito de elaborar un plan general de trabajo completando así las tareas iniciadas en San Martín de los Andes.
Para el CARI fueron años de intensa actividad. Aún no había cumplido diez años de labor y la tribuna pública se veía prestigiada por la constante presencia de las personalidades que visitaban la Argentina. De ese período se puede citar al Secretario General de Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuellar quien pronunció una importante conferencia "Anarquía o armonía: un mundo interdependiente en busca del multilateralismo" el 3 de abril de 1986. Ese mismo año también visitó el CARI el Embajador Joao Clemente Baena Soares, Secretario General de la OEA.
Sobre la labor de Contadora en la pacificación en América Central y la situación en esa región y el proceso de paz hablaron en el CARI el Presidente de El Salvador, José Napoleón Duarte y de Costa Rica, Oscar Arias en el año 1986. Un año más tarde disertó en el CARI el Presidente de Guatemala, Marco Vinicio Cerezo Arévalo.
Estuvieron además, los Presidentes de Venezuela: Carlos Andrés Pérez, Luis Herrera Campins y Rafael Caldera; de México, Miguel de La Madrid Hurtado; de Uruguay, Julio María Sanguinetti y de Colombia, Belisario Bentancur. De España estuvieron los Presidentes del Gobierno español: Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo Sotelo. Asimismo, visitaron el CARI el Primer Ministro de China, Zhao Ziyang, el Presidente de la India, Zail Singh y el Canciller de la República Federal Alemana, Helmut Köhl.
Las grandes transformaciones
El fin de la guerra fría
Visto retrospectivamente, 1985 fue un año clave para Europa: el Consejo de Europa decidió que en 1992 la Europa de los 12 se convertiría en un mercado común y, en Moscú, Mihail Gorbachov fue elegido Secretario General del Partido.
Hacia 1989 la mayoría de las medidas tendientes a la instalación del mercado común habían sido ejecutadas gracias al entendimiento alcanzado entre Mitterrand y Köhl y al liderazgo ejercido por Jacques Delors al frente de la Comisión Europea.
La concepción de Gorbachov sobre la "Casa Europea" que debía extenderse desde el Atlántico hasta los Urales, junto con el cambio en la posición soviética sobre el control de las armas nucleares y las propuestas que presentó en el campo de las armas convencionales en las negociaciones bilaterales con los Estados Unidos contribuyeron además, a crear un ambiente favorable al proceso de integración europea.
A medida que mejoraba el diálogo entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, la opinión pública percibía que la amenaza que representaban las armas nucleares se diluía y la atención empezó a concentrarse en la economía y los efectos causados por el déficit del presupuesto norteamericano.
Un clima de cooperación internacional entre los principales actores parecía ser la nueva tendencia en esos años, percepción alentada por la reconciliación Moscú-Pekín. La caída del muro de Berlín en noviembre de 1989 transformó el mapa político de Europa. Poco tiempo después, la disolución de la Unión Soviética puso fin al largo período de la guerra fría.
Varias actividades se organizaron en el CARI para analizar el impacto de los cambios ocurridos. El ex Primer Ministro de Francia, Raymond Barre, disertó sobre el "Presente y futuro de la Comunidad Económica Europea. Una visión personal" el 27 de abril de 1987. El ministro de Comercio y Relaciones Exteriores de la CEE, Sr. Willy de Clerk, se refirió a los aspectos internos e internacionales de Europa 1992, en una conferencia pronunciada el 4 de agosto de 1988. También hay que destacar la presencia del Presidente de la República Federal de Alemania, Richard von Weizaeker el 20 de marzo de 1987.
En el segundo semestre de 1989, el Dr. Nicanor Costa Méndez, ex Ministro de Relaciones Exteriores y Culto, dictó un curso sobre "Situación de crisis: política soviética, su repercusión en el mundo actual y América Latina", destinado a estudiantes de postgrado.
Importantes protagonistas de los principales acontecimientos de la época dieron testimonio de su actuación cuando visitaron el CARI: el Presidente de los Estados Unidos, George Bush en diciembre de 1990, el ex Primer Ministro de Israel, Shimon Peres habló el 16 de abril de 1991 sobre "El camino hacia la paz en el Cercano Oriente". Al año siguiente, estuvieron la señora Violeta Barrios de Chamorro, Presidenta de Nicaragua y el ex Canciller alemán Helmut Schmidt, el 26 de marzo y el 22 de abril de 1992 respectivamente. El presidente de la Comisión de las Comunidades Europeas, Jacques Delors en 1993. Frederik Willem de Klerk, Presidente de Sudáfrica, expuso en el CARI en 1993, el mismo año en que recibió el Premio Nobel de la Paz junto a Nelson Mandela.

El CARI tuvo también la gran satisfacción de contar años más tarde, en 1998, con la presencia del presidente Nelson Mandela. El Presidente de la República Checa, Václav Havel mantuvo un diálogo con intelectuales argentinos en un acto académico que se realizó el 27 de julio de 1996.
De todos estos acontecimientos internacionales, el nacimiento del mercado común europeo era sin duda el que más implicancias tendría para nuestro país. De ahí que su evolución y perspectivas se convirtieron en objeto de estudio y análisis por parte de algunos comités y grupos de trabajo.
En 1989 se realizó, en forma conjunta con el Instituto de Investigación y Posgrado del Centro Universitario de Estudios Especiales (CUDES) un seminario sobre la "Comunidad Económica Europea de 1992 y su incidencia en nuestro país". Entre los disertantes extranjeros se encontraban el Director del Centro de Estudios Europeos de la Universidad de Alcalá de Henares (España) y los embajadores de España, Alemania y Francia.
Al año siguiente, el CARI realizó un nuevo seminario "La comunidad europea frente a Europa del Este y América Latina" con la participación del Sr. Manfred Mols, Director del Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad de Maguncia (Alemania) y del Sr. Manuel Medina Ortega, Presidente de la Comisión para América Latina del Parlamento Europeo junto a profesores y diplomáticos argentinos.
También cabe mencionar el seminario "Seguridad y cooperación en el Atlántico Sur", realizado en octubre de 1990 que se organizó en forma conjunta con "Pugwash Conferences on Science and World Affairs", institución fundada en 1957 en Canadá para promover el desarme y la paz mundial. Los temas tratados fueron, entre otros, los tratados internacionales que afectan el Atlántico Sur; los conflictos potenciales, la seguridad para la cooperación internacional, prevención de una excesiva militarización y el incremento de la cooperación cultural y económica en el Atlántico Sur.
La actividad académica del CARI alcanzó los primeros reconocimientos internacionales cuando la Secretaría General de las Naciones Unidas le otorgó la distinción "Mensajero de la Paz" el 19 de septiembre de 1989.
Paz y seguridad
Las transformaciones en Europa llevaron a un replanteo de la política exterior de los Estados Unidos. La administración del presidente George Bush adoptó al principio una actitud cautelosa, alentó con éxito una Alemania reunificada dentro de la OTAN y propuso modificaciones sustanciales dentro de la alianza atlántica para adecuarla a las nuevas realidades.
El avance en las relaciones con la URSS posibilitó cambios significativos en la política de Estados Unidos con el tercer mundo, especialmente en Camboya y Afganistán. En estas instancias ya era notoria la pérdida de influencia de la Unión Soviética en vastas regiones del mundo: Europa Central, Mozambique, Nicaragua, Yemen del Sur, entre otras.
La solución negociada de numerosos conflictos regionales existentes y el rol que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas iba desarrollando, la desintegración de la URSS y la instauración de un régimen democrático y de economía de mercado en la Federación de Rusia, las transiciones hacia estos sistemas que en forma pacífica hicieron los países de Europa Central y Oriental llevaron a pensar que la comunidad internacional se encaminaba finalmente a una era de paz y prosperidad. Sin embargo, conflictos con raíces étnicas, religiosas, sociales, culturales, surgidos dentro de los estados ponían en evidencia la fragilidad del sistema de seguridad internacional.
Gran parte de la doctrina de esos años se esforzó en alertar contra las nuevas amenazas a la paz y a la seguridad internacional. En estas nuevas categorías se incluyeron, entre otros: la proliferación de armas de destrucción masiva, los daños ecológicos, el terrorismo, el crimen internacional organizado y el narcotráfico. En este sentido, la invasión de Irak a Kuwait en 1990, cuando todavía estaba en elaboración en los Estados Unidos una nueva estrategia de seguridad y el rol que le cabría al país, reforzó la corriente doctrinaria y de gobierno de quienes creían que los Estados Unidos debían impedir el surgimiento de cualquier estado con intenciones de establecer una hegemonía a nivel regional ya que esto representaba una amenaza a sus intereses vitales.
Sobre este período de la inmediata pos guerra fría, vale la pena recordar que el Secretario General de Naciones Unidas, Boutros Boutros Ghali, en la conferencia que pronunció en el CARI el 14 de marzo de 1994, expresó: "Primero vino la etapa de la esperanza. Las naciones y los pueblos del mundo manifestaron el deseo de cumplir con el propósito de la Carta de las Naciones Unidas. Luego vino la etapa del compromiso respecto de la cooperación internacional, se buscaron nuevas soluciones con un espíritu de optimismo y cooperación. Luego llegó el tiempo de la participación, las Naciones Unidas se tornaron más activas que en ningún momento de su historia".
El documento del Secretario General Boutros Ghali "Un programa de paz", presentado en 1995, que contenía recomendaciones y propuestas para fortalecer la capacidad de las Naciones Unidas en materia de operaciones para el mantenimiento de la paz atrajo la atención hacia la evolución del concepto de seguridad internacional y demostró la vinculación entre seguridad y desarrollo. Asimismo, introdujo criterios para definir "diplomacia preventiva", "establecimiento y mantenimiento de la paz" y, fundamentalmente, definió el concepto de "consolidación de la paz".
Otra de las grandes contribuciones del Programa de Paz fue la preocupación por la protección del personal de Naciones Unidas en zona de conflictos y la necesidad de garantizar esta seguridad.
El nuevo sistema internacional que estaba surgiendo hacía necesario un análisis cuidadoso. Mediante seminarios, cursos, mesas redondas y conferencias, el CARI dedicó importantes esfuerzos al estudio de las nuevas cuestiones y a la inserción de la Argentina y de la región en ese esquema.
Entre las numerosas actividades realizadas, se destacan el seminario "Argentina-OTAN sobre seguridad global" y el de "Fuerzas para el mantenimiento de la paz". Ambos tuvieron su importancia por el reconocimiento que tuvo en el exterior la participación de las fuerzas armadas argentinas en la coalición internacional durante la guerra del Golfo en 1991 y la actuación de los contingentes argentinos en las operaciones de paz de las Naciones Unidas.

El seminario "Argentina-OTAN sobre seguridad global" se realizó en octubre de 1993 y tuvo el auspicio de la Cancillería y de la OTAN. Contó con la participación del Secretario General Adjunto de la OTAN, embajador Amedeo de Franchis, del Secretario General Adjunto para Asuntos Políticos de la ONU, embajador Marrack Goulding, del ex Director del Royal Institute of Internacional Affairs de Londres, Sir James Eberle, del Vicepresidente del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres, Conde François de Rose y otras personalidades extranjeras y argentinas.
Durante esas jornadas, se examinaron el rol de la OTAN en el nuevo escenario internacional, la redefinición del concepto estratégico a partir de la vinculación con los ex miembros del Pacto de Varsovia y se analizaron los conceptos de seguridad global y de seguridad regional.
Durante los años noventa, la Argentina participó en más de treinta Operaciones para el Mantenimiento de la Paz, aportando aproximadamente veinte mil efectivos.

En el mes de noviembre de 1993, el CARI organizó el seminario "Fuerzas para el mantenimiento de la paz" con el auspicio de la Cancillería y del Ministerio de Defensa. Entre los expositores estuvieron, entre otros: Brian Urquhart, ex Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas; Olara Otunnu, Presidente de la International Peace Academy; Laurence Martin, Director del Royal Institute of International Affairs de Londres y la embajadora Louise Frechette, Representante Permanente de Canadá en Naciones Unidas.
Otro seminario muy importante fue: "La nueva agenda de seguridad en el hemisferio sur" organizado conjuntamente con el "Peace Research Centre" de la Universidad Nacional de Australia en octubre de 1995 en el que participaron investigadores provenientes de Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Brasil, Chile y Uruguay.
Con el Comité Internacional de la Cruz Roja se llevó a cabo el seminario "La implementación del derecho internacional humanitario en la República Argentina" que tuvo como objetivo fomentar medidas para implementar a nivel nacional las normas del derecho internacional humanitario destinadas a aplicarse en caso de conflicto armado y la protección de las personas afectadas por el conflicto.
Desarme y no proliferación
La crónica de comienzos de la década de los noventa también registra un aumento en el número de países que aspiraban a desarrollar su capacidad tecnológica en materia misilística haciendo temer por la estabilidad en algunas regiones especialmente sensibles y por sus posibles consecuencias. Se firmaron numerosos tratados estableciendo nuevas zonas libres de armas nucleares y acuerdos destinados a evitar la proliferación de armas de destrucción masiva y a limitar su existencia. El Tratado de Tlatelolco incrementó el número de miembros con la incorporación de la Argentina, Brasil y Chile y el Tratado de No Proliferación adquirió un carácter casi universal.
Una de las reformas más significativas de la política exterior argentina fue en el campo nuclear. Podría decirse que el cambio se inició en la reunión de los presidentes de Argentina y Brasil en Foz do Iguazú, en noviembre de 1985, con la firma de la "Declaración Conjunta sobre Política Nuclear Común" y el establecimiento de un Grupo de Trabajo que, en 1988, se convirtió en Comité Permanente. Este proceso se fue profundizando con el tiempo. En julio de 1991 los dos países firmaron en Guadalajara un "Tratado sobre el uso exclusivamente pacífico de la energía nuclear". Por este acuerdo se estableció el ABACC (Agencia brasileño-argentina de contabilidad y control de materiales nucleares).
Meses más tarde, en Viena, se suscribió un "Acuerdo Cuatripartito de Salvaguardias Totales" entre Argentina, Brasil, ABACC y la OIEA. Finalmente, el ciclo se completó con la adhesión argentina al Tratado de No Proliferación en 1995.
Asimismo, la Argentina firmó y ratificó la "Convención sobre la prohibición del desarrollo, la producción, el almacenamiento y el empleo de armas químicas y sobre su destrucción".
La preocupación del CARI por las cuestiones vinculadas a la seguridad regional y, de manera particular, por el desarrollo de una estrecha cooperación de la Argentina con los países vecinos estuvo siempre presente. Un ejemplo en este sentido es el panel sobre "La cooperación tecnológica como base de un entendimiento a largo plazo entre la Argentina y Brasil" que formó parte del seminario realizado en noviembre de 1980 y cuyos expositores fueron el presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica y el presidente de NUCLEBRAS respectivamente.
"Desarme y seguridad internacional" fue el tema que convocó a un grupo de especialistas, investigadores, académicos y diplomáticos en julio de 1990 en un seminario que el CARI organizó en forma conjunta con el Centro de Información para Argentina y Uruguay de la ONU. En esa oportunidad fueron examinadas las actividades de las Naciones Unidas, la cuestión de la seguridad nuclear en un mundo con armas nucleares, la marcha de las negociaciones para lograr una convención sobre armas químicas, la propagación de armas nucleares y formas de prevenirlas, las restricciones a la transferencia de tecnología de punta: nuclear, espacial y química y la política argentina en materia de desarme.
